(19) royal tournament

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CAPÍTULO DIECINUEVE

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CAPÍTULO DIECINUEVE

" torneo real "















Naerys observó todo lo que se le permitía ver desde su posición en el palco real, donde minutos antes charlaba placenteramente con su hermana, la princesa Rhaenys, y su cuñado, Lord Corlys Velaryon, para ponerlos al tanto de todo lo que sucedía cotidianamente en su vida. La vista era amplia, lo que le facilitaba divisar gran parte de la arena de batalla.

—Las gradas están repletas —murmuró inclinando su cuerpo sobre el asiento de su hermana mayor—. Estas personas si que buscan divertirse.

—Tienes razón —respondió en un susurro, reclinándose para evitar ser oída—. El heredero no es suficiente motivación.

La menor de las hermanas levantó las cejas y se encogió de hombros, reincorporándose en su lugar luego de observar a su hermana mayor una última vez, a la par, el Rey Viserys se ponía de pie para iniciar oficialmente el torneo.

—¡Sean bienvenidos! —exclamó con entusiasmo, viendo a todos los presentes en las lejanas gradas, desde el palco real—. Sé que muchos han viajado un largo camino para estar en estos juegos, pero les prometo que no se decepcionaran.

Naerys veía atentamente a su primo, no podía ocultar la felicidad que esbozaba por cada rincón de su rostro y lo hacían tan evidente.

Se sobresaltó al sentir el suave toque de una mano sobre su hombro, al voltear a ver de quién se trataba divisó a Rhaenyra, intentando persuadir a los miembros de la corte para llegar hasta su lugar sin llamar mucho la atención.

Ella le devolvió el gesto cuando su sobrina le sonrió y prestó atención nuevamente a el discurso del Rey.

Intentó pasar desapercibido la penetrante mirada que sentía en su persona, sabiendo perfectamente que era la de Ormund poniéndola en su mira. Le fue imposible poner los ojos en blanco, no le daría el gusto de clavar la vista en él.

—Cuando veo a los grandes caballeros en esa lista, veo a un gran grupo sin igual —continuó hablando Viserys, mientras Rhaenyra ocupaba el asiento vacío a un lado de Alicent, dejándola en medio de su prima, Syera, y ella—, en nuestras historias. Y este gran día, ha sido aún más favorecido por la noticia que con gusto comparto; ¡la Reina Aemma ha empezado su labor de parto!

Los aplausos llenos de fervor llegaron a los tímpanos del Rey, llenando su corazón de alegría. Pudo distinguir con facilidad que la más afanada con la noticia era su querida prima, Naerys, quién tenía una enorme sonrisa en el rostro.

Finalmente su dulce Aemma tendría a el heredero, finalmente los Dioses la habían bendecido y esperaba con vehemencia que los juegos terminaran para poder recibirlo.

LEGACY ೃೀ daemon targaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora