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[Stiles]


Caminé hacía los casilleros, y como es viernes, dejé mi mochila en el casillero, ya que no habían dejando ninguna tarea.

Esperaba a Cora, quería disculparme por no haber entendido, sólo quería protegerme.

Unos minutos después la vi detrás de dos chicos. -dejaste la mochila- dijimos los dos al mismo tiempo.
-me debes un helado- dijo Cora con una pequeña sonrisa -sí, y también una disculpa- Me sentía realmente mal, pero Cora no parecía disgustada.

-Cora, lo siento. No quise reclamarte, es sólo qué estoy seguro de qué habría hecho de todo para sacarte de allí- Aclaré.

Ella suspiro para luego volver a sonreír.
-lo sé, por éso no te lo dije. Stiles, tú.. Eres tú- dijo entré risas. Me relaje al escucharla reír. - te hubieses metido en problemas por querer ayudarme- Asenti mientras reía bajo.

-No sé porque lo seguimos haciéndo, ya sabemos que cuándo es viernes y no nos dejan trabajos, las dejamos- comenté.
-Oh, ya es una tradicion! le quitas la diversión a la vida- respondió Cora divertida.

-Ooh Bueno, nos vamos? Rocket.- dije entre risas. Cora sonrió victoriosa, mientras pasaba un brazo por mis hombros. - te he enseñado bién. - dije sonriendo orgulloso.

****

-Cuánto tiempo tenemos de estar esperándo - Preguntó Cora inquieta.

-45 minutos- Contesté preocupado.
Sentía el ambiente pesado, lúgubre como si estuviéramos en medió de un cementerio en la oscuridad, dónde ni siquiera la luz de la luna sé presentaba. Todo estába sólo, éramos las únicas personas que quedaban en el lugar.

-voy a llamarlo otra vez, talvez se le fué el tiempo con su hija- dije tratando de convencerme de que Tom estába bién. El no es el tipo de persona que llega tardé, nunca lo había hecho antes.

-Stiles, creó que será mejor irnos caminado a tu casa, puedo quedarme. Sólo no quiero estar más aquí-
Cuando la escuché decir éso, me recorrió un escalofrío por toda la espalda, la densa sensación aumentó aún más, Cora también lo sentía.

-Si.. Si está bién, pero voy a llamar a Sa-
No terminé, porqué allí estába el sonido de un motor conocido, los dos miramos hacía la camioneta blindada, era el único auto que habíamos visto desde hacé 20 minutos. Aparcó a unos metros de nosostros.

Empecé a caminar hacía la puerta para abrirla. -STILES, CORRE!!-

Me asusté por el gritó, no entendí por que estába gritando, me gire para mirarla, pero Cora no estába sola. Habían dos hombres sosteniendola, mientras la inyectaban con algo.
No lo pensé sólo comencé a correr hacía ellos, y así poder ayudarla.
Todo era lento, sentía que nunca llegaría y al verla cerrar los ojos, sentí una inmensa ira recorrer todo mi ser, los iba a matar.

Dos hombres salieron del auto, detrás de mi. Rápidamente dirigí mis manos hacía las dagas en mi espalda, siempre las llevaba conmigo. Antes de poder tocarlas, uno de los hombres me detuvo, tomando mis muñecas inmovilizándome.

Traté de soltarme, pero rápidamenteme me alzó los brazos hacía atrás, provocandome dolor en los hombros.
El otro hombre presionó un trapo en mi rostro, tenía algún tipo de químico, mis ojos empezaron arder y sentía que mi rostro era quemado a cada segundo.

No respiré, hice lo posible para tratar de liberarme una vez más y tomar las dagas, pero fué inútil. Uno de los tipos que habían inyectado a Cora, al ver que no iba a seder fácilmente, me dió un puñetazo, y no pude evitar volver a respirar, empecé a sentirme mareado, luego me adentraron al auto, todo era borroso, y lo último que pude ver fué a Cora retorciendose a mi lado.

¿Stiles, débil?Where stories live. Discover now