Los dibujos que hicieron no se quedaron en el colegio. La profesora los dejó llevárselos a casa, o tirarlos a la basura si eso les resultaba más conveniente. Las dos chicas obviamente no hicieron lo último. Firmaron sus obras y se las intercambiaron, para que ambas tuvieran un bonito recuerdo del día consigo. Aurora en sí, cuando llegó a su hogar lo enmarcó y lo puso sobre su escritorio. Luego, se tiró a su cama y se mordió el labio, sonriendo. Agarró una almohada y se cubrió el rostro, soltando un chillido tan agudo que la llegó a sorprender.
Después intentó recomponerse. Puso música en sus parlantes, haciendo a las paredes de su casa vibrar con las canciones de Abaddon, y comenzó con el aseo. Aspiró, barrió, les sacó polvo a los muebles, los cambió de lugar, limpió las ventanas, los espejos, lavó el baño... en fin. Le puso orden al nido de caos y tristeza en el que había estado viviendo sola por las últimas semanas.
Sus padres solo volverían de su viaje en tres días más. Pero quiso aprovechar el golpe de energía causado por su inesperado enamoramiento para dejarlo todo listo para su regreso. Sabía que algún episodio depresivo la podía golpear a cualquier minuto, y necesitaba ser útil mientras todavía tenía la disposición para ello.
Fue mientras enceraba el suelo de la sala cuando escuchó a alguien tocar la puerta de entrada. Al mirar por la mirilla, se encontró con Giovanni, ya libre de su uniforme escolar.
—¡ÁBREMEEEE! —él gritó, fingiendo golpear a la madera a su frente.
Ella se rio y le hizo caso.
—¿A qué vienes?
—Hola también, mejor amiga querida que tanto amo.
Aurora giró los ojos.
—Nos vimos hace menos de dos horas.
—Sí, pero pensaste que no me volverías a ver hasta mañana y me merezco un saludo.
—Hola, tonto.
—Me hieres siendo tan dura, Rory.
—Y tú a mí, siendo siempre tan dramático.
Giovanni entró a su casa como si también viviera allí, y al oír uno de sus temas favoritos de Abaddon resonar por el aire, tocó una batería imaginaria mientras caminaba al sofá.
—Take me by the hand and never let me go! Kiss me like you mean it, and when the sun gets low! Pull me to your bed and fuck me like you know! You're bewitching my soul! You're the girl that I love! TCHANANANANA....
—Ya no te basta arruinar la voz de Tommie, ¿también tienes que arruinar el solo de guitarra de Joe?
—Déjame cantar, sabes que te encanta; GIVE ME ALL YOU'VE GOT AND, BREAK ME DOWN IN HALF! DO WHAT YOU MUST DO, BUT DON'T LEAVE ME BEHIND! TAKE MEEEEE!
—¡Me vas a dejar sorda, Giovanni!
—BY THE HAND!!!...
La artista lo vio tirarse sobre el sofá mientras cantaba el resto de la canción y luego cambiar su batería ficticia por una guitarra, moviendo sus dedos por el aire como si realmente supiera lo que estaba haciendo. Cuando el track terminó, ella le dio gracias a Dios por ello. Porque no aguantaría otro minuto completo del muchacho gritando como un zorro en época de apareamiento a su lado.
—¿Ahora me vas a decir qué vienes a hacer aquí? ¿O vas a seguir dando tu concierto?
—Vengo a invitarte a ir a otro lugar abandonado conmigo, que queda cerca del bosque.
—¿Hoy?
—Sip.
—¿Así, de la nada? ¿Sin planear nuestra visita?
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【Blondie】
VampirAurora Reyes no le tiene fe, esperanza, o cariño alguno al mundo en el que vive. Hasta que en su camino entra Alexandra de la Cuadra, su previa nemesis, matona, y enemiga acérrima... convertida en novia.