8 : We Where Happy

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—¿Porque siempre debes hablar en el peor momento Hyung?

Se quejo apenas contesto la llamada, Jungkook estaba nervioso, ni todas las veces que había tratado de calmarse habían funcionado, toda la cena se la paso mordiendo su labio inferior, esperando a que esa hora de la noche llegara, y ahora, cuando había tomado el valor necesario para bajar a la habitación, Seokjin le llamaba.

—Jeon Jungkook— dijo su nombre seguido de una risa—. Quería desearte una feliz navidad, ¿Qué planeabas hacer?

—Ahora, seguro volver a pisotear mi orgullo y pedir disculpas— fue sincero, necesitaba decirlo en voz alta a alguien y Jin era su mejor opción—. Si tengo suerte todo va a ir bien.

—Hablaba de cenar, en ... olvídalo. Entonces, ¿pisotear tu orgullo?, saldrá todo bien.

—Eso si decide resolver las cosas conmigo, diablos, estoy nervioso— dijo frotando sus manos sobre el pantalón—. ¿Debería hacerlo?

—Sí— respondió sin dudarlo.

—¿Se escucha bien esto? – carraspeo su garganta—. Olvidalo, la escucharas después.

—¿Escribiste una canción?

—¿Debería omitirla?

—No, quiero escucharla después – pidió emocionado.

—Entonces déjame irme ahora Hyung, debo hacerlo o me arrepentiré.

—Jungkook— lo detuvo— Feliz Navidad, dibuja esa sonrisa en tu rostro y escribe diez canciones de amor.

Jungkook como de costumbre colgaron el teléfono, tomo de nuevo la botella y las botanas, inhalo y exhalo aire un par de veces, intentando calmar esos nervios. Deseando que sus pensamientos de arrepentimiento no le hubieran hecho perder tiempo mientras evitaba bajar las escaleras.

Perdió el control sobre si cuando lo vio sentado enfrente del piano, estaba de espaldas y conforme avanzaba su mirada se giró a verlo sintió como sus pi ernas se volvían débiles.

—Lamento llegar tarde, no sabía si debía traer esto o seria mucho.

Dijo mientras alzaba las cosas que traía sosteniendo en las manos.

—¿Vino? — Jungkook asintió—. Te faltaron las copas, ¿no lo crees?

Cuestiono arrebatando la botella de sus manos y tomando el sacacorchos, para abrirla sin dudarlo , de la que bebió el un largo trago.

—¿Quieres?

Taehyung a diferencia del menor, sabia dis imular sus nervios. Una llamada antes con su mejor amigo lo había ayudado. Sobre todo, cuando le confeso sus mentiras, la escena de anoche (en partes, omitiendo las mejores partes del discurso de Jungkook, que solo quería tenerlas para el).

—¿Qué somos novios? — soltó Jimin indignado al otro lado de la bocina— No somos novios, ¿Su familia siguió la corriente?

—Lo hizo, supongo que les pareció gracioso, incluso Sora lo hizo.

—Genial, ¿Y que pasara con Hoseok?

—No te toparas a Jungkook si tienes suerte en toda la vida, y si, es una desgracia no le pediré diez autógrafos para ti.

—Los merezco— reclamo—. ¿Vas a perdonarlo? — no respondió—. Rompiste la regla de no besos. Estas condenado Tae

Taehyung lo sabía, en realidad desde que acepto quedarse en casa de los Jeon, lo supo cuando dijo esas reglas a Jungkook mientras luchaba contra sí mismo para no correr hacia él, lo supo en la noche cuando huyo luego de que lo besase, luego de que en todo el día sus labios seguían ardiendo por aquel contacto. Pero estaba asustado, maldijo su nombre por años, y ahora, con él, en el mismo lugar se estaba deshaciendo.

Snow Flower | Taekook ° KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora