That Girl

Bosque

Me quedé una hora allí sola, lo bueno es que es de día y eso significa que el jardín estaba iluminado, aunque donde estaba parecía más un bosque. Nadie sabía mi localización, tampoco podían buscarla desde el móvil ya que está en mi cuarto, lo único que faltaba es que controlasen donde estoy las 24/7. El silencio que emanaba la naturaleza es lo que me ayuda con mis pensamientos, no sé si debería de plantearme del todo mi relación, habíamos luchado tanto para estar juntas que ahora lo está rompiendo, no quiero sonar como una paranoica pero está pasando algo y no me lo ha contado, puede que eso haya sido lo que más me molestó, al fin y al cabo ella es libre de hacer lo que quiera, pero si estás en una relación lo único que no puedes hacer es ocultarle cosas a tu pareja ya que la confianza se estaría desvaneciendo.

No tuve mucho tiempo más sola, no tardaron en encontrarme, bueno, una hora y algunos minutos. Algunos incluso me estaban buscando con perros, un poco exagerado. Cuando me vieron sus rostros pasaron a unos aliviados pero con un poco de miedo, yo los ví confundida, parecía que me querían decir algo. Llegó Mar junto con algunas cocineras, al verme trató de ser lo más formal sin levantar sospechas.

Mar: Es urgente que vuelva alteza- hace una reverencia- su familia lo ordena.

Carlota: ¿Qué tan urgente es que me interrumpan mi momento de soledad?- Los ve.

Mar: Es sobre su abuelo- en su mirada transmitía arrepentimiento y como si se tratara de disculpar.

Carlota: ¿Qué le pasa a mi abuelo?- se acerca a Mar preocupada.

Mar: Es mejor que lo vea con sus propios ojos- mira al suelo.

No tardé en reaccionar, pasé al lado de las cocineras, tratando de no chocar, a paso rápido. Cuando el suelo es más plano y liso comencé a correr hacia el palacio, la forma en cómo lo ha dicho me ha preocupado bastante. Al llegar, me fui directa a su cuarto, si algo pasó supuse que estaría allí reposando. Abrí la puerta de golpe y ahí me lo encontré, tumbado en la cama pálido como la nieve, sus manos temblaban. Miré confusa a mi madre Leonor y a mi tía Sofía, no sé cómo ha llegado tan rápido. Marta se acercó y me abrazó, yo se lo correspondí tratando de no llorar pero la emoción me ganó y no tuve más remedio. Algunos sirvientes se asomaban por la puerta y rezaban para que el rey se recuperase.

Tenía miedo de acercarme a la cama y verle en peor estado de la que ya puedo observar, mi abuela estaba sentada en el borde sosteniendole una mano mientras lo miraba triste. Al final, decidí alejar mis miedos y poder enfrentarme a esta situación, tomada de la mano de mi madre Marta nos acercamos hacia el abuelo. Él al verme sonrió, pero su sonrisa no brillaba tanto como antes, es una más débil. Le abracé sin pensar que podría lastimarle.

Carlota: No te vayas abuelo- le susurré al oído casi llorando.

Letizia: Cuidado cielo, necesita descansar- Carlota asiente y se separa.

Carlota: ¿Qué le pasó? Tampoco estuve mucho tiempo fuera- mira a sus madres.

Se miraron entre sí, parecía como si temieran la reacción que tendría al saber la verdad.

Leonor: Mira cariño- se acerca a Carlota- Charlotte nos dijo que te habías ido, te buscamos por el edificio y no estabas, ahí comenzamos a preocuparnos y a buscarte por las afueras, tu abuelo estaba tan preocupado que...- no pudo continuar la frase.

Carlota: ¿Yo le provoqué eso?- pregunta casi susurrando cabizbaja.

Marta: No es culpa tuya- se acerca también- como ya sabes las personas tenemos una fecha límite

Carlota: ¿El abuelo se va a morir?- pregunta triste.

Leonor: Todos algún día lo haremos, pero no sabemos cuando- la abraza.