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En una pequeña carpa, alejada de la guerra se encontraban dos hombres, uno curaba las heridas del otro mientras se quejaba por cualquier cosa.

–¡Tod ya! -grito molesto mientras apartaba al contrario con su mano sana-

–Gabriel.... Deja que te cure...

–¡estoy bien!

–eres todo un caso....

Gabriel se levantó para tomar de la capa al mago y acorralarlo sobre la mesa.

–mejor sirve de algo si solo vas a parlotear....

–sueltame...

–eres bueno para esconderte pero no para luchar... -lo soltó de forma brusca para alejarse y tomar su espada- tu eres una perdida de tiempo...

El mago suspiro y miro al Rey, como pudo lo inmovilizo y se acercó a él.

–no puedo dejar que vayas en ese estado...

–¡Tod, no lo voy a repetir!

–yo tampoco... -de mala gana hizo que volviera a sentarse y continuó curando sus heridas está vez usando magia- no te muevas

–Pensé que solo podías usar magia no se que

–si... Podemos usar otro tipo de magia pero se nos tiene prohibido

–¿Por?

–no lo sé, son las reglas

–tu eres el rey de tu reino, deberías poder usar otros tipos de magia

–Gabriel... Seré el rey, si, pero no por eso significa que rompa las reglas, trato a mis ciudadanos igual y para hacer eso debo ser un igual en cuanto las reglas mandan

–no te respetarán

–claro que lo hacen

–¿Qué otros secretos debo saber de ti?

–uh.... Los que te permita saber...

–¿No estás preocupado por tu esposa e hija?

–arg ellas están bien.... -respondió con molestia-

–no te veo muy feliz por ello

–no me interesan... Ellas solo son por compromiso no por amor...

–¿entonces por qué no estás con quien amas?

–no me corresponde... Pare de preguntar rey, bien ya está, puede ir a la guerra -se levantó y se giró para entregarle su espada-

–eres débil Tod

–solo con usted mi rey... -respondió sin mirarlo a los ojos, su mirada se mantuvo en el suelo en todo momento- vallase...

Gabriel tomo su espada y se retiró de la pequeña carpa, algo dentro de él le decía que aquel mago le ocultaba algo importante y necesitaba saberlo.

Tod continuo acomodando ciertas cosas y finalmente tomo sus armas y decidió ir donde la guerra.

{...}

Una feroz criatura se alzó entre la guerra, un ser de enormes alas y dientes colosales y afilados, el ser aterrizó y se poso a un lado del mago.

–¡¿por qué no me dijiste que ese broche era un jodido dragón?!

–no tenía porque hacerlo, además no era el momento...

–sí si como sea...

–concéntrate en la batalla, bello rey~

Soltó una risa y se alejó para dejar solo a Gabriel, este solo miraba con asco al mago mientras tomaba firme su espada y le seguía a paso rápido.

Los sacerdotes se marcharon, el tercer asalto había terminado.

Al llegar a la carpa Gabriel busco por todas partes pero no había rastro del mago. Busco por todas partes pero fue detenido por Sebastián.

suéltame....

–Gabriel entiendo que su forma de ser es algo...

–¡repugnante y asquerosa!

–coqueta... Pero no puedes enojarte solo por eso

–¡no lo comprendo! ¡Esa actitud es despreciable!

–hay dios... Gabriel... El mundo cambia, esto ya no es como antes, las personas aceptan que ambos sexos pueden amarse y no importa si ambos son hombres o mujeres.... Habla con él, dile lo mucho que lo odias pero yo no voy a estar de acuerdo con ello....

–no necesito que estés de acuerdo conmigo...

Gabriel lo empujó y salió de la carpa para buscar al mago, camino mientras maldecia al cielo y miraba a su alrededor.

Finalmente encontró a quien buscaba, con guadaña en mano y con un semblante frío, un cuerpo sin vida a sus pies y sangre por doquier.

Estaba en medio de un sacrificio.

Solo un plebeyo...  {Afterdeath}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora