Ella para él es insoportable, no lo deja trabajar en paz.
Él para ella es un inepto que no puede hacer las cosas bien de entrada.
Maia Andrade y Enzo Vogrincic se conocen en el rodaje de la Sociedad de la Nieve.
Maia está metida en la producción de...
Enzo se pasó el último mes de febrero y los primeros días de marzo militando para que le permitieran ser acompañado por Maia la gala de los Oscars. Fue difícil, pero lo logró.
Maia lo acompañaría a la entrega de premios. De todas formas, si no iba acompañando a Enzo, iría acompañando a Genaro, que debía ir ya que la película había sido nominada no sólo a mejor película internacional, sino también a mejor maquillaje y peinado. Ella ya sabía que estaría en la Gala de los Premios Oscars a como dé lugar.
—Fifi, sentado —dijo Maia, pero el perro no le dio bola—. Sentado —repitió.
—Phoenix, sentate —habló Enzo desde la concina y el perro se sentó.
—No vale, a vos te hace caso —se quejó y se acomodó en el piso junto al animal, que se le acostó encima—. ¿Cómo haces?
—Claramente no le fascina que le digas Fifi —respondió, yendo hacia ella con un vaso de agua en la mano—. Yo te dije desde un comienzo que no le iba a gustar.
—¿Y vos desde cuándo tan fan de mi perro? —preguntó, mirándolo con la ceja alzada—. Hace un mes te quejabas de que te meaba el calzado.
—Y todavía no se lo perdono —Phoenix le ladró—. Sí, ya sé —Maia se rió—. La cosa es, que yo lo trato como la bestia majestuosa que es —le revolvió los pelos de la cabeza al husky—. Vos lo tratas como si siguiera siendo un bebé.
—Es que es mi bebé —aseguró, agarrando la cabeza del perro entre sus manos y este empezó a mover la cola—. Mirá, ¿ves como mueve la cola? No es que lo trato de bebé, pasa que a vos te tiene respeto. Vos sos el padre, yo soy... La hermana mayor a la que no le da bola.
—¡JA JA! Bueno, linda, dejémoslo ahí —le dio un beso en la coronilla—. Aprovechá ahora a revolvarte con Phoenix que en unas horas tenemos que ir a la gala.
—Ay, es verdad —habló la menos despistada. Se puso de pie y rodeó el torso del hombre con sus brazos—. Yo me olvido de esas cosas, gordo, vos me tenes que avisar.
—Y te avisé —respondió, abrazándola por la cintura—. Resolví.
—Resolviste, sí —se rió.
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vogrincicenzo ✓
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Le gusta a maia.andrade, giaandrade y 1,930,737 más vogrincicenzo Tal vez no ganamos a mejor película o a mejor vestuario y maquillaje, pero pasar mis días contigo es el mejor premio que puedo tener. Te amo, Maia 💞✨️
1 y 2: Mai y yo en la alfombra roja 3 y 4: Nosotros en una mini cita más tarde ✨️
cc: @maia.andrade
maia.andrade ✓ *le gusta a vogrincicenzo* Te amo, gordo, estoy orgullosa de vos y de todo lo que vas logrando 💞 | vogrincicenzo ✓ Sos un sol 💞
juanicar ✓ *le gusta a maia.andrade y vogrincicenzo* Fue un robo, loco! Pero ustedes me relajan, son más tiernos 🥹❤️ | maia.andrade ✓ JAJAJAJAJJS ay Juani 😄
user283 Yo estoy con alta bronca!!! Es la segunda vez que la academia hace una cosa así 😤 Pero ellos son tan coquettes que me tranquilizan con solo una foto 🥹💐 | vogrincicenzo ✓ Que es "coquette"? | maia.andrade ✓ Enzo, callate que Juani te lee y te cancela | juanicar ✓ COMO QUE NO SABES QUÉ ES "COQUETTE", ENZO?!
matiasrecalt ✓ Se hizo lo que se pudo, seguimos teniendo los Goyas y a nosotros 🫶🏼❤️ | blaspolidorii ✓ Total ❤️
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[Narrador: Enzo Vogrincic]
Unos días después de los Oscars, Maia y yo armamos las valijas para volver a Uruguay. Ella vendrá a conocer a mis padres y se quedará conmigo unas semanas para después regresar a Buenos Aires. Se va a llevar con ella a Phoenix. Estos últimos meses yendo de aquí para allá con ella fueron los más felices de mi vida. Tuvimos nuestras subidas y bajadas, pero no dejamos que ninguna perjudicara nuestra relación, por lo que me enorgullece decir que estamos cerca de cumplir tres meses juntos. En un muy corto lapso de tiempo Maia se volvió la persona más importante de mi vida y realmente no me imagino un mundo sin ella, porque lo único que se me cruza por la mente cada vez que la veo, cada vez que la pienso, es en un futuro a su lado. Nos veo, dentro de unos años, en una pequeña casa a las afueras de Montevideo, armando los bolsos para ir a pasar la tarde a la rambla con nuestros hijos.
—Gordo, ¿estás listo? —preguntó, parada en la puerta del aeropuerto, con la correa de Phoenix en la mano. Mis padres habían llegado para buscarnos.
Yo alcé la vista y la miré. Ahí fue cuando me di cuenta de todo. Me di cuenta de que realmente la amaba, de que no quería y no iba a perderla. Me di cuenta de que, efectivamente, es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida, la mujer con la que quiero arrugarme mientras mi cabello se va haciendo blanco y se va desprendiendo de mi cabeza. Me di cuenta de que era la mujer a la que quiero que mis hijos llamen "madre", la mujer que quiero que cuando mis padres muestren una foto de la familia digan "ella es la esposa de Enzo".
Por supuesto que estaba listo.
—Si estoy contigo, siempre lo voy a estar —ella me sonrió. Nos besamos por un breve momento y tomé su mano para salir del aeropuerto.
