Capítulo 13

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Él era la última persona que quería ver en este momento.

—Te dije que te alejaras de mi—, dijo sin darse la vuelta.

—La torre de astronomía es mi territorio. Solía ​​venir aquí todo el tiempo.

—¿Me estás siguiendo ahora?

Escuchó sus pasos acercándose cada vez más. Todo en ella ardía. Ella siguió respirando de manera uniforme.

—Alguien tiene que vigilarte cuando estás bajando de tu euforia—, dijo mientras se paraba junto a ella.

Ella lo miró desconcertada.

—¿De qué estás hablando?— No había manera de que él pudiera saberlo. Ella no le había dicho a nadie acerca de tomar la poción.

—Parece que ya estás saliendo de eso ahora mismo. ¿Valió la pena?

—No tomé nada.

Él se rió entre dientes.

—Por favor, Granger. En el pasado tomé suficientes gavisus para reconocer los signos.

Ella cruzó los brazos sobre el pecho, preocupada de poder usarlos para estrangularlo.

—Tu sonrisa era falsa.

Ella puso los ojos en blanco.

—¿Y tú lo sabrías?

El asintió.

—Tus ojos se arrugan cuando te ríes de verdad. Esa fue mi primera pista. Pero luego supuse que solo estabas montando un espectáculo para ese inútil pedazo de músculo de Whitmore. Mi siguiente pista fue la forma en que me hablaste en el bar—. Sacudió la cabeza. —Era obvio que no eras tú quien hablaba. Y luego confirmé mis sospechas cuando te olí lúpulo de limón y pluma de sol. Ninguna otra poción de uso común tiene ambos ingredientes.

Bastardo inteligente.

—Bueno, de todos modos no necesito que me cuides para que puedas irte a la mierda.

—Lo digo en serio, Granger, no deberías estar sola con esto. Especialmente si es la primera vez que lo usas.

—No estaré sola. Se lo diré a Harry.

—Ambos sabemos que eso no es cierto. Tus amigos son la razón por la que lo tomaste en primer lugar. Querías mostrarles que puedes volver a ser normal. Y lo aceptaron sin más sospechas. No se dieron cuenta que tu risa era falsa. Que no eras tú misma.

Ella pasó junto a él.

—Cállate.— Pero no estaba del todo equivocado. Habían visto lo que querían ver. La vieja Hermione. Feliz. Se le había acabado el tiempo para curar su trauma. Ya nadie lo entendió. Ni siquiera ella misma.

Él la agarró por el brazo y ella se cansó de sus juegos. Se giró y estuvo a punto de golpearlo en la cara, pero esta vez él había anticipado su movimiento y agarró su otra muñeca antes de que ella se acercara a él.

—Dime que me equivoco—, dijo con satisfacción.

Una estrategia diferente entonces.

—Todos estos años después y todavía te sientes inferior a Harry. Sabías cómo podías lastimarlo: burlándote de él conmigo.

Un músculo de su mandíbula se flexionó bajo su pálida piel.

—No voy a negar que me produce una inmensa alegría verlo miserable. Pero lo que dije sobre ti es la verdad. No soy yo quien te juzga por eso. Es él. Tus amigos. No te aceptan tal como eres.

Damaged Goods - dramione *TRADUCCIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora