Capítulo Diez

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Tyler

—¿Me estás escuchando?

—¿Eh?

—¿Donde tienes la cabeza? Me invitas a almorzar aquí cuando nunca lo hemos hecho y de paso pareces estar en cualquier sitio menos aquí.

—Lo siento, no sé donde tengo la cabeza.

—Pues a mi me parece que si.

Frunzo el ceño.

—¿A que te refieres?

—Me refiero a la nueva secretaria, es obvio que algo pasa ahí, sentí la tensión entre ustedes.

—Estás loca, es solo mi secretaria, nada que ver. —no sé porque las palabras me supieron amargas, cuando de hecho si es la verdad, Valerie no es más que mi secretaria.

—Entonces ¿por qué no estás follandome sobre el escritorio? —preguntó Gabriella divertida.

Porque no es a ti a quien imagino abierta de piernas sobre mi escritorio. lo pienso, pero no lo digo.

—Solo estoy algo cansado, es todo.

—Tu nunca estás cansado para follar, si lo sabré yo.

Es cierto nunca estaba cansado para el sexo, siempre estaba dispuesto. Y debería estarlo ahora. Gabriella es una mujer hermosa, sexy y bastante dispuesta a follar en mi oficina sobre mi escritorio. Debería llevar mis labios a los suyos, subir su falda y colar mis manos hasta su centro, pero tengo la cabeza en otro lado. En una persona en la que no debería pensar, pero desde que la volví a ver, pensarla parece ser lo único que hago.

—¿Me vas a decir que te pasa?

Suspiré y decidí que podía ser sincero con Gabriella, al fin y al cabo ella no estaba reclamando, ambos teníamos claro que esperar del otro, que no es más que sexo cuando nos vemos, pero además somos amigos.

—Tienes razón, la nueva secretaria y yo tenemos historia, ella es mi exnovia de la secundaria.

—Oh, de acuerdo, eso no lo esperaba, y supongo que no terminó muy bien.

—Ella me engañó.

—¡Mierda!

—Si, cuando vi las fotos que me mostró mi mamá de ella con otro tipo, no lo quería creer, así que tomé el primer vuelo para preguntarle a ella que pasaba, pero cuando llegué se había mudado y la vecina de al lado me dijo que se había ido con su novio.

—¿Entonces cuando te fuiste solo se buscó otro?

—Eso parece.

—¡Mierda que mal!

—Si, pero ya lo superé.

—¿Seguro? Porque no pareces haberlo superado.

—Si lo superé, es solo que la tenia en otro concepto, para mi ella era la chica más dulce y nunca pensé que sería capaz de buscarse otro mientras todavía estaba conmigo y además irse a vivir con él.

—Si es algo jodido, hay amores que nos marcan, para bien o para mal.

—Supongo que este me marcó para mal. —digo desajustandome la corbata.

—Sin embargo, aun te importa.

—No me importa.

—Como digas. —dijo sin creérselo.

Tal vez solo la deseo, tal vez si logro hacerla mía se me vaya el interés. Sí; debe ser eso, tal vez necesite tener sexo para sacarla de mi cabeza.

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Trabajando Con Mi Ex (Libro I) 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora