Bueno, me presento, soy Carlota de todos los Santos Borbón y Navarro, sí, hija de la princesa de Asturias y de la campeona del mundo, Marta Navarro. Soy fruto de un amor joven, mis madres desde que son adolescentes han sentido algo por la otra pero tardaron en dar el paso por el miedo a la reacción de la otra. Tengo un hermano menor, casi 3 años menor. Seré sincera, de los dos, yo soy la más guapa, pero dejemos eso a parte.
Hoy es mi primer día de instituto, como hizo mi madre Leonor, me mandaron a Gales a estudiar mis dos últimos años antes de ir a la universidad. Mi hermano hará lo mismo a mi edad. Lo que no sabía es que aquí había más personas de distintos países, mi madre ya me lo comentó pero pensé que exageraba con el número de alumnos extranjeros. También había alumnos de cursos más altos que hacían algún curso especial, para subir puntos o mejorar las notas. Mi otra madre, Marta, me persuadió para unirme algún deporte allí, dice que heredé su habilidad en los deportes, y no se lo niego, siempre destaqué pero tampoco quiero hacerlo aquí, quiero intentar no llamar la atención y así estar tranquila, aunque ser la heredera al trono español no es que no llame la atención. Ya sufrí bastante esas amistades que solo estaban por tu rango social, me enteré cuando las escuché en el vestuario, creyeron que me fuí y en realidad estaba en la puerta esperándolas. Me sentó realmente mal y no quiero volver a pasar eso.
Quien me diría que comenzaría bien mi primer día, espero que se note el sarcasmo. Me dormí y casi llego tarde, tuve que desayunar lo más rápido posible, y al volver me perdí por el camino y eso que llevo aquí una semana pero aún así mi sentido de orientación es muy malo. Sentí como todos me miraban confusos porque estaba corriendo hacia mi cuarto para lavarme los dientes e ir a clases. Lo peor es que lo tenía a la otra punta del instituto y solo me quedaban 5 minutos para que comenzase la clase. Lo que aprendí de los ingleses en mis pequeñas estancias allí es que son muy puntuales, si llegas tarde es como una falta de respeto para ellos, y eso me metía más presión.
Pude llegar a tiempo, un minuto antes, me senté en una de las mesas vacías, obviamente con murmullos sobre mí del resto de los alumnos, ¿cómo es que sabía que hablaban de mi? Tanto tiempo siendo el centro de atención sin quererlo te hace aprender a saber cuando hablan de ti, también es porque no paraban de mirarme y eso me incómoda. La clase comenzó, comencé con historia, mi asignatura favorita. Nos introdujo un poco el temario que íbamos a dar este curso y también nos explicó con un resumen como quiere las libretas de apuntes y cómo entregarle los trabajos. Así se puede resumir mi día, con introducciones a la materia y lo más probable que durante la semana sea así.
Marta: ¿Ya te apuntaste algún equipo?- dijo mi madre en videollamada.
Leonor: Deja de insistirle, que haga lo que quiera- salió mi otra madre a defenderme.
Carlota: Tranquila mamá, nunca le hago caso cuando se trata del deporte, se pone muy entrenadora- bromea- además, tengo hasta finales de Septiembre para poder inscribirme, ahora solo me estoy organizando y ya luego me centraré en escoger
Leonor: Tú tomate el tiempo que quieras, sin prisas, ¿vale cariño?
Carlota: Sí mamá- sonríe- os tengo que dejar, me gustaría dar un paseo antes de que anochezca
Leonor: Está bien cielo, te queremos mucho
Carlota: Y yo a vosotras, mandarle recuerdos a Marcos- Leonor asiente y cuelga.
Guardé el móvil y salí a pasear un poco por el instituto y sus jardines, son como mi terapia desde que mi madre no para de agobiarme con unirme algún equipo, dice que así no desperdiciaría mi habilidad en los deportes, y la entiendo, yo pienso igual pero ahora quiero centrarme más en los estudios y utilizar el deporte como terapia de desahogo. Hay varias opciones, la que más me llamaron la atención fue el tenis, el fútbol y volleyball. Por "desgracia" lo que mejor se me da es el fútbol, y aunque me guste mucho no jugué nunca en un equipo de chicas. En España normalmente quienes jugaban al fútbol en el patio son los chicos, alguna vez veías a una niña jugar con ellos, esa niña siempre era yo, cada vez que veo una pelota no puedo resistirme a jugar con ella, vale, eso acaba de sonar como si fuera un perro, mejor me callo.
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That Girl
RomanceEstá es la segunda parte de mi primer libro "That woman" Carlota, hija de las princesas Leonor y Marta, desde muy pequeña se ha hecho amiga de Charlotte, la hija mediana de los príncipes de Gales. A medida de que pase el tiempo comenzará a sentir co...