el otro lado 𖦹 𝙅𝘼𝙀𝙔𝙊𝙉𝙂

❀― capítulo veintitres.

Estabas recostado a lo largo del sofá doble, vestido con un pantalón de algodón gris y una remera musculosa negra simple. El alfa menor se había encargado de llevarte hasta allí, porque, en palabras suyas, la habitación era un asco, además de que te había vestido, te había dado una pastilla que esperabas te hiciera efecto para calmar el dolor en todo tu cuerpo, mientras que él ahora había puesto a lavar las sábanas de la cama y estaba limpiando el desastre que habían dejado en el baño.

Te estabas preguntando dónde estaba Doyoung, y como si lo hubieras invocado, la puerta principal fue abierta y pudiste sentir aquél olor a jazmín inundar el departamento.

― Estoy de vuelta. ― escuchaste que dijo, y querías sentarte, pero tu cuerpo por el momento no obedecía ninguna orden.

― Bienvenido. ― le respondiste, con la voz completamente afónica, escuchando ahora una carcajada.

Giraste tus ojos con fastidio y lo próximo que viste fue a Doyoung sobre el borde del respaldo del sillón, sus manos apoyadas sobre el mismo, mirándote desde arriba con el mentón sobre sus brazos.

― Hola, hyung. ― dijo con una gran sonrisa. ― ¿Cómo te sientes? ― te preguntó, ahora recorriendo tu cuerpo con la mirada, haciéndote sentir algo incómodo.

― Para la mierda. ― le respondiste con honestidad y lo escuchaste reír de nuevo, observando cómo sus se cerraban.

― Yo lo veo bastante bien, hyung. ― dijo el omega, y con su mano derecha acarició tu mejilla de manera muy cálida, dejándola quieta, acunando ahora tus rostro.

― Volviste, Doyoung. ― escuchas la voz de Jaehyun, por lo que miras en dirección de donde venía, notando la cara de pocos amigos que traía.

― Ya supera lo que pasó, Jaehyun. ― le dijo Doyoung, quitando su mano de tu rostro y el alfa menor chasquea la lengua en respuesta, cruzándose de brazos.

― ¿Lo que pasó? ― preguntas confundido, mirando hacia arriba, pestañeando varias veces, sin comprender de qué hablaban.

― ¿No lo recuerdas, Taeyong? ― te pregunta Doyoung, y lo miras confundido. ― Eso es triste, hyung. ― dijo haciendo un pequeño puchero con los labios, tus ojos yendo a los mismos, el recuerdo de esos sobre tu boca, de tener al menor arriba tuyo, de estar dentro de él, golpean tu mente, haciendo que tu mandíbula ceda lentamente ante la gravedad. ― Oh, creo que ya lo recordó. ― dijo divertido, con una cuota de maldad en el tono de su voz.

Miraste en dirección de Jaehyun nuevamente, porque el olor a café había cambiado, era diferente a otras veces, y no sabías cómo explicarlo, pero era hasta cierto punto fascinante.

Aunque lo más fascinante es que no podías creer que estabas duro de nuevo, eso no debería ser normal, ni posible.

El alfa menor pasó de mirar a Doyoung con frialdad a posar sus ojos en donde estabas, dejándote una visión de cámara lenta de como su rostro se contraía, cambiando a una expresión de molestia.

― Hyung, su olor lo delata. ― dice Doyoung, y sientes tu rostro arder de la vergüenza, y es que ¿Te hablaba a ti? ― ¿Lo ayudo?― te preguntó y ahí comprendiste que si era a tí la pregunta, haciendo que tu rostro ardiera aún más.

― Doyoung. ― dice con molestia el alfa menor, en tono de advertencia, y en se momento te das cuenta que tus ojos nunca habían dejado de observarlo a él, a Jaehyun.

― Oh, Jaehyun, son dos alfas, seguro es aburrido. ― dijo, y no sabes en qué momento pasó, pero ya tenías al omega sentado sobre tu estómago, impidiendo que vieras al de mechas, quitando un mechón de cabello de tu frente. ― ¿Qué dices tú, hyung? ― te preguntó con una sonrisa de lado.