Guerra de novias -Martuli/ Brangie

9️⃣

Cuando Martina llegó a la recepción de la empresa, la recepcionista le informó sobre una entrega de dulces, los aceptó con gusto y se los llevó a su oficina.

—Qué lindo detalle.— Dijo ella, comiendo uno mientras se sentaba y sacaba su libro de bocetos para continuar con la propuesta

Su puerta sonó y dio permiso para que entrara, era su hermano con semblante sereno.

—Hola, ¿cómo estás? ¿Avanzaste con el video montaje para la boda de Brisa?— preguntó con naturalidad, acercándose para dejar un sobre.— Esto te llegó, es del periódico local, te lo envió el mismo periodista.

—Eso es... interesante. Pero respecto al video, no estoy segura si hacer algo. Aparezco en casi todo, no sé si lograrán poner una foto donde no salga yo— habló con cierta superioridad, agarrando una galleta mientras abría el sobre y sacaba el periódico para hojearlo- Parece que es un anuncio de compromiso, tal vez de una buena samaritana o una famosa, puede haber muchas-

La voz de Martina se cortó en el momento en que vio el artículo. El nombre "Chicas locales se casan en Owl Place" resaltaba en letra grande y negra, con dos fotos de las susodichas mejores amigas. La foto de Brisa era muy favorecedora, resaltando su belleza indiscutible, mientras que la foto de Martina... ella siempre fue hermosa, pero tuvo una etapa oscura que quisiera olvidar, y esa foto estaba ahí, recordándoselo.

El rostro de la chica se tiñó de rojo de ira y vergüenza. Brisa sabía que fue una época muy dura para ella, pero no le importó y debió haber pagado para poner esa foto.

—Oh wow, Brisa se ve bellísima. Ja, Angie se derretiría con esa foto, tal vez debería-

La voz de Nicolas se cortó ante la mirada de enojo que Martina le proporcionó, sus ojos dorados expresaban suma furia y el color rojo brillaba con ira.

—Eh... bueno, aparece bien.

La morocha bufó. Esta pelea absurda empezaba a irse a otros niveles y ella no se quedaría atrás.

—Bien, si Brisa quiere jugar con fuego, entonces se lo daré. Nico, llama a Amelia y dile que acepto su invitación para almorzar. Con ella, todo el mundo sabrá este chisme en menos de dos segundos.

—¿Un chisme real o inventado? Tengo que saber por si me quieren involucrar.

Martina sonrió. —Será falso, pero eso no significa que no afecte.

—¿Qué planeas decir?

—Será algo complicado de creer, pero diré que Brisa está embarazada.

Nico la miró expectante, sin haber entendido.

—Agh, es otra forma de decir embarazada.

—Ayaaa, un momento ¿Pero cómo sería sin un donante?

—Siempre hay formas. Ya será que Amelia deje volar su imaginación.

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—¡Agh, maldita sea!— Exclamó Martina mientras trataba de ponerse su vestido de novia.

—¿Todo bien? ¿Quieres ayuda?— Preguntó su novia al otro lado de la puerta mientras comía una manzana.

—¡Ay no, no, no! ¡Maldita sea, esto no puede pasar!— Exclamó la mujer frustrada. El cierre no cerraba y su vestido ya no le entraba, debió de subir de peso. Sintió cómo unas lágrimas de frustración y desesperación querían salir por sus ojos, pero ella las limpió.

—¿Amor?— Volvió a preguntar, preocupada.

—¡El maldito vestido ya no me queda!— gritó al abrir la puerta con una bata puesta, señalando a Lourdes con el dedo.— Agradezco todos los dulces que me enviaste, enserio, pero creo que te pasaste- apoyo sus manos en los hombros de su novia

La ojiverde la miró confundida, agarrando la caja de chocolates que estaba sobre la mesa, luego miró a su prometida, preocupada.

—Mar, yo no te envié ni un dulce, además, estos chocolates son de "El internacional mundo de la mantequilla", no sé qué otros dulces te has estado comiendo pero todo esto era un claro ejemplo de que subirías de peso.— Declaró, haciendo que ella se sorprendiera, pero luego se pusiera roja de ira.

La mente de Martina empezó a procesar todo, era obvio ¡Brisa había hecho todo esto, enviándole dulces para que suba de peso y no entre en su vestido!

—Brisa...— susurró, sus manos se cerraron en puños firmes mientras un plan de venganza se ideaba en su mente.—¡Le haré pagar!