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Whisky

Al día siguiente, de caminó a la fiesta de Scott. Stiles no paraba de mover las piernas en el asiento del copiloto, estába completamente abrumado. Y Lydia no pudo evitar notarlo.

—estás siendo muy raro ahora mismo— soltó Lydia de manera excesivamente impertinente.

El castaño la miró desconcertado.
¿de que estas hablando?

—solo es una fiesta, la fiesta de tu mejor amigo. No entiendo por qué estas tan nervioso, acaso nunca has ido a una? Preguntó con clara altanería.

Stiles no podía comprender por que Lydia era tan altanera de un momento a otro, en un arranque desprecio, cuando fue ella la que llegó a su casa sin invitación.

—que es lo que pasa contigo? Por que no paras de analizarme, de decirme cosas pasivo agresivas? Es más, por qué aceptaste ayudarme, si solo ibas hacer un asco de persona conmigo? Soltó con voz ronca de la ira que comenzaba a sentir.

Lydia lo miro y enseguida aparcó el auto en la orilla de la carretera.

—ya que lo preguntas, me pasan muchas cosas, por ejemplo por alguna razón no me agrada que estés aquí. También no confío en nada de lo que dices o haces, como ahora, te contuviste a ti mismo, hasta para discutir mides tus palabras y si me lo preguntas es muy raro. Me ofrecí a ayudarte solo por Scott, por que por alguna razón, ese tonto todavía te considera su mejor amigo—

—bueno en eso estamos de acuerdo, tu tampoco me agradas, después de esto no tendremos que estar cerca uno del otro. Y acerca de mis problemas, son eso, mis problemas. Ahora, si no te importa puedes seguir conduciendo, necesito un tragó lo más rápido posible— dijo Stiles mientras miraba nuevamente el mensaje en su celular.

Lydia volteó los ojos y se removido en su asiento para volver arrancar el auto.

Al llegar Stiles reconoció el lugar debido a las dos mansiones.

No pudo evitar ver los numerosos autos, estacionados en frente de las mansiones.
Escuchó como Lydia cerraba la puerta de su auto para comenzar a caminar hacía el porche, Stiles la siguió adentrándose a la enorme y linda casa.

—Stiles, deja el regalo en esa mesa y vien- un grito agudo interrumpió a Lydia.

Y sin poder hacer nada para evitarlo, sintió como se le tiraban encima, solo para sentir como si estuviera siendo abrazarlo por un koala.

—Stiles!! Que bueno que viniste. Le rogué a Lydia para que te trajera!! No pensé que me hiciera caso— dijo Erika emocionada mientras aún colgaba de Stiles.

—no te hice caso! Fue por Scott— dijo Lydia mientras miraba con molestia la escena en frente suyo.

—si, ajá— dijo soltando un risa.
—este, Erika.. A mi también me agrada verte de nuevo, pero ya te puedes bajar— dijo Stiles con sonrisa algo incómoda.

Erika rápidamente se bajo para luego tomar de la mano al castaño.

—vamos te presentaré a todos. Que emocionante!

¿Que tiene de emocionante? Preguntó Stiles.

—tú, y las otras dos, lo nuevo!! Aquí siempre es igual la mismas personas cada fiesta y vacaciones, las mismas situaciones y los mismos trabajos, es aburrido. Pero ahora estas tú— dijo aun más energética.

Stiles se sentía feliz, por la nueva actitud de Erika, nada parecida a como era antes, ahora se podía ver de lejos lo feliz que es. Con una sonrisa sincera en su rostro se dejó arrastrar por todo el lugar.

¿Stiles, débil?Where stories live. Discover now