•Capítulo 19•

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Ruggero Pasquarelli

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Esta mujer me quiere volver loco. Eso ya lo tengo asegurado desde el día que me la encontré en ese elevador. Su mirada era tan intensa y me provocaba escalofríos. Nunca, nadie en toda mi vida provocó eso en mi. Tal vez mi madre, pero nadie más que ella. Bueno, hasta que apareció esta muñequita de porcelana. Al principio pensé que era solo una de las tantas empleadas de Dario. Pero no. Tenía que ser su hija. SU MALDITA HIJA. Su hermosa y sexy hija. Si no lo fuera, sería mía desde hace rato. Sin importarme el contrato firmado que tenía con Camila. Pero ahora lo único que puedo obtener de ella, es solo un juego infantil, de quien cae primero en los brazos de quien. Pero ella está totalmente equivocada si cree que yo voy a caer primero. A mi nadie me gana.

Tenerla en esta posición solo hace que imagine millones de posiciones más que podría hacer con ella. Aunque temo romperla. Nunca me había detenido a verla con detenimiento. Su cuerpo es tan pequeño y suave. Con olor a fresas y... chocolate. Dios!! Que exquisita. Esta para comérsela enterita. La miro de arriba a abajo, analizandola por completo, hasta que sus hermosos ojitos verdes me atrapan. Esos ojos tan lindos y su mirada tan adorable, pero a la vez traviesa. Como si se tratara de una niña, aunque demuestre ser una mujer inalcanzable en frente de todos, por dentro es una niña pequeña, que solo busca amor. Eso es lo que veo en ella, cada vez que busca la atención de su padre. Ahora mismo podría hacerla mía. Podría aprovechar el momento de calentura y culpar a mis hormonas, pero no. No quiero que sea en estas condiciones. Además estamos expuestos. Podría vernos cualquiera y arruinar todo. O peor, podría generar problemas entre ella y su padre (y obviamente conmigo). Maldita Karol Itzitery Sevilla. Te aseguro que la próxima no vas a escapar tan fácil de mi. Voy a hacer que te obsesiones de mi y que no tengas a nadie más en tu mente, tan solo yo. Tenlo por seguro.

- Qué pasa Pasquarelli? - arquea una ceja, mirándome desafiante - acaso fue mucha calentura? - ríe por lo bajo.

- No, simplemente que no puedo creer que me resulta atractiva una niña de ocho años - sonrio de lado con los labios cellados - es todo - le resto importancia -

- No sabía que los italianos como tu podrían ser tan imbéciles - golpea mi pecho con su pequeña mano, causandome ternura y risa - de que te ríes? - vuelve a golpearme -

- De lo ternurita que podes llegar a ser - estaba apunto de golpearme de nuevo, pero la tomo de su muñeca con rapidez y la detengo - ya me empieza a molestar - digo serio y esta se ríe. En cerio es como tratar con una niña. Una niña bastante linda. Arqueo una ceja.

- Perdón, es que te pareces a mi papá - volve a reír por lo bajo - pero cierto, si hasta tienen casi la misma edad - bromea. Estas bromas viniendo de ella no me gustan. Solo porque no llevamos seis años no significa que sea un viejo... o si?.

- Tengo treinta, no cincuenta - le saco la lengua como burla y se ríe, haciendo que sonría. Me levanto de arriba de ella y la tomo de la mano para ayudarla a ponerse de pie. Camino hacia el escritorio y me pongo mi camisa. A dios a mi privacidad con esta niña. Creo que en su casa no le enseñaron a tocar la puerta antes de entrar - que estas buscando? - pregunto, mientras trato de hacerle el nudo a mi corbata, pero esta no colabora del todo.

- Bueno... - camina hacia mi y toma mi corbata para hacer el nudo por mi - vine a buscar la lista para organizar la dichosa fiesta de mi padre. Y como no estaba Yosy, decidí buscarla por mi cuenta - dice para finalizar y acomodar mi corbata. El nudo que había hecho era perfecto - pero en vez de la lista, encontré a un italiano sin camisa caminando por la oficina - se sienta en la silla quedando en frente del escritorio, mirándome detenidamente mientras me sentaba en la otra parte del escritorio. Busque por los cajones de este y encontré una carpeta azul. Seguramente estaría ahí. Busque entre todos los papeles y encontré la lista, para luego dársela a Karol - gracias Ruggerito. Más tarde voy a pasar para ir organizando juntos - se levanta de la silla y camina hacia la entrada, moviendo sus hermosas caderas. Y la vista de su trasero uff. Será que va al gimnasio?. Y si va, a cual iria?. Quisiera anotarme con ella para verlo en acción.

Estuve la mitad del día pegado a la silla, firmando permisos, corrigiendo los errores en los planos del nuevo edificio que esta apunto de construirse en Roma. Sacando fotocopias de los documentos de cada producto que ingresa y exportamos al extranjero. Termine de firmar algunos papeles y recibo un mensaje de Mike. Estaba llegando a la empresa para luego irnos los dos a comer algo. Hace mucho que no salíamos. La última vez fue hace como seis meses atrás, antes de que me fuera a España para una sesión de fotos del nuevo cartel, promocionando nuestra línea de ropa interior para hombres. Acomode el escritorio, tome mi celular y salí de la oficina. Estaba apunto de subir al elevador, cuando veo en la sala de fotocopias como Karol estaba hablando de lo más simpática con un becario. El imbecil se atreve a acariciar su mejilla, haciendo que mi sangre hierva. El ruido de las puertas abiertas del elevador hicieron que me distraiga, pero de todas formas lo ignore y camine por donde estaba aquel chico y Karol. Me puse atrás de ella y la tome de la cintura, pegando su espalda en mi pecho. Esta brinco del susto en su lugar y levanto su mentón para verme.

- Hola muñequita - sonrio de lado, sin mostrar mis dientes. Levantó mi cabeza para ver al chico de arriba a abajo. Con este niño estaba coqueteando?. Parece un recién nacido - él quien es?

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Los amo, Ceresita 🍒❤

Te Quiero Lejos De Mi ||Ruggarol||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora