009: ¿Perros o Gatos? Esa es la Cuestión

391 32 1
                                    

★ ° . * ° . °☆  . * ● ¸
Ruleta
¿Perros o Gatos?
Esa es la Cuestión
★ ° . * ° . °☆  . * ● ¸

[Narrador: Enzo Vogrincic]

Estas últimas semanas estuve con un muy mal genio: Maia y yo cumplimos dos meses en cinco días y no podremos estar juntos para entonces. Ella tiene cosas que resolver en Buenos Aires y yo tengo como treinta y cinco eventos a los que asistir.
Es un poco solitario, pero por lo general las entrevistas son con Mati y Agus Pardella, así que es más fácil de llevar. Mai y yo hablamos por video llamada casi todos los días y eso también me ayuda bastante a olvidar el hecho de que no puede estar aquí conmigo y yo no puedo estar allí con ella.

Estaba relajado en mi habitación del hotel, sentado en el sofá viendo el Instagram de la chica que hoy por hoy es mi novia, porque nunca me voy a cansar de mirar sus fotos, cuando mi representante entró y, a juzgar por su cara, tenía noticias.

-¿Sucede algo? -pregunté, dejando mi celular sobre mi regazo.

-Te conseguí una entrevista, pero debemos irnos ya -contestó, a lo que yo me puse de pie lo más rápido que pude.

-Pero- ¡¿Cómo no me dijiste antes?!

-Fue algo de última hora, Enzo -respondió despreocupada-. Dale, vamos, es super informal, no tenes que prepararte ni nada. En cinco minutos te quiero en la recepción.

Se fue sin dejarme responder algo más. Yo me dirigí al baño para alinearme lo más que podía, mínimamente lavarme los dientes, peinarme un poco y echarme algo de perfume. Realmente no me disgustaban demasiado las fachas en las que andaba: tenía unos jeans negros, una remera del mismo color, que terminé cambiando por una camisa blanca, y calzaba unas zapatillas también blancas.
Bajé hasta recepción y de ahí fui junto con mi representante hasta el auto que nos llevaría al lugar de la entrevista. Venía de lo más tranquilo hablando con ella sobre la entrevista que habíamos hecho hacía un tiempo con Mati y Agus, cuando noté que estábamos como saliendo de la ciudad, lo que me pareció completamente raro.

-¿A dónde estamos yendo, Mari? -le pregunté, mirando por la ventana.

-Es un lindo día, ¿no crees? -comentó, ignorando por completo mi pregunta-. Lamentablemente leí en el pronóstico que va a llover.

-Mariana -dije, y ella formó una línea delgada con sus labios.

-Tamos yendo al estudio, Enzo -contestó al fin-. ¿A dónde más querés ir si no?

-Bueno, pregunto no más porque se me hace raro que esté tan lejos de la ciudad -respondí, algo andaba no bien y se olía en el aire.

Pronto el auto se detuvo y yo me bajé, no estábamos en ningún estudio, habíamos llegado al aeropuerto. ¿Para qué? Ni idea, pero acá estamos.
Vi que Mariana cortaba una llamada y se dirigía hacia mí.

-La entrevista es en allá adentro -señaló lo que claramente era el interior del aeropuerto-. Vamos, te están esperando.

He respondido preguntas después de bajarme de un avión, pero nunca me citaron a una entrevista en el aeropuerto, es todo tan raro.
Traté de llamar a Maia para contarle lo bizarra que era toda esta situación, pero me atendía la casilla diciendo que su dispositivo estaba fuera de servicio.
Después de como media hora esperando a los entrevistadores, Mariana se volteó hacia la puerta de desembarque y dijo:

-Ahí viene la entrevistadora -alcé la vista de mi celular y vi aquella cabellera rojiza que reconozco en todos lados, más que nada porque llevaba puestos esos los mismos auriculares que siempre tiene aplastando su pelo.

𝖱𝖴𝖫𝖤𝖳𝖠 || Enzo Vogrincic || Andradeverse¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora