Un malentendido llevará a una humillación y esto a una venganza y con ella vendrá una propuesta que hará que los caminos de la ruda Han T/N y el frívolo Min Yoongi se encuentren y se unan y juntos aprendan con tropiezos y aciertos el significado del...
Pasamos todo el día en un hermoso parque. Comimos helado de vainilla y paseamos por los alrededores de la ciudad.
Abrí los ojos y mi cabeza aún seguía recargada en el hombro de Yoongi.
Dormimos debajo de un gigante árbol que nos cubría con sus hojas, los frescos vientos de la noche hacían que el muchacho me abrazara aún más fuerte.
Subió su mano a mi mejilla, sentí sus dedos suaves acariciarme y una sonrisa se asomó en mis labios.
Estaba despierto.
-Buenos días, dormilón- dije acurrucándome en su pecho
-En mi defensa, aún no sale el sol- dijo con su habitual voz ronca
Reí un poco.
-¿Quieres dormir un poco más hasta que amanezca?- pregunté
-No- alzó un poco mi rostro para verlo- ahora solo quiero ver el amanecer con mi hermosa novia
-¿En serio?- me ruboricé
-Claro que si- sonrió como un angelito- nos quedaremos así hasta que amanezca
En ese momento, mis ojos se perdieron en los suyos y no sentía nada más que el tacto de su pulgar acariciando mi mejilla.
-Te ves hermoso gatito- dije aún embelezada en él
-¿Um?
-Debería ser estilista- dije tocando uno de los rizos de su cabello- te dejé muy atractivo
Y si lo estaba, sus rizos castaños caían como una bella cascada alrededor de su cabeza, enfatizando aún más su pálido rostro y esos ojos rasgados que me gustaban tanto.
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Se los hice esta mañana. Quería probar mi plancha nueva y bueno siempre quise ver a Yoongi con rizos.
Me preguntaba si se podía ver más atractivo de lo que ya era con ellos. Y no me equivoqué.
Él no se quejó cuando se lo propuse pero si me regañó cuando casi le quemó una de sus orejas con la plancha.
Perdón, no nací cirujana.
-Yahh, yo soy atractivo- contestó alzando una ceja y desvió la mirada de mí
Aparentaba ser soberbio pero sé lo avergonzado que estaba por dentro.
-Sí, lo eres y ahora lo eres aún más- acaricié sus manos lentamente y suspiré- Ah, ¿qué haré ahora?- fruncí mi ceño- supongo que apartir de ahora tendrás que salir con una gorra puesta en tu cabeza
-¿Qué?- juntó sus cejas confundido - ¿por qué haría eso?
-Porque eres demasiado guapo y eso me preocupa
-Bien- sonrió- llevaré una gorra por el resto de mi vida solo porque tú me lo pides
