𝖱𝖴𝖫𝖤𝖳𝖠 || Enzo Vogrincic || Andradeverse¹

001: Para Empezar

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Ruleta
Para Empezar
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Catástrofe. Palabra favorita de Maia o al menos así es cuando la hacen hablar sobre el porqué no usa redes sociales. ¿Por qué? Sencillo.

Su último proyecto fue una mini serie que sacó en Netflix llamada "Lo que se dijo y lo que no", la misma se basaba en un libro de autor anónimo que tenía varios poemas, descontinuados unos de los otros, excepto por tres de ellos, que iban dedicados al primer amor (se cree) del autor/a. En una entrevista que tuvo sobre esta mini serie, un reportero en específico se tomó el tiempo de preguntarle 15 veces (y las tiene contadas) porqué no era ella quien se encargaba de manejar su cuenta de Instagram.
Ella, claro que a la decimoquinta vez que le preguntó, decidió responder con tranquilidad.

-Porque son una mierda y punto -declaró, ya podrida del periodista-. Traen sufrimiento al mundo las redes sociales. Y te me adelanto, Gabriel -dijo al ver que se venía otra pregunta-, lo digo porque la gente ya no está pendiente a ser querida, está pendiente a ser admirada.

»Está todo el mundo pendiente a cuántos seguidores tienen. Los espectadores ya no buscan contenido nuevo, donde se acostumbran a un influencer, se quedan con ese, los nuevos ya no pueden triunfar.

»Los creadores de contenido que ya nadie ve, perdieron fama porque los seguidores que tenían vieron que había gente nueva subiendo pelotudeces más grandes que las que subían ellos.

»Me adelanto otra vez, Gabriel, ya sé que es contradictorio porque tengo una cuenta en Instagram, pero yo no la manejo, la maneja mi hermano y ni siquiera desde mi celular, desde el suyo. No tengo idea de cuántos seguidores tengo, cuántas publicaciones hay, solamente sé que el usuario está ahí.

-¿Respondí tu pregunta, Gabi? -preguntó irónicamente-. Espero que no tengan más preguntas para hacerme, porque Gabriel acá presente me sacó todas las ganas de seguir con la entrevista.

Y dicho eso, se retiró hacia lo que Genaro llamaba el camerino.
Ese video de Maia explotó en las redes. Gente diciendo que tenía razón, algunos decían que exageraba, otros simplemente le daban like al video y pasaban al siguiente Reel o tiktok.

Fue gracias a este video que Juan Antonio Bayona da con Maia. El tipo se tomó el tiempo de ver los cinco capítulos de la mini serie y de examinar con detalle cada cosa de la misma. Miró los detrás de cámara y quedó fascinado con lo meticulosa que era la chica a la hora de trabajar; algo que notó, es que, por más exigente que fuera como directora, ninguno de los actores del elenco de la serie parecía molestarse con ella o hacerle reclamos. Por un tiempo pensó que se debía a que temían ser despedidos, pero en realidad era porque fuera del set, Maia era una dulce de leche. Tierna como la carne de los asados del tío tito, que se corta con cuchara.

Pero ahora concentrémonos en el presente (va, en el presente de Maia).

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Montevideo, Uruguay

Maia y Genaro vivían juntos en un edificio que estaba a unas cuadras de la playa de Montevideo. Eran inseparables desde que entraron a la secundaria, así que iban para todos lados juntos y cuando Maia tuvo que irse a Uruguay para las filmaciones de la película, Genaro no dudó dos veces en armar sus valijas e ir con ella.

La alarma de Maia sonó a eso de las 07:30 am. La gente que formaba parte de la dirección de la película debía estar en el set de grabación a las ocho en punto, así que se levantó de un salto de la cama y se dirigió al baño.
Una realidad sobre Maia es que era una persona muy fiacosa y detestaba las rutinas de cuidado facial que conllevaban usar una millonada de productos, por lo que se limitaba a pasarse un jabón exfoliante por toda la cara cuando se levantaba, cuando se acostaba y también cada vez que se bañaba. La piel de su rostro era muy suave, eso no se lo podía discutir nadie.