[MomoJirou] Enemigas con derecho.

16

En pocos minutos llegó al hospital. Era tarde aunque no demasiado, pero afortunadamente se seguía pudiendo visitar a los pacientes. Los hospitales son de los pocos lugares en los que siempre está pasando algo, como en la ciudad que nunca duerme.

Subió a la habitación de Jirou. Llamó antes de entrar, y la chica de los auriculares le dio permiso para pasar, sin saber aún quién estaba en la puerta. Se sorprendió al ver a Momo, ya que su novia había estado allí apenas una hora antes.

- ¿Yaomomo? ¿Qué haces aquí? - Preguntó Jirou confusa. Estaba sola, su abuela se había ido hace un rato.

- Necesito hablar contigo. Es urgente. - Dijo seriamente Momo, lo cual solo logró confundir aún más a Kyoka.

- Está bien... ¿Qué pasa?

Momo se acercó a la cama de su novia, y antes de que Jirou pudiera reaccionar, la abrazó con fuerza, con mucha fuerza. Ella correspondió el abrazo y, en parte gracias a su super oído, escuchó los débiles sollozos de su novia. Momo estaba llorando encima de su hombro. Esto preocupó a Jirou.

- ¡Momo! ¿Estás bien? - Dijo preocupada, aún en el abrazo.

- Perdón, perdón por no haberte creído. Lo siento mucho... - Lloró Momo.

- ¿Eh? ¿De qué estás hablando? - Preguntó Kyoka, confusa por la repentina disculpa de la pelinegra.

Momo se separó del abrazo y miró a su novia, secándose las lágrimas. Luego sacó el papel que había cogido del despacho de la madre de Jirou y se lo dio a la pelimorada. Ella la miró sin entender nada, pero cogió el papel.

- Léelo. - Ordenó Yaoyorozu en tono solemne. - Si quieres en alto.

Jirou bajó su mirada hasta aquel trozo de papel y lo desdobló. Luego comenzó a leer el título de aquello, que parecía un documento.

- Informe de inspección de maquinaria pesada. - Leyó. - Fábrica 2 sector 1, industrias Yoarashi.

Miró a su novia con confusión. No entendía nada. ¿Industrias Yoarashi? ¿Qué tenía que ver la empresa del padre de Inasa en todo eso?

- Sigue leyendo. - Dijo Momo.

- Estado de la revisión: no apto. - Leyó la chica pelimorada. Ahora venía un texto muy largo, que no sabía si debía leer también, así que miró a Momo para confirmar.

- Ahora lee el nombre de la persona que hizo la revisión. - Ordenó la pelinegra, decidida.

- Firmado... Mika Jirou. - Leyó finalmente la chica. - ¿Mi madre?

- Sí, tu madre. - Respondió Momo con firmeza, pero con comprensión, ya que lo que estaba a punto de decir no sería fácil para Kyoka.

- No entiendo nada. - Admitió Jirou, que estudiaba aquella hoja de papel, confundida.

- Es un informe de la revisión de la máquina que mató a los diez trabajadores. - Empezó a explicar Momo. - Tu madre hizo la revisión de la máquina.

- ¿Cómo? - Exclamó Kyoka, ya que aquella era mucha información para ella.

Momo suspiró.

- ¿Nunca te pareció raro que tu madre muriera días después del accidente de la fábrica?

- No, nunca me lo había planteado. - Admitió la pelimorada.

- No fue un accidente. Mataron a tu madre.

Jirou se había quedado en shock, aquello era demasiado. ¿Su madre? ¿Asesinada? ¿Por qué? Momo siguió hablando ante la mirada de confusión de su novia.