★20. ¿Una confesión de amor?

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Al terminar de charlar en la cafetería, Bai se apegó mucho a la idea de llevarme al cine, fue insistente nuevamente, y pues como me encanta hacerme el difícil, pues fue difícil. Pff, lo sé, soy terco, pero a Bai le gusta. 

En el cine, el mencionado me compró palomitas, un ice, chocolates, una crepa, pastelitos pequeños, más chocolates y un ramo de rosas, que, obviamente, me hicieron sonrojar cuando me las dio.

—Bai, no era necesario que me compraras tantas cosas... —dije agachando la cabeza, mientras caminábamos hacia unas mesas, para esperar la función que iniciaría en cuarenta minutos, aproximadamente. 

—Sé que odias recibir cosas porque dices que gasto mucho, pero entiende que a mí no me importa gastar demasiado dinero mientras sea en ti. Verte feliz, me hace feliz y con eso, tengo para seguirte comprando más y más. No te había visto en casi un mes, déjame consentirte un poquito, ¿quieres? —respondió y acarició mi mejilla. 

Le di una sonrisa de lado y solté una risita.

—Eres tan terco como yo —reímos al unísono. 

—¿Sabes? El tiempo que no fuiste a la preparatoria fue horrible. Cherreen y Build se apegaron mucho a mí y agradezco eso, pero sin ti, no era lo mismo. Digo, ya no tenía a quien molestar y ya no había nadie regañándonos al entrar al salón y cosas así. Varias veces Cherreen y Biu me invitaron a salir por lo desanimado que me encontraba al no saber de ti y siempre me negué, porque daría lo mismo. ¿Entiendes? No estarías ahí, de todos modos... 

Hicimos contacto visual mientras Bai hablaba, había un tono de tristeza en su voz, me hacía sentir culpable; lo aleje de mí solo porque sí. 

—En ese tiempo, me di cuenta de lo mucho que te necesito, lo mucho que significas para mí. Lo mucho que te amo y quiero estar contigo. Win, cuando no sé de ti, mi corazón se siente desmotivado. Cuando estás conmigo, no puedo evitar mirarte cuando no ves que lo hago, aprecio lo bonita que es tu cara y lo tierno que te ves cuando lees o te enojas —siguió hablando, pero ahora sus ojos daban un ligero brillo destellante.

—Sé que hace no mucho tiempo nos conocemos, pero no es como otros casos de enamoramiento, porque sí, como lo escuchaste ¡Estoy jodidamente enamorado de ti! —habló un poco más fuerte.

—Digo, una cosa es solo verte en la preparatoria y otra es que seas mi vecino. Pasar, literalmente, todo el tiempo juntos o mínimo en contactos, ¿sabes? Estas semanas, vuelvo y repito, fueron horribles solo porque no estabas conmigo. Estando en la preparatoria, te miraba en lugares en donde no estabas; estando en mi casa también te imaginaba conmigo. Y lo que es aún peor, cuando pensaba que estaba superando el no saber de ti, aparecías en mi sueño. ¡Joder! Siempre me sigues a donde quiera que vaya —se levantó del sitio donde estábamos sentados y se paró frente a mí.

—¿Te harás responsable de lo que me has causado? —preguntó y se agachó, tomando mi mano.

Estaba sorprendido. ¿Esto es lo que llaman una confesión de amor?

Seguramente mi cara estaba roja y mis orejas calientes. Y es que, oh, por Dios, Bai se me estaba declarando. El chico que, no negaré que me gusta, me estaba confesando su amor.

Mis pensamientos abundaban tanto en ese momento que no sabía por qué palabras irme y usar.

Me levanté y suspiré, con una mano abrazando las rosas y la otra, agarrando la mano de Bai, dije: "sí".

—Sí, me haré cargo de lo que provoqué —sonreí.

Bai se levantó en 0,2 segundos y superemocionado, también sonrió, me dio un abrazo, siempre regulando la fuerza por miedo a lastimarme y luego tomó mi rostro.

No pensaba en nada, solo podía mirar sus ojitos queriendo llorar de la emoción.

—Te amo y te necesito como no te imaginas —fue lo que dijo antes de tomar mi cintura, acercándome más a él y luego besarme.

Joder, me tomó tan de sorpresa que solté mis rosas, solo quería sentir sus labios, sus suaves y ricos labios, que ya había probado alguna vez...  



Chocamos En El Trayecto • BrightWin • (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora