Tyler
Estoy mirando la puerta de mi oficina como un tonto desde hace más de una hora. No había podido concentrarme en nada.
Desde que Valerie Smith entró por esa puerta y dejó caer su libreta azul de mariposas. Ni siquiera sé como fui capaz de concentrarme en la reunión sabiendo que ella estaba ahí y que estaba atenta a cada cosa que decía. Verla ahí paseándose, viendo que todo estuviera en orden con esas bonitas pantimedias que le hacían ver las piernas más largas.
No me pasó desapercibida algunas miradas que le dieron algunos de mis socios, parecían comersela con la mirada y eso me cabreó.
No debería enojarme, no debería importarme lo que pase con ella después de como me engañó en el pasado. Estoy cabreado conmigo por haberme pasado todo el jodido día pensando en ella y esperando que entrara por esa puerta, por pensar en como sería romper esas bonitas pantimedias, sentarla sobre mi escritorio, abrirle las piernas y follarla.
No, no y jodidamente no. No puedo pensar en ella. No después de lo que me hizo. Podrá ser jodidamente hermosa y verme jodidamente dulce, pero no es más que una falsa.
Debía concentrarme en el trabajo, no debería ni por asomo estar pensando en las formas en que podía follarla.
El sonido incesante de mi móvil me sacó de mis pensamientos, cuando vi el identificador no pude más que resoplar, porque era mi mamá y ya sabía el motivo de su llamada, sin embargo no podía no contestarte a mi mamá, porque ella se atrevía a aparecerse en mi oficina si no le contestaba.
—Hola, mamá.
—Hola, Tyler, te llamaba para recordarte, la cena con los Baker, no puedes faltar Amanda estará ahí.
Y ahí estaba de nuevo. La insistencia en emparejarme con Amanda, ya era un poco molesto tomando en cuenta que lo hacía desde que eramos adolescentes. No se rendía.
—No puedo ir mamá, tengo cosas que hacer.
—No puedes ser descortés con Amanda, fue muy dulce en invitarte.
—Mamá, ya soy un adulto que toma sus propias decisiones, no iré a esa cena y ya deja de hacer de cupido, porque no estoy interesado en Amanda. —sin más le colgué, no estaba de humor para sus intentos fallidos de casarme. Aunque admito que me sentí mal por haber sido algo grosero. Luego la llamaría para disculparme, pero no ahora, porque si lo hacía ahora se haría la víctima y yo terminaría aceptando ir a esa dichosa cena.
Algo que no me gustaba de mi mamá, además del hecho de que insistiera en emparejarme con alguien que no quería, era el hecho de que para ella lo más importante eran las apariencias. Ella insistía en que a los ojos de los demás parecieramos la familia perfecta, aunque la verdad es que dictabamos de serlo.
La relación de mis padres hace mucho que no era la misma, seguían juntos por la costumbre, porque a mi mamá le preocupaba demasiado el que dirán y mi papá no quería hacer nada que la lastimara. Pero la verdad es que nada en nuestra familia era perfecto. Prueba de ello era que mi hermana Alison se había ido a estudiar al extranjero cuando vió la intención de mi madre por emparejarla con algún socio de mi padre a pesar de que ella le había dicho que no estaba interesada. Luego de terminar sus estudios se quedó a vivir en Canadá y pocas veces viene.
Era hora de que los empleados regresaran a su casa. Estuve tentando a salir y ver a Velerie pero no lo hice, no se si fue inmaduro, pero le avisé mediante un correo que podía irse a casa.
Siempre pensé que cuando volviera a ver a Velerie ella no significaría nada, no sentiría más que desprecio por ella. Pero la verdad es que al verla volví al pasado, volví a verla cuando nos dimos nuestro primer beso y se puso roja como tomate, recuerdo la primera cita, el primer te amo y la primera vez que hicimos el amor. Era su primera vez y ella se moría de los nervios, pero confió en mi para eso.
Alexander tenia razón. Yo no la odiaba en absoluto, lo que odiaba era el hecho que después de casi ocho años sin verla y de la manera en que ella rompió mi corazón en el pasado, su sola presencia me afectaba, solo habia pasado unas horas desde que había aparecido en mi vida y ya me costaba horrores enfocarme en algo que no fuera yo haciéndole cosas nada inocentes.
Salí de mi oficina pasada las siete de la noche, todo se encontraba en completo silencio porque ya los empleados se habían ido a casa. Siempre salía tarde porque me quedaba firmando papeles, pensando en ideas para aumentar la demanda de los hoteles y esas cosas, pero hoy estaba saliendo tarde y ni siquiera había trabajado, fue imposible concentrarme.
Caminé hacía el ascensor y desde ahí llamé a la única persona a la que podía decirle lo que estaba pasando por mi cabeza sin que me juzgara.
Alex respondió al tercer tono.
—Supongo que llamas porque necesitas unos tragos.
—Supones bien.
—¿Entonces nos vemos en el bar de siempre?
—Si, allá nos vemos.
Unos minutos después, estábamos ambos sentados uno junto al otro en la barra de nuestro bar favorito cada uno con un vaso de whisky a las rocas. Ninguno había pronunciado una palabra sin embargo ambos ya habíamos ingerido dos vasos de whiskey, yo no era el único pasándola mal, Alex no la estaba pasando muy bien con la reciente ruptura de su relación. Y no porque amara a su exnovia, más bien porque ella insistía en hacer las cosas difíciles para ambos.
—¿Quieres hablar? —le pregunté, pero él negó con la cabeza.
—Mejor hablemos de ti.
—¿Sabes que aquí estoy para escucharte siempre verdad?
—Lo sé, pero hoy quiero escucharte a ti, casi nunca me toca ser el que escucha, así que cuéntame ¿que te pasa?
—Valerie Smith es lo que me pasa, pensé que cuando la volviera a ver no sentiría nada por ella, pero cuando la vi, fue como si algo en mi se pusiera eufórico, como si hubiese olvidado lo que ella hizo y solo quisiera estrecharla contra mi y retomar desde donde lo dejamos. Y odio que ella me haga sentir así, odio que su sola presencia me desequilibre, maldita sea hoy ni siquiera pude concentrarme en nada sabiendo que ella estaba fuera de mi oficina.
—No sé que decirte, tal vez deberías hablar con ella y decirle como te sientes, pedirle que te diga porque hizo lo que hizo.
—Ya no importa, nada cambia lo que ella hizo.
—Saber porque lo hizo tal vez ayudaría, siempre pensé que ella te amaba de la misma forma que tu lo hacías y los ojos no mienten. Algo debió pasar.
—No hay justificación para lo que hizo.
Ambos nos quedamos en silencio por un rato.
—Fuera más fácil si pudiera odiarla.
Entonces pido un trago y luego otro y otro le sigue. No suelo tomar mucho entre semana y pocas veces me pongo tan borracho como para depender de alguien más, sin embargo Alex termina arrastrándome hasta mi apartamento. Al ver que yo estaba bebiendo sin parar él decidió no seguir tomando y ser el conductor.
Lo peor de todo es que ni tomando todo ese whisky pude sacarme de la cabeza esos ojos marrones, ese bonito pelo rizado, esas pestañas tupidas, esa boca que tantas veces besé y las malditas ganas de volver a hacerla mía no se fueron.
Estaba jodido.
Hola, nuevo capítulo 😄 está algo cortito pero así me gustó.
Espero hayan tenido una buena semana 💗Recuerden que si les gusta la historia me lo hacen saber votando y comentando 😁
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Trabajando Con Mi Ex (Libro I) 🔞
RomanceTyler Jones y Valerie Smith dejaron de verse hace mucho tiempo, cuando él decidió terminar la relación que tenían para irse a la universidad. Valerie sufrió mucho esa ruptura y más cuando se dio cuenta que dentro de ella crecía el resultado de su ap...