Snow Flower | Taekook ° Kooktae

1: Wish You Were Sober

A las tres de la mañana todas las fiestas comenzaban a apestar.

La música de fondo sonaba tan alta que los oídos le comenzaban a doler, la cabeza le estaba a punto de explotar, con todo a su alrededor comenzaba a volverse asfixiante, nada comenzaba a tener sentido, todo en él se sentía vacío.

Recorrió todo a su alrededor con la mirada, estaba rodeado de todas esas personas que se sonreían entre sí, con la vista nublada, se movían al sonido de la música, al menos como podían ser conscientes, y en medio de aquel lugar, sentado en aquel sillón donde había pasado la ultima hora, se sentía atrapado, encerrado en un lugar al que no pertenecía. Porque no había peor sensación en el mundo que la de estar en una habitación llena de personas y sentirse completamente solo, con esa sensación de soledad atravesar cada parte de tu cuerpo.

Jungkook quiso huir.

Tomo otro sorbo de la bebida que sostenía en aquel vaso, y era tan amarga que le ardió de la garganta cuando paso el trago, parecía tan lejana como aquella misma bebida horas antes la había tomado sin un límite, y ahora estuvo a punto de vomitarla, y lo hubiera hecho, si no tuviera a esas personas a su alrededor.

Supo que tuvo suficiente cuando respirar ya era imposible, tomo toda la fuerza de si y se levantó con la vista puesta en su único objetivo, subir aquellas escaleras al fondo de la habitación.

Ignoro las voces a sus esggggpaldas, tampoco se detuvo cuando aquella chica intento detenerlo tomándolo de la muñeca, que son solo un movimiento se rindió.

Dio los primeros pasos, todo objetivo y todo pensamiento se disolvió.

Tal vez era el nivel de alcohol en su cuerpo o causa de aquella pastilla que apenas tuvo en la boca y vómito, tal vez eran todas aquellas noches que había pasado imaginándolo, tal vez era que esta noche mientras escuchaba aquellas personas alagándolo a cada segundo que deseo que la unica persona en ese lugar fuera el, quizá por eso de alguna manera lo tenía a unos cuantos pasos, como un deseo e media noches que volvía realidad o un milagro de navidad, después de todo era diciembre.

Como un loco hipnotizado por él lo siguió a través de las personas, quitando a cualquiera que decidiera atravesársele.

Lo tomo del brazo con fuerza para girarlo y tenerlo frente a él, sus ojos cafés, su cabello castaño, sus labios rosados, era tan hermoso que describirlo a Jungkook se le hacia una falta de respeto, y casi se queda sin aliento cuando su sonrisa apareció, la amaba, por supuesto que amaba como sus pómulos se alzaban y sus ojos se escondían por un momento.

No soporto un segundo más.

Quizá, debía de haber esperado unos segundos, tal vez debió esperar a que las luces de la habitación se encendieran o que el alcohol y la vista borrosa desaparecieran, pero a Jungkook le consumía el hecho de tenerlo a esa distancia que no lo dudo, anhelaba eso por años, volver a sentir como sus labios se acoplaban entre sí, como su corazón se aceleraba y latían al mismo ritmo, y su estómago se le estrujaba, y si debía de haber esperado.

Porque aquel chico, no era el chico que aparecía en sus sueños, y cuando se apartó no tuvo más ese rostro, la chica a su lado lo miraba como si hubiera hecho el peor error de su vida.

Y sí que lo había hecho.

No reacciono cuando el chico lo aparto de un empujo, lo hizo hasta que la chica corrió entre las personas y subió la escalera rumbo al lugar donde Jungkook debía de haber ido en primer lugar.

—Hey Minjeong, no es lo que ...— intento decir, pero las palabras se ahogaron en su pecho.

Al menos se alegró de no recibir un puñetazo, cerró la puerta de su habitación a sus espaldas, quería ir a un lugar donde la música no rompiere sus tímpanos, donde las miradas no estuvieran sobre él, un lugar donde aquellos desconocidos desaparecieran.