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—Temo que cometimos el peor error de todos los tiempos, esto casi nunca había sucedido y me apena tanto tener que decirles esto.— Un timbre sonó en el lugar, la mujer contestó de inmediato.

—Ya empacaque mis cosas, señora Clawthorne ¿Puedo retirarme ya?

—Sí querida. Ah, y una recomendación, no utilices mi nombre en tus referencias ¿Sí? Buen día— colgó y nuevamente miró a las amigas, con un semblante preocupado. Con un suspiro finalmente habló.— Lamento informarles que sus fechas se confundieron y fueron programadas para el mismo día, veinticinco de noviembre

Las dos amigas se miraron con horror, esto no podía estar pasando, no en sus días felices.

—P-Pero debe haber una solución ¿Verdad?— Preguntó Brisa

—Bueno, tenemos fechas para el diez de noviembre-

—¡Genial! Tomaré esa, asunto resuelto.— Respondió con rapidez

—Sí, pero dentro de dos años.

Las chicas se desanimaron completamente, Martina estaba enojada con esto, iba a matar a quien haya cometido el error.

—¿Habrá una forma de que podamos hablar con la otra novia?

—Lo siento, pero los registros de nuestras novias son clasificados y no podemos ofrecerlos. Enserio quisiera poder darles una solución más efectiva si quieren su boda en noviembre, pero no puedo. La fecha que la señorita Dominguez escogió ya fue tomada gracias a la despistada de mi ex secretaria.

Sin poder tener una solución en el momento, ambas mujeres se retiraron con pesimismo, sin saber qué podría ocurrir con su sueño de una boda en noviembre, en la mejor época del año. De repente, cuando estaban en la puerta, vieron a la susodicha ex secretaria saliendo con semblante de derrota y frustración. Inmediatamente se acercaron a atacar.

—Hola— habló Martina acorralando a la mujer mayor para que no pudiera subirse a su auto.— Mira, me enteré que cometiste un imperdonable error y estoy dispuesta a negociar porque ando muy amable hoy, así que te recomiendo que aproveches mi amabilidad el día de hoy ¿No te parece?

Con eso la mujer cantó cual pájaro.

Ambas amigas se dirigieron a dónde debería estar la otra novia; según su informante se llamaba Selena Mosca de veintisiete años, fotograda al igual que su futuro esposo y se mudaría pronto a Nueva York para una mejor vida, siendo que esperaría a casarse en Owl Place para luego mudarse

Ingresaron a la tienda de regalos para bodas y se encontraron con Selena, quien estaba mirando diferentes artículos. Era el momento de actuar.

—¡Hola, Selena! ¿Cómo estás?— preguntó Brisa

La mujer la miró con confusión. —Disculpa, ¿nos conocemos?

—No importa. Nos vimos el día que estuvimos con la señora Clawthorne, nosotraw fuimos quienes te informaron sobre la fecha de noviembre. ¿Recuerdas? —dijo mientras la seguía con Martina detrás

—¿Estás segura? Eso me parece un poco espeluznante, si me permites decirlo.

—Sí, lo sé. Pero tenemos una razón muy válida para estar aca en este momento

—Escucha, hubo un error con las fechas y me pusieron el mismo día que la boda de mi mejor amiga. Estoy aquí para pedirte, no, suplicarte que accedas a intercambiar nuestras fechas. Me das la tuya y yo te doy la mía. Así todas ganamos. ¿Entendes?

Selena la miró aturdida, con pizcas de pánico, sin saber cómo responder.

—Puede que sea algo chocante para vos, pero si entendes, ¿no? Tenes un trabajo estable y sos muy bonita, estoy segura de que te superarás. No querrás que eso se arruine, ¿verdad? —intervino Martina sacando su lado menos amable cuando la amabilidad no funcionaba.

—Disculpa, ¿acaso huelo una amenaza?

—Ah... ¿no?

Selena suspiró y se alejó de ellas. —Me gustaría ayudar, pero ya di la fecha de mi boda a mi familia y amigos, así que no puedo intercambiarla, menos cuando me acaban de amenazar.

—No tiene porque ser así. ¡Podemos encontrar una manera pacífica para resolver esto! ¿Verdad, Martina?

—Claro que sí —contestó tranquilamente, hasta que dejó de estar tranquila y trató de abalanzarse sobre la mujer— ¡Danos la fecha de tu boda!

No hace falta decir que las sacaron de ese lugar después de su pequeño encuentro

—Bueno, parece que llegamos a una conclusión.

—Sí.

—El tema es ¿Quién debería cambiar la fecha?

—No estoy segura

—También debemos considerar a la chica que estuvo ahorrando desde su adolescencia, dividiendo su dinero para su vida y una futura boda para que finalmente pueda ser caprichosa por una vez en su vida.

—Ugh ¡Está bien! Hagamos esto, ya que ninguna de nosotras decide quién cambiará su fecha, detengamos toda la organización hasta que una decida.

—Me parece perfecto.

—De acuerdo, ninguna de nosotras avanzará con los planes. Espero que podamos solucionar esto pronto.

—Yo también.

...

—¿Hablaste con tu mujer?

—Martina está muy reacia a cambiar la fecha— dijo Lourdes, quien estaba en una llamada con la prometida de Brisa, Micaela—Intente convencerla pero insiste mucho en que no quiere cambiarla.

—Brisa está muy decidida a tener la boda en noviembre, me estresa que no quiera siquiera considerar cambiar la fecha, es solo una fecha.

—Bueno, ambas estuvieron soñando con este día desde que eran niñas según me contaron. Esto es un evento importante para ambas y quieren que sea perfecto, entiendo eso pero ya pasaron dos semanas y no se hablaron

—Sí, el sueño de la infancia, absurdo. Nuestra boda puede ser en octubre, septiembre, cualquier mes, agh. Es la primera vez que Brisa se pone tan insistente en algo, ya no sé qué decirle para que desista.

—¡Lulita! ¿Qué pensas? — la voz de Martina hizo que Lourdes se alejara de la llamada y se dirigiera a su novia. Ambas estaban en una tienda de tarjetas, según su novia podrían ir eligiendo una tarjeta para ya tenerla separada y cuando se arregle el problema de las fechas ya solo mandarlas a hacer-

—Es muy bonito, en serio, pero sigamos viendo por si acaso, no queremos arrepentimientos. — La chica de ojos marrones aceptó la propuesta de su novia, pero seguía convencida de que esa debía ser la tarjeta.

—Perdon Mica, estamos en una tienda de tarjetas y Marti... creo que ya eligió la adecuada.

Mientras en la casa de la pelinegra, su novia había ingresado a la cocina a servirse un pequeño bocadillo, hasta que la vio en el celular.

—¿Con quién hablas?

—Con Lourdes, dice que está en una tienda de tarjetas con Martina — Eso dejó helada a la chica más baja.

—¿Q-Qué?... pe-pero para eso debes la fecha decidida, no debe ser... — Brisa se tensó, en vez de que una tristeza la envolviera, un sentimiento de furia la envolvió

Sin decir nada se dirigió a la cocina y agarró su celular, en un ataque de ira envió a todas sus amigas y familiares un mensaje anunciando la fecha de su boda.

25 de noviembre en el Owl Place.



















Guerra de novias -Martuli/ BrangieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora