La miel de tus labios

XXII

- ¿Cambiamos tan pronto de juego? -preguntó Ruslana.

- Ay, mi querida Ruslane, eres demasiado joven para entenderlo -Juanjo acabó alzando el tono y giró la botella del centro con mucha energía, con tanta que casi cayó encima de Bea, causándole una risa a ésta que lo cogió del culo para que no cayese. Martin ayudó a Juanjo a sentarse. La botella señaló a Naiara y Paul. El último quiso correr intimidado por Naiara, pero ésta lo cogió y lo atrajo hacia ella cogiéndolo de la cintura.

- Rápido, antes de que se me escape el gusano -bromeó Naiara. Les llenaron unos pequeños vasos con el Tequila, a Paul se le puso sal en el cuello y la rodaja de limón en la boca. Él se la quitó por un instante para hablar.

- Oye, esto no es como recuerdo que se hace esto -dijo Paul mirando a sus compañeros pidiendo ayuda, ellos solo podían reír.

- Calla y disfruta, pequeñín -Naiara le volvió a poner el limón en la boca. Entonces le lamió el cuello, limpiándole la sal en el proceso, bebió el chupito de Tequila y le quitó el limón de sus labios para luego comérselo, sin la cáscara, claro está. Todos enloquecieron después de la actuación de Naiara, quien le plantó un beso a Paul al final y se volvió a sentar ahogada de la risa. No se podía decir lo mismo de Paul, que sí que lo había disfrutado, pero se sintió un poco avergonzado. Igualmente, acabó riendo contagiado por los demás.

Volvieron a girar la botella y les tocó a Lucas y a Violeta. Todos rieron sabiendo el buen rollo que tenían ellos dos. Todos menos Chiara, que miraba la escena seria mientras bebía de lo poco que quedaba de su botella y la apartaba. Ruslana la miró con preocupación y le puso la mano en la pierna brindándole apoyo. La pelinegra le sonrió. Violeta miraba a lo lejos como Chiara ponía su mano sobre la de Ruslana un poco celosa. Volvió a centrar su atención en Lucas, que ya estaba preparado. El uruguayo hizo el mismo recorrido que Naiara mientras Violeta le acariciaba la nuca.

- ¿Puedo? -susurró Lucas cerca de sus labios. La pelinaranja sonrió y fue ella la que besó a Lucas. Cuando se separó miró a Chiara, que se encontraba un poco sonrojada, y ocultó una risa.

La siguiente pareja en salir fue Chiara y Ruslana. Violeta bufó y le robó a Salma de su mezcla, ella no estaba bebiendo mucho. La menorquina besó el cuello de Ruslana y después lo lamió, causándole cosquillas a la chica, bebió el chupito de Tequila sin problemas, pese a haber bebido ya un par de botellas a palo seco, y por último cogió con los dientes el limón y se lo comió, dejando la cáscara en el plato. Rápidamente, volvió a Ruslana y la besó. La ucraniana y ella rieron al igual que todos, quien no reía era una granadina pelinaranja que mordía el vaso de Salma.

La botella volvió a girar y se paró en Violeta y Chiara, todos gritaron emocionados.

- Oye, pero estarían repitiendo... -dijo Álex consiguiendo un codazo por parte de Bea.

Chiara se acercó a Violeta gateando, sin fuerza siquiera para levantarse. En el camino cogió la rodaja de limón y se mojó el cuello con Tequila para prepararse la sal. Por último, cogió el vaso lleno con el alcohol y siguió su camino hacia Violeta, quién dejó el vaso del que estaba bebiendo en el suelo.

Su respiración se empezó a acelerar cuando Chiara se sentó en su regazo.

- Hola, Vio... -susurró Chiara. Violeta puso sus manos en la cintura de la pelinegra, atrayéndola más. Sus compañeros silbaban y gritaban, pero eso se encontraba en un segundo plano para ellas.

- Hola, Kiki... -susurró de vuelta y aceptó el vaso de Tequila que le traía.

Los labios fríos de Violeta tocando la piel caliente de Chiara hicieron que suspirase y rodease sus brazos alrededor del cuello de Violeta acercándola más. La pelinaranja se tomó su tiempo en el cuello de Chiara hasta que llegó a la zona con sal. La lamió, besó e incluso succionó, causando que Chiara cerrase los ojos y echase su cabeza hacia atrás. Violeta se alejó dispuesta a tomarse el chupito y pudo ver la cara sonrojada y respiración acelerada de su amiga. Cuando intercambiaron miradas, no pudo evitarlo; bebió el Tequila rápido y le arrancó el limón a la otra para comérselo y lanzarse de nuevo a sus labios. Los presionaron fuertemente hasta que escucharon aplausos y risas y volvieron en sí. Chiara se bajó de Violeta y volvió a su sitio, mientras que Violeta se relamía los labios y miraba a Chiara alejarse.