Tyler
Valerie y yo nos mirábamos sin decir nada, pero en su mirada era capaz de ver el alivio, el miedo, la incertidumbre. No sabía si ella era capaz de ver mi miedo, la tristeza, la decepción. Estaba lleno de tantos sentimientos y no todos eran buenos.
Estaba decepcionado de mi madre por lo que había hecho, tenía miedo de no estar a la altura de la nueva situación y estaba triste porque me sentía muy culpable por haber dejado que mi mamá me llenara la cabeza. Me había alejado de la mujer que amaba y la había dejado sola embarazada de mi hija.
Cada vez que lo pensaba me sentía como una basura. Valerie tenía diecisiete años y tuvo que enfrentarse sola a esa situación. No pude reprimir el impulso de acercarme a ella, puse mis manos en sus mejillas y recargué mi frente en la suya.
—Lo siento, lo siento, Dios siento tanto no haber estado para ustedes, no creo que me lo pueda perdonar.
—dije porque era la verdad.—No lo sabias.
—Te juro que si lo hubiera sabido hubiese estado con ustedes, jamás te habría dejado sola. —a ella se le pusieron los ojos brillosos, como si de pronto hubiera rememorado esos momentos.
—Lo sé, ahora lo sé.
—¿Vas a dejar que la conozca?
—Es tu hija, si quieres formar parte de su vida no me opondré.
—Quiero formar parte de su vida, claro que quiero ¡Dios tenemos una hija!
—Pero debemos hacerlo de a poco, creo que sería bueno que se conozcan, que ella te vea, se familiarice contigo y luego decirle que eres su padre.
—Haré lo que tu digas.
Quería preguntarle muchas cosas, saber como había sido lidiar con un embarazo adolescente y ese tipo de cosas, pero ella dijo que mejor lo habláramos otro día más tranquilos, y la verdad es que fue un alivio. Puesto que había sido un día demasiado fuerte y lleno de muchas emociones. Así que ambos nos despedimos en la entrada del restaurante.
—¿A donde vas? Alex me está esperando en su auto y te podemos llevar a donde vayas.
—No te preocupes, me iré por mi cuenta, necesito estar sola un rato.
—¿Segura?
—Si, descuida, estaré bien.
La vi alejarse hasta ya no ser visible para mi y entonces fui al estacionamiento donde estaba esperando Alexander. Entré al asiento del copiloto y me senté sin decir nada.
—¿Estás bien? —me preguntó Alex.
—No. —respondí.
Estaba enojado, decepcionado, confundido. Pero también feliz
¿era eso posible?
Tenía una hija con la única mujer que había amado y eso me hacía feliz, me cagaba del miedo también, pero me hacía feliz. Aunque eso no quitaba lo demás. Las mentiras de mi mamá y no haber estado para Valerie en el momento en que más me necesitaba.
Eso me jodia.
—¿A donde quieres ir?
—Vamos a mi apartamento.
Alexander asintió y en un silencio cómodo, empezó a conducir en dirección a mi apartamento. Tal vez en el auto había mucho silencio, sin embargo mi mente no paraba de hacer ruido, de recriminarse, de preguntarse por qué las cosas no pudieron ser diferentes.
Aunque supiera que los porqués estaban de más, porque la vida continuaba y no podía enfocarme en porque habían pasado ciertas cosas. Ahora mi atención tendría que estar en mi hija, en ser un mejor hombre y si bien no era posible recuperar el tiempo perdido, tendría que hacer de los años venideros, los mejores para mi hija y Valerie.
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Trabajando Con Mi Ex (Libro I) 🔞
RomanceTyler Jones y Valerie Smith dejaron de verse hace mucho tiempo, cuando él decidió terminar la relación que tenían para irse a la universidad. Valerie sufrió mucho esa ruptura y más cuando se dio cuenta que dentro de ella crecía el resultado de su ap...