1. As long as you love me [1ra Temporada Terminada] «versión 2020»

39. Sorpresa

Yo solo le rogaba con la mirada, pensé que iba a decirme que Michael estaba en camino, que ya le había dicho todo y que estaba en serios problemas, pero en vez de eso, me mantuvo la mirada y me dedicó una media sonrisa haciendo que tuviera un rayito de esperanza.

- Promete que me contestarás el celular – empezó a decir -. Y que te vas a cuidar mucho.

Me abalancé hacia él y le di un abrazo junto a un beso en la mejilla.

- Lo prometo – dije en medio del abrazo -. Gracias.

- No hagas que me arrepienta.

«Eso mismo dijo Michael la primera vez que me dejó salir»

- ¿Y papá? – pregunté.

- Quedó en avisarme, pero no te preocupes, le diré que fuiste con Eleanor.

- Eres el mejor – le sonreí.

Salí de mi casa con pasos decididos al coche de Justin. Recién iba abriendo la reja, me llegó su mensaje que ya estaba afuera.

Muy lento amigo.

Cuando llegué a su coche, él salió a recibirme. Lucía diferente, como más mayor, pero a la vez jovencito. Usaba una playera blanca sin estampados y encima un chaleco de cuadros encima, algo que me parecía lindo, pantalón negro de mezclilla y sus clásicos supras que lo denominan el look Justin. Sin ellos no es él, simplemente no. Sin embargo, me llamó la atención su cara, pues parecía como si no hubiera dormido en toda la noche y su cabello sigue húmedo.

En el momento que nuestros cuerpos se juntaron en un abrazo pude oler y comprobar que efectivamente olía a recién bañadito, con su champú que hace que su cabello huela varonil y su perfume me enloquezca como siempre.

Me cargó por mi cintura reforzando nuestro abrazo, hundió su cara en mi cuello y suspiró. Su repentina reacción cuando me tiene en sus brazos me sorprendía, pues o era mi impresión o parecía que no me había visto en mucho tiempo. Se separó de mí lo suficiente para besarme, peo no para soltar mi cuerpo del suyo. Me tomó desprevenida, haciendo que inspirara súbitamente, pero después del primer segundo empecé a relajarme disfrutando la suavidad de sus labios contra los míos. La sensación es relajante, hace que los latidos de mi corazón y el suyo se armonicen y me haga sentir las mariposas en mi estómago.

- Hola novia mía - susurró Justin a centímetros de su boca y me sonrió -. Te ves preciosa.

Me sigue poniendo roja que Justin me diga esas cosas cada vez que me ve, es como si siempre se esforzara por hacerme ver lo bonita que soy para él. Me alaga, me encanta. Para no mostrar mi cara de tomate lo volví a abrazar, pareciera que no nos habíamos visto en años. Siento a Justin diferente, más ansioso de mí, queriéndose aferras a mi cuerpo como nunca antes.

- ¿Me extrañaste? – me separé y rodeé su cuello con mis brazos.

Justin posó sus manos en mi cintura después de quitar el cabello de mi cara. Amo que haga eso, pero amo más que me vea a los ojos mientras lo hace. Amaba sus ojos mieles que brillaban cuando me veía. Él simplemente era perfecto.

- Siempre – me sonrió -. Me encantan tus ojos, siento que veo el cielo en ellos - dijo sin dejar de ver mis ojos.

- Tienes mielecita en los tuyos – me reí por lo patético de mi chiste. Pensar en miel hizo que mi estómago rugiera - ¿A dónde me vas a llevar?

Justin rodeó el coche y me abrió la puerta, entré y él después entró. Vi que de la guantera sacó una especie de tira de tela obscura y me la dio.