24. Live or Die

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(Isabella's Version)

Su dedo se deslizó por la pantalla del celular conforme seguía vagando por Twitter, tratando de matar el tiempo mientras el sueño la alcanzaba; lo que probablemente tardaría un rato, pues, por más que su mirada se encontrara centrada en las respuestas de las fans a los tweets de Juani burlándose y haciendo memes sobre él, su mente seguía concentrada en Matías y en el hecho de que no habían cruzado palabra desde que se desapareció del set.

No podía negar que le había dolido un poco el ver cómo se alejaba de ella cuando trató de reconfortarlo, pero su primo y Enzo se encargaron de repetirle una y otra vez que aquello no tenía nada que ver con ella. Decían que el castaño simplemente necesitaba tiempo para procesar todo y que la situación lo había tomado desprevenido. Aunque tampoco le quisieron dar contexto sobre el por qué Matías había reaccionado de esa manera ante la presencia de Malena, pues dejaron muy en claro que esa era una historia que no les correspondía contar.

En ese momento, entendió el por qué Enzo le había dicho que alguien más era quien tendría que darle una explicación.

Mientras dejaba el celular sobre la cama, extinguiendo la única fuente de luz en todo el cuarto, observó fijamente al techo apenas visible gracias a la oscuridad de la habitación, sin poder evitar preguntarse qué clase de historia compartían Matías y Malena como para que sus amigos estuvieran tan consternados y él mismo hubiera reaccionado de esa forma. Aunque, si era realmente sincera consigo misma, una parte de ella no sabía si quería saber la respuesta, pues tenía claro que estaba comenzando a sentir algo por Matías.

Él estaba logrando ganarse su corazón aún después de todo lo que habían pasado durante los últimos días.

Todo eso era un tanto curioso, pues la situación le parecía algo así como un sube y baja emocional que por momentos le costaba asimilar, gracias a que no le cabía en la cabeza el hecho de que quizás ese argentino de ojos miel podía ser la persona que tanto había estado esperando.

Toda su vida había sido una soñadora que se la pasaba siempre con la cabeza en las nubes y jamás con los pies en la tierra. Quizás por esa misma razón era que, al menos hasta sus 21 años, nunca había llegado a sentir o tener nada serio con nadie.

No sabía si sus expectativas eran muy altas o si simplemente aún no encontraba a una persona que le encajara por completo, ya que cada vez que lo intentaba con alguien, solía encontrar cualquier mínimo defecto (o pretexto) para poder huir. Siempre soñó con tener una historia de amor tan mágica que, al final, todos los comienzos que llegó a experimentar nunca estuvieron a la altura del cuento que ella se había imaginado desde pequeña, lo que la llevó a creer que quizás simplemente el amor no era lo que las películas y los libros anunciaban.

Pero, esa nueva vida le estaba dando gratas sorpresas y experiencias. Aunque, dadas las circunstancias, ya no podía estar segura de lo que sucedería la siguiente semana, pues al parecer, la ruleta de su vida seguía girando y girando, sólo deteniéndose por ratos para regalarle un reto diferente cada día, ya fuera de la mano del pelinegro que tanto la había estado desquiciando últimamente o de la del argentino que cada día se esforzaba por sacarle una sonrisa.

𝐎𝐮𝐫 𝐂𝐢𝐧𝐧𝐚𝐦𝐨𝐧 𝐆𝐢𝐫𝐥 ; Enzo Vogrincic y Matías RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora