UHDPP_ChanBaek

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—¡Último día! —exclamé orgulloso mientras tachaba alegremente la esperada fecha señalada en el calendario, con mi improvisado equipaje en una pequeña bolsa y una sonrisa en mi rostro, muy dispuesto a emprender mi viaje para recuperar a BaekHyun.

Increíblemente y contra todo pronóstico, había acabado cumpliendo cada uno de los objetivos que me impuse antes de ir a por BaekHyun. Ahora sólo faltaba ver si el me había olvidado o no, y, si así era, pensaba recordarle cada una de las razones por las que una vez me había amado. Si estaba con otro hombre, lo arrebataría de los brazos de cualquiera, porque, por muy distinguido o rico que éste fuera, nunca lo amaría como yo. Y esta vez nada ni nadie me impediría estar junto a el.

Mi clínica quedaría en manos de Tom Clarens, un amigo y compañero de estudios de la universidad con el que había contactado, hasta que decidiera qué hacer con ella. Ante mi insistencia, Tom había decidido mudarse a Bucheon para hacerme ese gran favor, y, para mi sorpresa, en los últimos días, Nina se había convertido en la eficiente ayudante que siempre había ignorado que era. Eso sí: sólo cuando estaba frente a Tom. Pensé en despedirme de todos antes de marcharme a la ciudad en busca de un doncel que aún no sabía si me esperaba o simplemente se había olvidado de mí. Luego lo descarté, sabiendo que, siempre que iba a visitar a mis familiares, éstos huían como la peste de cada una de mis lamentaciones.

Realmente no sabía cuándo volvería a Bucheon, o si lo haría en alguna ocasión, pero lo único que me interesaba en esos momentos era recuperar a la persona que amaba. Lo demás, sencillamente, carecía de importancia alguna en mi vida. Pensé en cómo debía reencontrarme con BaekHyun para que el no tuviera duda alguna de que había ido en su busca y, mientras miraba una dirección en un viejo y arrugado papel, supe que la primera parada en Boston no sería para ver a BaekHyun, sino que se trataría de una visita muy necesaria para dejar claro a todos que en esa ocasión no pensaba alejarme de el. YooNa Byun observaba desde su despacho del bufete, al que ya acudía muy pocas veces, cómo había cambiado su sobrino en el último año. Después de su primer juicio, en el que el infame TaeSuk Choi dejó solo a un novato ante un complicado proceso pretendiendo poner en ridículo su ilustre apellido, BaekHyun había conseguido triunfar en el caso de Loren.

Su primer pleito en solitario, tras el cual, y gracias a su sobrino, esa mujer consiguió recuperar todos sus bienes y anular su matrimonio, además de librarse del bruto de su exmarido. ¡Quién hubiese podido llegar a averiguar, salvo su minucioso sobrino, que Loren se había casado siendo menor y sin el permiso de familiar alguno! BaekHyun no llegó a realizar una petición de divorcio, sino que mostró ante los tribunales cómo el maltrato de ese hombre había comenzado antes del matrimonio y se había aprovechado de una inocente menor atándolo a él de por vida. Ante esos hechos, los avales aportados por Loren fueron anulados, y sus posesiones le fueron devueltas.

El arresto del exmarido de Loren por allanamiento e intento de asesinato no le favoreció en absoluto y, cuando el abogado de ese impresentable se quiso hacer oír, BaekHyun ya tenía al juez en el bolsillo. Ésa fue la primera vez que YooNa disfrutó con la innata maestría que mostraba su sobrino en un juzgado. A ése le siguieron muchos más triunfos. Sin duda, BaekHyun era digno de su apellido, pero había algo que no terminaba de gustarle a YooNa, y era ese triste semblante que siempre cubría su rostro cuando finalizaba su trabajo. BaekHyun únicamente vivía para el bufete, se negaba a salir, a divertirse o a desconectar, y YooNa sólo conseguía obligarlo a abandonar su doliente encierro cuando se trataba de algún asunto relacionado con el trabajo.

YooNa Byun sabía en lo que estaba pensando su sobrino en todo momento, que no era otra cosa que en aquel insufrible individuo que, a pesar de todo el tiempo que había pasado, todavía seguía empeñado en demostrarle a todos lo adecuado que era para su sobrino. Y poco a poco, con su empecinado comportamiento, lo estaba consiguiendo. Increíblemente, ChanYeol Park había sido capaz de devolverle casi todo su dinero en un tiempo récord, lo cual sólo podía significar que, si el señor Park quería algo, indudablemente más tarde o más temprano lo conseguía. Y ese hombre, en definitiva, quería a su sobrino. Tal vez su carrera no fuera lo primero para ese Byun en concreto como en un principio sí lo fue para ella misma, ya que BaekHyun no tenía vida fuera del trabajo, y la pasión que había demostrado en su primer caso iba disminuyendo cada día.