Londres

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Un coche nos llevó al aeropuerto, yo tengo la intención de hablar con sus padres para hacerles cambiar de opinión, aunque fracase no perderé nada si lo intento. Durante todo el viaje Charlotte se quedó viendo la ventana del coche pensativa, la ví preocupada pero me sabía mal preguntarle y que haya una tensión incómoda. Le tomé de la mano para que sepa que siempre podrá contar conmigo, pero ella ni siquiera me miró por eso aparté la mano. Miré el móvil y tenía un par de mensajes de mis amigos, sobre todo de María, ella fue la que me escribió más.

María: ¿Todo bien por ahí? ¿Sigues viva? ¿Preparamos tu funeral?

Carlota: No hace falta jaja, estamos vivas

María: ¿Estamos? ¿Con quien estás?

Carlota: Con Charlotte, nos vamos a Londres.

María: ¿ te estás oyendo? ¿Cómo vas a ir a Londres si sus padres no quieren que estéis juntas?

Carlota: Porque les voy hacer que entren en razón

María: ¿Cuándo vas a madurar? Deja de pensar solo en tu interés, ¿acaso sabes lo que opina Charlotte sobre esto?

Al leer el mensaje mi mirada se dirigió hacia Charlotte, seguía igual que antes pero esta vez su expresión es más apagada.

Carlota: ¿Segura que quieres que vaya contigo?- la ve preocupada.

Charlotte: No lo se- la ve- ¿y si sale mal? Pueden ponerse peor.

Carlota: Sí quieres me puedo bajar, no quiero que te sientas obligada

Charlotte: Estoy bien- mira al frente- sé a la perfección cuando algo está mal y cuando no lo está

Carlota: Está bien, aún tenemos tiempo para echarnos atrás- mira por la ventana.

Charlotte: Espero que no se lo tomen a mal- suspira.

Conocía muy bien a Charlotte, y mi instinto me decía que ella no quería que vaya pero también le hacía ilusión que esté a su lado en estos momentos. La tomé de la mano y lo acaricié suavemente para tratar de animarla un poco.

Carlota: Esperemos- mira por la ventana.

Al llegar al aeropuerto, había varios curiosos, como siempre, murmurando mientras nos señalaban. Charlotte parecía que tuviera prisa por entrar ya que ni siquiera esperó a qué el chófer le sacara las maletas, me puse a su lado y le toqué el hombro para que se detuviera.

Carlota: Tranquila, todo saldrá bien- sonríe.

Charlotte: Tú no lo sabes- agarra las maletas y entra.

Suspiré y cogí mis maletas para después seguirla a paso rápido para no perderla de vista. Los guardaespaldas, que nos habían acompañado en otro coche, les pasaba lo mismo que a mi, las prisas que tenía la princesa nos impedían caminar con tranquilidad. Hicimos el check-in rápido y nos metimos en la zona VIP.

Carlota: ¿Puedes ir más lento? No entiendo tanta prisa- confusa.

Charlotte: Sí quieres venir no te quejes- la ve- esto es serio, aún no lo entiendes.

¿Qué le estaba pasando? Se está comportando como una niña pequeña teniendo casi 20 años. Me daba igual los que estaban alrededor, casi ninguno  prestaba atención, la tomé de la mano con la intención de tirarla hacia mi y besarla. Funcionó, pero no con el resultado que yo esperaba. Después del beso me abrazó fuertemente, como si no quisiera separarse de mi.

That GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora