•Capítulo 22•

60 5 2
                                    

Karol Sevilla

-

Ahora a este que mosca le pico como para decirme como debo de vestir?. Porque lo que a mi me concierne, yo solo fui a una sesión de fotos y esta es la ropa que hicieron que me ponga. Además el no es quien para decirme que hacer o que no hacer. No es mi papá y mucho menos mi novio. Agradezco de que no lo sea, sino, estaría matándolo cada 24/7. Me parecía tierno al principio, pero ahora es un total imbecil. Lo odio.

- No, no digo que te vistas de monja, pero por lo menos cúbrete un poco, no? - rasca su nuca otra vez, nervioso y algo tenso. Veo como su mandíbula se endurece y cierra sus manos en un puño. Esta enojado. O eso creo. Con lo poco que lo conozco muy bien no sabría decir si está enojad, o nervioso, o ambos. Quien sabe que le pasa a este italiano. Ni el mismo sabe lo que le pasa - y lo digo por tu bien. No viste como todos esos hombres andaban babeando? No viste como sus mandíbulas caían al suelo cuando vos pasabas?. No, verdad?

- Si, y? Es lo típico de los hombres, solo babean por cualquier mujer y ya, no es para tanto - escucho como gruñe a lo bajo y rasca su nuca, haciendo que su peinado tan prolijo y bien peinado se desarme, dejando escapar alguno de sus rulos - y ya bájale a tu carácter, no?. Ni que fueras mi novio - camino hacia mi escritorio y me siento en mi silla, restandole importancia a su estúpida rabieta de niño caprichoso. Si cree que voy a caer en esas esta equivocado este don perfectito.

- No, no soy tu novio, pero soy socio de tu padre y eso me hace tu jefe! - Lo fulmino con la mirada, arqueando una ceja. Ahora viene y se cree mi jefe en solo tres días. Ja! Está equivocado este italiano. Ni que se crea que va a poder mandarme a su antojo y mucho menos con ese carácter de mierda - te guste o no lo soy y hasta que tu papito tan lindo que tienes no te vuelva parte de su empresa, seguirá siendo así - se cruza de brazos y sonríe con los labios cellados, con su típico aire de superioridad. Ya vas a ver Pasquarelli que esos airesitos te los voy a bajar yo - así que cámbiate ahora y luego organizaremos lo de la dichosa fiesta de tu padre.

Ya me tiene harta!

- No - me cruzo de brazos - ni pienses que te voy a hacer caso. Si apenas le hacia caso a mi hermano a ti menos italiano - camina hacia mi, con los puños cerrados y golpea con fuerza mi escritorio. No se como hizo, pero gracias a Dios no lo rompió. Me levante bruscamente de mi asiento y apoyo mis manos en el escritorio, para mirarlo fijamente - si sigues con tus rabietas de niño mimado voy a llamar a seguridad para que te saque de mi oficina. Entendiste?

- No serias capaz.

- Observa - tomo el teléfono que hay en mi escritorio y le marco al de seguridad con un botón especial. De este mismo salio una voz masculina preguntando si necesitaba algo y si estaba bien - ya ves que si soy capaz - susurro solo para que el italiano escuche. Gruñendo se alejó de mi y se sentó en frente de mi escritorio, cruzado de brazos como un niño regañado. Nuevamente la voz masculina me preguntó si estaba - si si, estoy. No pasa nada, esta todo más que bien. Las cosas ya se solucionaron - digo, mirando a Ruggero, quien ahora me está matando con la mirada - Ves Pasquarelli, no todo se va hacer como tu quieres. A veces se hace lo que yo digo - sonrio con los labios sellados y ahora el aire de superioridad me rodea a mi - bien, ahora se un buen chico y organicemos la fiesta de mi papi.

Vuelvo a sentarme en la silla y saco la lista de las cosas que teníamos que hacer de mi cajón. Empezamos a hacer la lista de los invitados. En esta estaban nuestros empleados, los socios, sus familias y uno que otro amigo de mi padre. En total era unas doscientas personas casi. Ya sabiendo la cantidad, buscamos un salón con la capacidad de más de doscientas personas. Eso estaría complicado, ya que no hay muchos salones como para tantas personas juntas. Estuvimos llamando a distintos lugares, pero ninguno permitía más de cien personas en esta. Me pelie con algunos dueños por su forma de responder, aunque con algunos gritos de Ruggero hacían que escondan la cola entre las patas. Aunque Ruggero fuera un imbecil de primera, el muy cabron sabe como hacerse respetar.

- Bueno, ya son las ocho de la noche - dice, mirando su reloj de mano. Tomo mi celular y lo prendo rápidamente. No sabía que era tan tarde. Perdí la noción del tiempo, otra vez - mañana seguimos buscando - toma sus cosas y se levanta para luego irse de mi oficina.

Encerio este hombre es un caso perdido. Por momentos me busca y por otros solo me trata frío como a todo el mundo. Encerio, no lo entiendo. Aunque, que podría esperar de él?. Es un gruñón insoportable, mimado, inconsciente y frío. De milagro tiene novia. Ya basta Karol!. Es un hombre. Que podías esperar de un hombre?. Cierto, NADA!!. Así que ya déjalo así y vuelve a ser tu. Ordene todo lo que había en mi escritorio, tome mi bolso, guarde mis cosas y salí de ahí, cerrandola con llave. Salude a uno que otro socio de mi padre y baje al estacionamiento privado. Mala idea. El tiempo estaba orrible. La lluvia estaba muy fuerte y el viento frío recorrió todo mi cuerpo, provocando escalofríos. Si caminaba hasta mi auto iba a empaparme toda. Espere unos minutos, rogando porque parara la lluvia, pero esta no sesaba. Estaba apunto de rendirme y caminar debajo de la lluvia, cuando siento un paraguas posarse arriba de mi, evitando que me mojara.

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Ya sabemos quien lleva las riendas en esta relación, no? 😏😂

Pobre Ruggerito, aunque se lo merecía jajajaja 😂

Los amo, Ceresita 🍒❤

Te Quiero Lejos De Mi ||Ruggarol||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora