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Mis emociones estaban a flor de piel, temblaba de la indignación y la rabia que recorrían mi cuerpo. Arthur, Lorenzo y mi manager estaban ocupados haciendo llamadas para contener el daño, pero yo necesitaba respuestas.

Decidí dirigirme directamente a la casa de Pascal, donde sabía que encontraría a Charles. Toqué el timbre, y Pascal, al abrir la puerta, notó mi estado de desesperación. 

-Cariño, ¿qué pasa?- preguntó preocupada.

Sin perder tiempo, me dirigí hacia la habitación de Charles. Lo encontré dormido, y con un grito lo desperté bruscamente. 

-¿Dónde está la laptop de Arthur?-, le espeté. Charles, todavía adormilado, preguntó confundido

-¿De qué hablas?-

Molesta, caminé hacia el escritorio de Charles y encontré la laptop de Arthur en uno de los cajones. Exploté: 

-¡Sabes lo que hiciste! ¡Maldición, Charles! ¡Ese maldito video puede llegar a los ojos de mis hijos!-

En ese momento, entraron Lorenzo y Arthur, quienes observaron la escena sin entender completamente lo que sucedía. La confrontación estaba a punto de alcanzar su punto máximo.

Charles, aún somnoliento, negó rotundamente cualquier participación en la filtración del video. 

-Hanna, no sé de qué estás hablando. Yo no tengo nada que ver con ese video ni siquiera se de que video hablas -, afirmó con vehemencia.

Mis nervios estaban a flor de piel, y la confusión se apoderaba de mí. Miré a Lorenzo y Arthur en busca de alguna respuesta, pero la situación parecía cada vez más compleja.

Lorenzo, al ver la furia en mis ojos, se dirigió a Charles con expresión seria

-Charles, no podemos permitir que esto se salga de control. Si tienes algo que ver con esto, es mejor que lo digas ahora mismo-

Charles, aún en su estado de aturdimiento, repetía una y otra vez su inocencia.

- aqui esta tu laptop , me voy - sali casi corriendo de la casa , al llegar ala mia solo subi a mi auto , queria estar con mis padres , queria un abrazo de mi madre -

 (................)

mis padres, me rodearon con amor y comprensión. Sus palabras reconfortantes aliviaron parte de la carga que llevaba en el pecho. El calor de su abrazo me recordó que, a pesar de los obstáculos, siempre tendría el apoyo de mi familia.

Pasaron horas mientras nuestros abogados trabajaban en las medidas legales necesarias para frenar la difusión del video. Sentía una mezcla de rabia, impotencia y tristeza. ¿Cómo alguien podía ser tan malintencionado y cruel?

Arthur llegó a la casa de mis padres, con la mirada sombría y el semblante preocupado.

Arthur me abrazó con fuerza, sus brazos envolviéndome como un escudo protector. Sus palabras reconfortantes eran como bálsamo para mis heridas emocionales. Mi corazón, aún latiendo con la intensidad del desgaste emocional, se aquietaba con la cercanía de Arthur.

—Te amo demasiado—susurré, dejando que esas palabras fluyeran como un suspiro. Arthur acarició mi cabello y, con ternura en su mirada, me dijo:

—También te amo a ti, mi amor. Ya arreglé todo, no llores, mi cielo.-

Esa noche, bajo el techo acogedor de la casa de mis padres, comenzamos a vislumbrar la posibilidad de escapar de la tormenta mediática. La propuesta de ir a México para alejarnos temporalmente sonaba como una melodía tranquilizadora en medio del caos.

—Tal vez deberíamos irnos a México, al menos por el resto de las vacaciones-—sugerí, buscando un refugio temporal lejos de la tormenta mediática.

—Bien, volvamos a casa y vámonos esta noche-—respondió Arthur, sellando nuestro acuerdo con un beso

(.......................)

 Arthur y yo empacábamos nuestras cosas. Mi teléfono sonaba insistentemente, y cuando finalmente lo revisé, me encontré con los mensajes de Charles. Sus palabras intentaban explicar su inocencia en medio del caos que había creado:

—Hanna, yo no publiqué nada de eso. — Decía el primer mensaje.

—Hanna, en verdad puedo ser tan horrible, pero jamás con algo así. — Añadía el segundo.

—No sabía que estaba esa laptop aquí. — Concluía el último mensaje.

Decidí ignorar esas palabras por el momento y continuar enfocada en nuestra escapada a México. Arthur apareció con un vestido de bebé color rosa, sosteniéndolo con ternura.

—Este será el primer vestido que use nuestra bebé, porque sé que era una niña. — Dijo Arthur, revelando una mirada llena de amor 

POV'Charles

Mis manos temblaban mientras hablaba con mi abogado, tratando de entender la magnitud de la situación. Le expliqué que no había sido yo quien publicó ese video, que no tenía ninguna intención de herir a Hanna ni a Arthur de esa manera. Mi abogado me informó que Arthur y Hanna habían decidido no tomar acciones legales, pero con una condición: que yo no me acercara a Hanna, bajo ninguna circunstancia.

Acepté la condición, sintiéndome atrapado en una red de complicaciones que yo mismo había tejido. Comencé a empacar mis cosas, asumiendo que tendría que alejarme de la mujer que amaba. Sin embargo, mi madre apareció en el umbral de mi habitación y me detuvo.

—No, hijo. Yo sé que la amas. Quédate. Ambos vamos a arreglar esto.-— Me dijo, con una expresión de preocupación en su rostro.

Las palabras de mi madre resonaron en mis oídos

POV'Pascale

Miré por la ventana mientras el auto de Arthur se alejaba. Un profundo arrepentimiento se apoderó de mí. Había pensado que publicar ese video sería lo mejor para Hanna, pero ahora, viendo partir a Arthur, me cuestioné si había tomado la decisión correcta. Sabía que ella podía rehacer su vida con Charles, pero ¿qué pasaría con Arthur?

Mis pensamientos eran un torbellino de emociones. ¿Había hecho lo correcto al intervenir en la vida de mi hijo? Pensé en Arthur y en cómo se recuperaría de todo esto. Era evidente que lo amaba profundamente, y me dolía verlo partir así.

Al mismo tiempo, una voz en mi cabeza insistía en que quizás, con el tiempo, todo se resolvería. Charles estaba en casa, y podía ser un buen apoyo para Hanna. Sin embargo, una sensación de culpabilidad persistía en mi interior.

—Tal vez era necesario- me repetía a mí misma, intentando justificar mis acciones. Pero en el fondo, el remordimiento no me abandonaba.

Born to Die - Charles Leclerc -+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora