22. Never Ending Song

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(Isabella's Version)

—No entiendo nada. —Le susurró a Enzo luego de que la chica finalmente la soltara. Aquella repentina demostración de cariño le había consternado demasiado, pues ni siquiera se conocían.

—No creo que quieras entender —respondió este en voz baja, dedicándole una sonrisa un tanto forzada a la extraña en cuanto se acercó a él para abrazarlo del mismo modo que había hecho con Isabella—. Qué sorpresa verte aquí, pensé que estabas con lo de la obra y tal —El pelinegro se limitó a corresponder el abrazo educadamente, separándose lo más rápido que pudo con algo de esfuerzo, pues ella no parecía querer soltarlo.

La escena le parecía cada vez más extraña, ya que, por un lado, la emoción de la chica evidenciaba que ambos se conocían de antes, pero por el otro, lo que no lograba conectar era la expresión de desconcierto e incomodidad que se escondía detrás de la supuesta amabilidad de Enzo.

—Bueno, uno no puede desaprovechar oportunidades como esta, ¿no crees? —la sonrisa de la chica se amplió—. Ay, qué maleducada que soy —exclamó luego de tener la mirada clavada en Enzo durante algunos segundos, volviendo a poner su atención sobre Isabella—. Soy Malena, un gusto —el que le extendiera la mano le parecía un tanto innecesario considerando que ya la había abrazado como si se conocieran de toda la vida, pero aún así se la estrechó con algo parecido a una sonrisa en un intento de no ser descotes—. Pero bueno, Male para los amigos, y si vos sos la novia de Enzito, ya sos mi amiga.

—Qué amable —Isabella observó de reojo a Enzo, tratando de no reír ante el apodo—. Yo soy Isabella, un gusto. Supongo que las amigas de "Enzito" también son mis amigas. —Se mordió el labio para ahogar una risa mientras que el mencionado negaba con la cabeza, avergonzado.

—Qué bueno que todos se lleven bien —para su suerte, Adriana interrumpió la conversación antes de que a Isabella se le escapara una carcajada—. Pero tengo que darle algunas indicaciones a Male, así que me la llevo. Sólo quería avisarte sobre el trabajo, ustedes sigan viéndose así de lindos. —La directora los miró a ambos con los ojos entrecerrados antes de sonreírles, guiando con la mano a Malena para indicarse hacia dónde dirigirse.

—Nos vemos luego —la chica se despidió de ambos con la mano antes de comenzar a caminar junto a Adriana—. Y por cierto, Enzo, salúdame a los chicos, espero poder verlos pronto —Agregó con un guiño antes de finalmente pasar a su lado, alejándose de ellos en dirección a la que era la oficina de la directora.

Isabella esperó a que se encontraran lo suficientemente lejos para por fin estallar a carcajadas, sujetándose del brazo de Enzo mientras se doblaba de la risa. Aquella interacción fue lo más extraño de su semana (y eso que había pasado por muchas cosas cuestionables), ya que jamás había visto al mayor tan incómodo, pues incluso parecía estar un tanto sonrojado luego de aquel encuentro.

𝐎𝐮𝐫 𝐂𝐢𝐧𝐧𝐚𝐦𝐨𝐧 𝐆𝐢𝐫𝐥 ; Enzo Vogrincic y Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora