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Bright.

Bueno, no sé qué decir.

Hacía ya unos días que Win había aceptado terminar conmigo. Hubo una suspensión en la preparatoria debido a que alguien se infectó de viruela y media preparatoria había sido contagiada.

Realmente estaba agradecido con eso, pues no hubiera podido ver la carita de Win después de lo que pasó.

A veces, uno no se da cuenta de lo inmaduro que está actuando hasta que algo malo sucede. En mi caso, me di cuenta de cómo dañé a Win al tratarlo como lo hice. Él siempre había sido comprensivo y me ayudaba en lo que podía, aun cuando él necesitaba más ayuda que yo.

Sabía que Win no era capaz de besarse con alguien más. Digo, apenas y me dejaba besarlo cuando ya éramos novios. Actué sin pensarlo y estas eran las consecuencias de mis acciones.

Jane tampoco me hablaba. Supongo que estaba enojada por cómo traté a Win y lo entendía. Digo, mi hermana se pasó más tiempo con él que conmigo cuando era más pequeña. Y lo único que hice fue darle más daño psicológico a su otro "hermano". Odiaba que lo llamara así, porque yo no quería que lo viera como su hermano, quería que lo viera como su cuñado, joder.

Todo esto lo comprendí justamente cuando Win me estaba reclamando en su casa. Él debió de haber pensado que mi actitud fue fingida; siempre fui comprensivo y con esa cosa tan insignificante, solo me vi demasiado infantil.

Okey, ya. Basta de arrepentimiento, necesitaba poner acciones.

Solo había un problema. Win me dijo que, por favor, ya no le hablara y me bloqueó de todas partes. Me lo merecía, pero no tenía manera de contactarlo. También hacía unos días que no lo veía salir de su casa.

—Bright, cariño. Tienes practica de futbol en veinte minutos, apúrate o llegaras tarde —me llamó mi mamá desde el primer piso y tuve que hacer caso.

Había olvidado mencionar que me había metido a practicar futbol, solo porque Win me dijo que necesitaba hacer ejercicio. Pensé y dije: qué mejor manera de hacer ejercicio que haciéndolo en un deporte que me gusta.

Tal vez después de la practica estaría un poco más desestresado y tendría algunas ideas.

Al llegar al campo de futbol, primero nos pusieron a correr. Todo estaba normal hasta que llegó un tipo al que no esperé ver ahí.

—Hola, a todos, llegué. No me extrañaron demasiado, ¿cierto? —Dijo Mew, saludando a medio equipo contrario.

Estaba que me hervía la sangre de solo verlo, pero el entrenador nos llamó a todos, jugaríamos un partido amistoso.

Todo comenzó bien, era un partido normal y Mew ni siquiera estaba dentro de la cancha, estaba sentado en la banca.

Silbaron. Era medio tiempo y, ahora sí, Mew entró a la cancha. Todo se complicó. Era muy brusco y me estaba poniendo de los nervios.

Okey, ya. Estaba harto de él y le di un balonazo en el vientre.

El juego se acabó y los demás jugadores simplemente lo tomaron como accidente.

Fui a las duchas a cambiarme; obviamente, no iba a ducharme ahí. Win me había dicho que eso no le gustaba y me pasó el disgusto.

Justo cuando estuve a punto de irme, Mew entro ahí.

—Sé que tu balonazo iba con todo el odio del mundo, Bright. No es mi culpa que Win te haya dejado. Solo eres tú y tus ideas locas de que nos besamos —dijo Mew, recargado en la puerta.

—Te gustan los marcos de las puertas, ¿verdad? —Pregunté ignorando todo lo que decía.

—Algo.

—Dame paso, me tengo que ir —dije.

—Ajá, huye cómo lo hiciste con tu relación. Si no pudiste lidiar con eso, simplemente déjalo ir. Regresara a mí y eso es lo que quiero. —Atacó nuevamente. 

—¡Cállate, joder! No soporto tu voz. —Me alteré tomándolo por la playera que llevaba puesta. 

—Hey, hey. Cálmate, Bright. Win aún no es mío, pero solo por ahora. —Sonrió.

—Acércate a él y mira cómo tu bonito rostro se desfigura. —Lo solté y salí furioso de ese lugar.

Al llegar a mi casa, estaba mucho más estresado de lo que estaba antes de esa práctica.

No lo había pensado muy bien es ese momento, pero... ¿Cómo sabía Mew, que Win y yo habíamos terminado? Digo, Win no es de esos que lo divulgan a cielo y mar. Ahora tenía otra duda.

El fin del día había llegado y me dispuse a llamar a Build.

—¿Aló?

—Hola, Build. Habla Bright. Oye, ¿tienes tiempo para hablar o estás muy ocupado? —Pregunté.

—Nah, tranquilo. Tú habla y yo escucho. Bible duerme temprano, así que no hay problema.

—Oh, cierto. ¿Cómo vas con Bible?

—Bien. Me pidió salir con él hace unos días y yo soy el chico más feliz por eso. No sabía que necesitaba a Bible solo hasta que lo conocí, es increíble.

—Te entiendo. Ojalá mi relación hubiera sido tan buena cómo la tuya. —Argumenté.

—Oh, cierto. Olvidé que estamos aquí para hablar de ti. Cuéntame, ¿por qué terminaste con Win?

—Bueno, es una larga historia, te la cuento después. Ahora solo quiero saber si puedes ayudarme con una idea de cómo volver con él.

—Mmm, Win es una persona complicada. Ha sufrido mucho y no es alguien que perdone fácil. Él dice que eres un idiota y siente que solo jugaste con él a la confiancita.

—¿Qué? ¿Ya te contó él?

—Bueno, sí. Pero quería escuchar tu versión. Siempre hay dos lados en una historia, Bright.

En ese momento, algo llegó a mi mente.

—Oye, Build. ¿Sabes si Bible conoce a Mew o se lleva con él? —Pregunté.

—Realmente, no estoy seguro, ¿por?

—Ay, no. Creo que ahora todo tiene sentido. —Tranqué.




Chocamos En El Trayecto • BrightWin • (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora