Chocamos En El Trayecto • BrightWin • (ADAPTACIÓN)

★27. Más acciones.

Como dije, necesitaba empezar desde cero.

Pero no sabía cómo. No me maten, digo, sé que ya había hecho esto una vez. Comenzó justo el día que conocí a Win, él era esa bolita de color emitiendo luz, en medio de bolitas grises y apagadas. Me enamoré profundamente de él cuando lo vi sonreír, pero... hacer las cosas mal, siempre deja marca y yo ya estaba marcado. No podía simplemente, reaparecer en su vida como si nada hubiera pasado, tenía que pensarlo bien.

Después de un rato pensando, se me ocurrió que podía empezar enviándole cosas, a él siempre le han gustado los detalles pequeños. Lo sabía porque una vez Cherreen le hizo una rana de papel y él la guardó en una repisa, como si fuera un diamante. Y en otra ocasión, Build le envió un sobre con gomitas y casi lo asfixia con su abrazo de agradecimiento.

Entonces, salí a la papelería y compré muchas cosas. Estaba dispuesto a aprender a hacer manualidades solo por él.

Encendí mis audífonos y los conecté al bluetooth. Ya escuchando música, tomé unas tijeras y comencé a cortar pequeños trozos de hojas rojas y verdes.

Había pasado ya una hora y diez minutos, y yo seguía en el mismo lugar, pero a punto de terminar un ramito de rosas de papel. Tenían hasta envoltura y todo. 

Tomé una hoja blanca y escribí: ‟Perdón, no quería ser un tonto. Por favor, habla conmigo."

Hace un rato, le pedí a mi mamá que me ayudara comprando algunas cosas en el supermercado. También preparé algunas magdalenas, para mi otra vez, futuro noviecito.

Cuando ya tuve listas las cosas, las acomodé y caminé hasta la puerta de su casa. Toqué el timbre después de dejarlas en la puerta y corrí a mi hogar, como nunca antes había corrido.

Tal vez digan: ‟Oye, Bright. ¿Por qué eres tan cobarde y tonto?" Y yo les contestaré: ‟Si lo presiono demasiado, tal vez me mande a la chingada por segunda vez y no quiero eso". Prefiero primero agobiarlo de regalitos y después hablar con él, ¿entienden?

♪

Después de siete días de estarle mandando ramitos de flores diferentes, con pequeñas notitas de disculpa y una que otra frasecita empalagosa. Win por fin me desbloqueó.

Lo supe porque lo llamé y oh, por Dios, le entró la llamada, no me respondió, pero joder, esto fue un gran avance para mí.

Nuevamente, los días volvieron a pasar y volví a llamarlo. Él contestó.

—¿Hola?

Me congelé al escuchar su voz nuevamente.

Joder, estaba tan feliz. Hace dos semanas y pico que no lo veía ni escuchaba y ya necesitaba escuchar su bonita voz.

—¿Hola? Lo siento, si esto es una broma, voy a colgar ahora —volvió a hablar Win. Amaba que, a pesar de que sentía que le estaban jugando una broma, siempre hablaba cortésmente.

—¡No! ¡Por favor, no cuelgues! S-soy Bai —contesté algo trabado. Tenía miedo de que, al decirle, me trancara en corto.

—¿Bai? Oh, perdona. Había borrado tu número hace un par de días —respondió.

Auch, su sinceridad me dolía.

—No te preocupes, me lo merecía. Antes de que me cuelgues... ¿puedo pedirte algo? —pregunté.