Capítulo 3

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—¿Puede explicar qué es lo que está tratando de lograr, Señorita Granger?— Snape la miró con desdén.

Se levantó y arrojó los cristales rotos a la basura.

—Estoy trabajando para mejorar mi poción ya que nunca parece estar satisfecho con mis habilidades.

Snape la miró fijamente, o mirarla desde arriba sería la mejor manera de describirlo.

—¿Puedo sugerir algo? Parece demasiado emocional para trabajar con pociones en este momento.

—Sí, bueno, supongo que no hay ninguna regla que me impida trabajar en mi tesis sobre pociones mientras estoy 'emocional'.

Los ojos de Snape se entrecerraron.

—No, tal vez no. Pero puedo decirle que estos ingredientes que ha reunido de manera tan destacada no resultarán en nada porque la plata y las plumas de gallina se anulan entre sí.

Ella lo sabía. Qué error de principiante. Ni siquiera había tenido la intención de agarrar eso.

—Bien—, se alejó del caldero. Las paredes parecían acercarse a ella. Allá afuera todos se reían de ella. —Le entregaré mi solicitud de abandono por la mañana.

Pasó junto a él con pasos rápidos hasta que su voz aguda la llamó y ella se quedó quieta.

—Siéntese.— Él ordenó y ella tomó asiento en una de las sillas, la vieja madera crujió debajo de ella.

El rostro de Snape nunca reveló nada. «Debería probar suerte en el póquer», pensó.

—¿Por qué has elegido las pociones como tu especialidad?— Preguntó.

Nerviosamente jugueteó con la manga de su túnica.

—Esto me interesa.

La ceja de Snape se alzó con precisión.

—Te interesa, repitió como si fuera la cosa más ridícula que jamás haya escuchado. —Estoy seguro de que hay otras especialidades que le interesan, señorita Granger.

Él la rodeó como un cuervo.

—Lo entiendo, cree que elegí mal. Ya le dije que voy a abandonar. ¿Qué más quiere?

El profesor se detuvo abruptamente frente a ella. Los ojos negros la observaron con curiosidad como si fuera una poción a la que él no podía encontrarle sentido.

—Cuando escuché que la bruja más brillante de su generación se unió a mi clase, sentí mucha curiosidad por ver qué podría aportar, Señorita Granger. Entonces, imagine mi decepción cuando vi el trabajo mediocre que ha estado haciendo.

Estaba a punto de reír histéricamente o llorar. Tal vez ambos.

—Lo sé, la chica dorada ya no es tan dorada—, dijo y sorprendentemente mantuvo la compostura. Ella se levantó. —Si eso es todo, me iré. ¿O le gustaría decirme que soy una decepción de otra forma? ¿Tal vez escribirlo para poder enmarcarlo?

Snape simplemente la miraba fijamente y a veces ella deseaba que él realmente reaccionara como un humano normal ante las cosas. Se giró y se dirigió hacia la puerta.

—Las pociones son una forma de arte muy difícil. No es una ecuación matemática. Requiere algo más.

Ella se detuvo y tentativamente se volvió hacia él nuevamente, pero permaneció cerca de la puerta.

—¿Qué se requiere?

—Intención—, respondió Snape. —Incluso al recrear pociones que ya han sido desarrolladas, puede resultar complicado cuando la intención detrás de ellas es incorrecta. Pero para idear una nueva poción, es necesario profundizar más. No abandonará mi clase.— Su voz era autoritaria. —La semana que viene no tocara ni un solo ingrediente. Su única tarea será responder una pregunta: ¿Por qué está en esta clase?

Damaged Goods - dramione *TRADUCCIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora