Brisa se sentía confundida y culpable después de haberle dado dulces a Martina para que subiera de peso en nombre de Lourdes. A pesar de seguir la petición de Barbara y enviar los dulces, no se sentía satisfecha, sino más bien mal por su acción. Intentó cancelar la orden, pero ya era demasiado tarde, el repartidor ya había entregado los dulces y ella tuvo que lidiar con su creciente culpa.
—¿cómo estás? No te veo muy animada desde la noticia —dijo Micaela, estirándose en medio del salón para su práctica de baile.
Brisa le respondió con una sonrisa cansada. Además de sentirse culpable por los dulces, también recibió la noticia de que una de sus suegras le ofreció su vestido de novia para usar en su boda. En realidad, no tuvo opción, ya que el vestido ya estaba en su casa y Micaela lo hizo probar inmediatamente.
—No es eso, estoy muy cansada con la planificación. Me gustaría que pudieras venir conmigo para ayudar —se quejó. Mica no la había acompañado en la planificación, y aunque entendía que tenía que atender a sus madres, ya había pasado más de una semana desde su llegada.
—Sé que puedes encargarte de esto, planear bodas o ir a muchos lugares para eso no es lo mío. Confío en que harás la boda soñada para ambas —respondió con indiferencia.
Brisa suspiró profundamente, pero decidió no quejarse mucho.
Mientras tanto, en el salón, su instructora de baile, Rosa, las apremiaba a empezar.
Ambas novias siguieron las órdenes de la instructora, bailando desde pasos de cumbia hasta break dance, sin comprender por qué estaban bailando algo que no tenía nada que ver con el baile que estaban practicando. Tal vez era una nueva visión.
Después de terminar agotadas, notaron a una mujer morena con cabello oscuro, quien les informó que ya era hora de empezar su sesión.
—¿Qué? ¡Acabamos de terminar! —exclamó Micaela molesta.
—No tuvimos nuestra sesión, ustedes pasaron su hora de las dos a las tres por problemas de horario con sus trabajos —explicó la mujer con naturalidad y confusión al verlas tan agotadas.
—Pero... —Brisa se dio cuenta de que se habían confundido de horario y miró a su novia con frustración— Déjanos descansar un poco.
La mujer asintió.
Después de su verdadero ensayo finalmente ambas se fueron de ahí muy cansadas, agarradas de la mano.
—No puedo creer que Martina haya hecho eso, esta vez se pasó.— Comentó Brisa, aunque se sintió algo culpable por decir eso después de lo que hizo con los dulces.
—Sí, definitivamente esa mujer está loca. Aunque tampoco me sorprende mucho, siempre ha estado demente.
—Ella no puede meterse con nuestro estilo, esto definitivamente no se quedará así.
—esa mujer es muy independiente, no sé cómo Lourdes podrá controlarla una vez estén casadas.— El comentario tan machista que Mica hizo, lo cual es irónico ya que son mujeres, puso a Brisa en alerta, no haciéndole gracia eso.
—¿Qué? ¿Qué Lourdes controle a Martina? ¿Qué es muy independiente? Pues si sabes, ella es una mujer con derechos como vos, no debe obedecer órdenes de nadie y Luli no debe darle órdenes, ella no debe ser controlada por nadie y es muy bueno que sea independiente, no debe de depender de nadie.— Lo que dijo solo hizo que su novia rodara los ojos y le soltara la mano.
—No puedo creer que aún la defiendes después de lo que hizo, debes definir quiénes son buenas influencias en tu vida.— Dijo, para luego adentrarse en el departamento y dejando a Brisa confundida.
El último mes antes del gran día podría considerarse como la prueba de oro para las futuras parejas casadas; determina el trabajo en equipo, resolver problemas y comunicarse.
El entusiasmo inicial se puede disipar y los nervios empiezan a salir a la luz. En algunas parejas pueden sacar los conflictos fundamentales de su relación (como sucedió con la búsqueda del anillo para Brisa y Micaela, quienes terminaron yéndose sin una decisión y con una fuerte tensión), mientras que en otras, las que tuvieron suerte, realza la armonía esencial de su unión (como fue el caso de Lourdes y Martina, ambas entusiasmadas por la búsqueda del anillo perfecto y logrando encontrarlo con suma felicidad).
Dos parejas completamente opuestas en el desarrollo para el gran día, con suerte ambas lograrán sobrevivir hasta la boda.
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Guerra de novias -Martuli/ Brangie
DiversosMartina y Brisa son mejores amigas de toda la vida pero cuando sus bodas son programadas por error el mismo día estas amigas no dudarán en declarase la guerra Historia inspirada en la película "guerra de novias"