𝖱𝖴𝖫𝖤𝖳𝖠 || Enzo Vogrincic || Andradeverse¹

011: Los Goya

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Ruleta
Los Goya
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[Narrador: Omnisciente]

Las semanas pasaron y Maia seguía viajando junto con Enzo, acompañándolo a entrevistas y entregas de premios. Hubo ocasiones en las que cuando la gente se enteraba que ella lo estaba acompañando, aprovechaban y le decían que se sumara a dar la entrevista con él.
Phoenix ya había crecido bastante, pero seguía siendo un cachorro, por lo que no podían dejarlo solo en el hotel y debían llevarlo con ellos a los estudios. Hubo veces en las que lo dejaban detrás de cámaras y se ponía como loco, haciendo que quien lo estuviera cuidando soltara su correa y él corría hacia donde estaban sus dueños. Era demasiado sabandija.

Febrero del '24
Valladolid, España

Ambos se estaban preparando para asistir a los premios Goya. La película había sido nominada en varias categorías de estos premios y claro, los participantes de dicho film estaban invitados y podían llevar consigo un invitado. Sin embargo, no se veían desde aquél día en la tarde. Maia estaba con Malena, pareja de Matías como se había mencionado anteriormente.
Estaban pasando por momento tenso como pareja.
Male y Maia habían ido a ver vestidos para la entrega de los premios. La mayor estaba metida en un probador mientras la otra le hablaba extremadamente rápido y con un tono de voz angustiado.

—A ver, Maia —dijo Malena, y corrió la tela del vestidor—, le preguntaron por ahí de una random que vos ni idea —Maia asintió, mirándola anonadada— y vos te enojaste porque no quiso responder.

—Es que, Male... Primero que nada, ese vestido te queda hermoso —ella le sonrió luego de decirle "gracias"—. Después, no me enojé porque no quisiera responder, me enojé porque cuando yo le pregunté me evadió la pregunta. Y no solo eso, sino que tuvo el petú...

—El tupé, sí —corrigió Malena.

—Eso, el petú —repitió y la otra se rió— de insinuar que el día que Juani me invitó a su stream lo pude haber cagado.

—¿En qué momento? Si vos llegaste media hora tarde y no pudo haber sido durante porque está todo grabado. No sos ninguna boluda vos —comentó—. ¿Cuando terminaron pasó algo?

—¡No! Eso es lo que más me molesta, que sabe que no pasó nada y aún así me sale con eso —explicó brevemente, con molestia—. Además, Juani está enamorado de Gia y Gia de él, yo sería incapaz de hacerle eso a mi prima y a Enzo. Pero bueno, ya está, no nos amarguemos el día —miró a Malena, que estaba mirándose en el espejo del vestidor—. Ya está, boluda, llevate ese. Te queda hermoso.

—Sí, callate que cuando mi modista se entere que lo compré y no se lo encargué me va a querer matar —dijo y ambas se rieron.

—Bueno, que te disculpe, nos pusimos muy tarde a buscar la ropa.

—Sí. Y hablando de buscar ropa, ¿por qué no te probas ese vestido rojo de allá? —señaló uno que estaba en la vidriera.

—Soy colorada yo, Male, no sé si va rojo y rojo —respondió haciendo una mueca.

—Bueno, probate el que a mí no me entró entonces —dijo y le dio un vestido color verde bosque que había colgado en un perchero del probador—. Estoy segurísima de que te va a quedar divino.

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Maia estaba en el cuarto del nuevo hotel, donde les permitían tener a Fifi sin problema. Ella estaba sentada en el sofá y el perro tenía su cabeza recostada en sus piernas, moviendo la cola al sentir los mimos de su dueña detrás de sus orejas.
Boludeaba en Instagram cuando vio a Enzo entrar al cuarto de hotel, hablando por teléfono. Lo miró por unos segundos hasta que él finalmente colgó la llamada.