El fruto prohibido

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Eva se encontraba sola, caminando en dirección al árbol donde ella y Adán solían descansar, aún estaba algo molesta por los comentarios de aquel arcángel.

"A pesar de tener un rostro amable es muy grosero" pensaba Eva.

Desde donde estaba pudo ver a Adán jugando con algunos animales, este había tomado una rama y simulaba tocar un instrumento o algo parecido mientras cantaba algo.

Alguien como él no podría ser tan malo para dejarla por su aspecto, no es así?

Ella creía eso, Eva esperaba creer eso.

Al llegar a su lado Adán la saludo - ¿Por qué la cara larga? - pregunto el varón - Nada importante... - respondió la mujer.

Adán - volvió a hablar la joven después de unos segundos - ¿Crees que soy más bonita que Lilith? - hablo con pesar, las constantes comparaciones a la ex de Adán al fin mostraban los frutos de la inseguridad en Eva.

Adán se quedó callado "¿Qué se supone que responda a eso?" pensó.

Adán tenía claro que Eva era linda, su personalidad dulce y algo sumisa le gustaba, la hacía lucir tierna, aún más cuando sus ojos se llenaban de brillo cada que esté le enseñaba cosas nuevas....pero Lilith....Dios! Ella era realmente atractiva, claro Adán creía que su caracter no le ayudaba, era demasiado seria y nunca supieron entenderse, pero ese brillo de soberbia en sus ojos era para morirse.

Adán lo pensó un rato y contesto - No podría elegir a ninguna - Eva le gustaba pero Lilith no es fácil de olvidar, tal vez solo le gustaban las mujeres de carácter fuerte? Él no lo sabía.

La fémina a su lado tras oír su respuesta se sorprendió, acaso las palabras del arcángel eran ciertas? Y sí Adán no la amaba?

Como pudo disimuló las lágrimas que comenzaban a llenar sus ojos, agacho el rostro, su corazón dolía y no sabía bien el porque, tras unos segundos levanto la cara y con su mejor sonrisa le contesto - Ya veo - su voz sonó tan normal que no cabría la duda ante su respuesta.

Esa noche Eva prefirió dormir sobre la rama de un árbol que al costado de Adán como siempre lo hacía.

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Pasaron los días Eva seguía algo inquieta por la respuesta de Adán, no exploraba nuevas zonas del Edén con temor de encontrarse con aquel arcángel, Eva no entendía bien pero se sentía avergonzada, avergonzada de haberle gritado que Adán no la cambiaría sin saber que esté aún vivía con el recuerdo de su ex pareja.

Su cara se torno de rojo en pensar que debía de disculparse con el arcángel por su actitud; sí, aún le parecía grosero el que la comparará con otra mujer, pero debía de disculparse por alterarse tanto, y aunque le duela, también porque el joven alado tenía razón, Adán prefería a Lilith, esto a ojos de Eva.

- Eva, ven rápido - los llamados de Adán lograron sacarla de sus pensamientos - Un nuevo árbol, te encantará! - grito emocionado el varón, se colocó a cuesta del árbol en el que Eva se recostaba dando pequeños saltos impaciente.

El joven no era idiota, se había percatado del desánimo de su compañera estos días, quería animarla pero no sabía de qué manera, el hombre vago por los rincones del Edén, quería encontrar algo nuevo, algo nunca antes visto para dárselo a la joven, fue ahí donde el nuevo árbol que encontró se unió al plan, Adán la llevaría y podría ver nuevamente el brillo de asombro en los ojos de la contraría.

Eva se sorprendió al escuchar la noticia y bajo lentamente, más antes de tocar el suelo las manos de Adán sujetaron su cintura y halo de ella suavemente para rodearla con sus brazos ayudándole a bajar.

One-shot's Hazbin Hotel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora