No hay marcha atrás

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Salí de mi cuarto unos veinte minutos después del beso, escuché las voces de mis madres en la planta de abajo asique se me ocurrió la idea de hacerles compañía. Lo que no sabía es que no estaban solas, al entrar estaban acompañadas por dos cocineras, una de ellas es Mar, nos miramos y se me escapó una pequeña sonrisa. La primera en verme fue ella, y después Leonor, que se levantó para abrazarme.

Leonor: ¿Dónde te habías metido? Mandé a unos sirvientes que te buscaran, necesitamos que des tu opinión sobre el menú del domingo de ramos

Me sorprendió un poco que ya estén organizando la comida para el domingo de ramos si aún quedan bastantes meses. Me senté en frente de ellas, justo detrás de mis madres tenía a Mar y a la otra cocinera, a veces, disimuladamente, desviaba mi mirada hacía ella. Todo estaba correcto, el menú es perfecto para esa gran comida familiar, la cuestión es si luego se celebrará con tanta gente, por las polémicas familiares no es que vayan todos a las comidas, y aún menos si están divorciados, eso es lo peor de mi familia, también hay cosas del mismo nivel o un pelin mejores que ese. Devolví el menú y miré a las cocineras.

Carlota: Está muy bien, es una gran combinación de sabores, falta el tema de la bebida, ¿o me equivoco?- ve a sus madres.

Marta: Eso es lo que estamos debatiendo, no sabemos si hacer una cartita con todas las bebidas disponibles o simplemente tener algunas especificas

Carlota: Lo de la cartita es buena idea pero tiene un inconveniente- la miran con atención- ¿y si solo eligen algunos y el resto sobra? ¿O de querer probar todo se gasta en seguida? Yo creo que es mejor dárselo como una lista y que elijan las 3 bebidas que quieran, luego juntamos esos papeles y pedimos las que se repitan por lo menos unas 5 veces.

Leonor: Eso sí que es una gran idea, ¿lo habéis apuntado chicas?- mira a las cocineras.

Mar: Sí alteza, ahora mismo se lo comunico al resto del equipo

Carlota: Te acompaño, tengo que pasar por mi despacho- se levanta.

No es un despacho tal cual, lo llamo así porque se parece al despacho de mi madre pero en realidad es un cuarto que utilizo para hacer deberes, así no tengo nada que me distraiga. Me acerqué a las chicas y salimos del salón, mis madres se quedaron retocando lo último propuesto actualmente por el equipo del palacio. Es uno de los actos más seguros del mundo, desde el intento de asesinato hacia Marta mejoraron al 300% la seguridad del lugar, y en este tipo de "fiestas" que hay mucha gente se necesita a más de una persona. Cuando iba a desviarme para tomar otro camino tomé de la mano a Mar y me la llevé al "despacho".

Al entrar cerré la puerta para que nadie molestara, bajé las cortinas y así tener más privacidad. Ella me miró confundida mientras me sentaba en la silla de mi escritorio, le indiqué que se sentara y eso hizo.

Mar: ¿Qué es lo qué ocurre?- confusa- ¿algún problema con el menú?- Carlota niega con la cabeza- ¿Entonces?

Carlota: Te quiero proponer algo- junta sus manos en forma de puño- ser mi cocinera personal- Mar se sorprende- me explico, con el tema de que ya no iré a Gales por un tiempo mis madres me quieren enviar al norte y dijeron que debía de llevarme a una de las cocineras, y como tú eres con quien mejor me llevo... te elegí a ti, ¿qué te parece?

Parecía que Mar se había quedado sin palabras, solo me miraba con la boca abierta y tratase de decir algo pero es incapaz.

Mar: ¿Por cuánto tiempo será?- se frota la barbilla pensativa.

Carlota: Un año, es de estos pequeños cursos, haré lo que me queda de este año y recuperaré el año que viene lo que me dejé.

Mar: Es una oferta tentadora, pero no se si podre apañarmelas fuera de esta cocina

That GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora