Snow Flower | Taekook ° Kooktae

10 : New Year Days

Taehyung no espero encontrarse de nuevo con una botella de vino, dos copas de vidrio, bolsas de botanas perfectamente acomodadas en la alfombra en medio de la habitación.

Jungkook tampoco creyó haber hecho eso de nuevo, una noche antes lo había intentado, y no había salido de la manera en que lo había imaginado, así que hace unas horas justo antes de subir a cenar no se imaginó que tendrían una sesión de película de dos horas, pues era pasada la medianoche y estaba medio dormido medio despierto, pero quería hacerlo, quería tener una de esas noches que tenía con Taehyung, donde solo había música y sonrisas.

—¿Tu preparaste todo esto?

Taehyung siguió recorriendo la habitación, mientras un Jungkook se mordía el labio nervioso y las manos sudorosas, con el cuerpo temblando y el corazón latiéndole cada vez más rápido. Seguía rogando que aquel chico enfrente de él, no se fuera o no se desvaneciera al siguiente parpadeo.

—Ahora ya es 25 de diciembre, tenía que mostrarte mi regalo.

Su voz temblaba por debajo, los labios de Taehyung formaron una sonrisa al ver los nervios del otro.

—¿Tu regalo son unas bolsas de botanas? — cuestiono el otro con una ceja alzada, haciendo que Jungkook negara con una sonrisa—. ¿Una botella de vino?, ¿Qué planeas hacer Jungkookie?

El chico sintió como una ráfaga de electricidad lo recorrió por completo cuando lo escucho decir de esa manera su nombre.

—Es algo mucho mejor—aseguro con una sonrisa dibujada en el rostro—. Debes tomar asiento ahí, siempre la acústica es mejor, ¿recuerdas?

—¿Me escribiste otra canción?

Las mejillas de Jungkook se tornaron rojas mientras bajaba la mirada, intentando que los ojos de Taehyung no lo encontraran cuando lo vio sentarse en el suelo, justo donde le había señalado.

—No es otra canción —soltó con un puchero.

—Realmente espero que valga la pena— advirtió—. Ya no tengo diecisiete y el suelo no es mi gran amigo.

—Y yo ya no tengo quince —sonrió con los ojos brillosos—. Ha pasado mucho tiempo Kim Taehyung.

—Demasiado Jungkookie.

Intento ocultar una tonta sonrisa que se asomó por su rostro, no lograba acostumbrar a escuchar de esa manera su nombre.

Se sentó en el banco frente al piano, mientras desdoblaba una hoja que había dejado escondida en su bolsillo, la letra estaba mal hecha, las notas apenas se podían notar sin que se confundieran con otras, además a eso debía sumarle que estaba realmente nervioso. La última vez que había hecho aquello ni siquiera estaba clara en sus recuerdos y hacía mucho que no escribía por completo sus canciones, no sin que no estuviera Yoongi a su lado corrigiendo sus notas de música o versos.

Soltó un suspiro tratando de alejar esos nervios, pasos sus dedos sobre las teclas, hasta que llego a la correcta que oprimió.

—Aunque en realidad ... — lo interrumpió la voz de Taehyung apenas toco una nota—. Esperaba un diamante o un auto último modelo, considerando que eres millonario.

Jungkook se giró a verlo con el ceño fruncido, se encontró con una sonrisa de Taehyung.

—No eres para nada interesado – le dijo—. Jamás lo has sido, podrías aventarme las llaves a la cara sin pensártelo.

Jungkook comenzó a tocar esta vez sin ser interrumpido, eran notas delicadas y lentas, su pulso comenzó a acelerársele, y las manos seguían más sudorosas, cuando canto la primera frase su voz sonaba temblorosa y tímida.