Guía y Cazador de almas

301 9 0
                                    


El infierno era un caos, y Ofel no se refería al caos habitual, desde el anuncio del adelanto del exterminio todo se salió de control.
Pecadores por ahí y por allá corriendo, gritando, rompiendo y matando.

Mefistófeles y su hijo trataban de contabilizar cada alma nueva que perdía el camino, era un poco más difícil si la multitud estaba alterada; ambos pelinegros aún no sabían que hacer con la información que su trabajo les había brindado.

El exponer al público que los ángeles podían morir levantaría al infierno en guerra, por un lado sus ganancias y trabajo subirían, pero Mefistófeles tenía un cierto cariño a su antiguo hogar y Ofel temia que los seres que admiraban resultarán lastimados.

En medio de las dudas una invitación fue recibida, el remitente? Carmilla, el mensaje? Reunión con los Overlod's más importantes del pentagrama.

El pelinegro mayor no solía usar su estatus de Overlod, por consiguiente no tenía mucha relación con estos, con suerte conocía a Zestial, al ser uno de los primeros en llegar y a la señorita Carmilla por su negocio de armas celestiales.

Mefistófeles no veía la necesidad de asistir pero antes de poder negar aquella invitación Ofel hablo - Podemos conseguir información acerca de como murió el ángel - su mirada siempre sería mostraba preocupación, dejo por un momento sus cuentas y espero la respuesta de su padre.

El secuaz de Lucifer lo pensó por un momento, al final asintió a la petición de su hijo y lo dejo presentarse en aquella reunión, mientras más información tuvieran acerca del futuro del infierno tendrían más opciones sobre que hacer.

Ofel dejo sus cuentas a un lado, su padre se acercó a revisarlas, por primera vez en todos los años que su hijo trabajo con él esté desviaba las cuentas por voluntad propia.

El negocio de lavado de almas no era el favorito de esa familia, si llegaban a hacerlo cobraban grandes cantidades, pero el alma del ángel no estaba registrada en las cuentas de almas entrantes, Mefiz estaba orgulloso de su hijo.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

Camino al edificio donde se llevaría acabo la reunión con los Overlod's, los pecadores que veían a Ofel corrían y gritaban, era bien conocido gracias al estatus que su familia tenía como socio del señor del infierno y uno de los primeros Overlod's.

En su camino dos figuras se hicieron presentes, una negra con verde más alta y una roja con cuernos de su mismo tamaño, ante el menor se encontraban Zestial y Alastor, cuando los Overlod's se percataron de su presencia pararon a saludarlo.

- Joven Ofel, hace tiempo que no lo veía - hablo con amabilidad Zestial mientras hacía una reverencia.

- El placer es mío por reencontrarnos señor Zestial - con cordial actitud devolvió el saludo - Veo que el señor Alastor regreso - el de negro traje miro al demonio radio.

- Es un gusto estar de vuelta - contesto el mencionado con aquella característica sonrisa suya - Me enteré que hace poco tuviste un encuentro con mi querida socia de negocios - la expresión de Alastor no cambio mucho aunque detrás suyo los símbolos vudú y distorsiones se hicieron presentes.

- Sino recuerdo mal, la princesa Charlie y usted fundaron un hotel, cierto? - los Overlod's hablaban mientras se encaminaban al edificio de Carmilla - De ser así, es correcto, asistimos a una reunión con el cielo - Ofel no le daba importancia al asunto, cosa que molesto un poco al demonio ciervo.

- He de decir señor Alastor, que la presentación de su compañera necesita varios ajustes, tal vez deba tomarse siete años más de vacaciones para arreglar esos detalles - aquellas palabras tenían la intención de enfadar al de la radio y cumplieron su cometido.

One-shot's Hazbin Hotel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora