Cita

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Después de comer, Charlotte se moría de ganas por visitar la ciudad, y no es la única. Pero el tema de que a lo mejor nos están buscando no me hace mucha gracia, se me había ocurrido una loca idea par pasar desapercibidas y así provechar más el tiempo juntas. Llevé a mi novia a la tienda de ropa más cercana, le dije que me esperara allí mientras yo me miraba ropa para no seguir con el traje. Ella lo aprovechaba y le hacía fotos a la decoración de la tienda, una dependienta la iba a echar la bronca pero antes de que lo hiciera le mandé una mirada de advertencia a Charlotte y ella guardó el móvil.

Elegí el conjunto perfecto, una camiseta blanca con una llama de fuego en la parte del corazón, para mi eso representa al amor que le tengo a mi segunda ciudad, Valencia, y encima una chaqueta a cuadros negra y gris. Unos pantalones vaqueros y unas zapatillas de la marca Nike. Yo ya estaba lista para pasar desapercibida, ahora solo faltaba Charlotte porque con el vestido se nota que es caro y con el frío puede pasarlo mal. Mientras que ella se cambiaba de ropa, la dependienta nos ayudó a guardar la otra ropa en bolsas especiales para que no se arrugue. El problema es que no podíamos tenerlo en la mano todo el rato, ella nos propuso mandarlo al palacio real o dárselo a la policía para que lo guardasen. Me extraña que ellos hagan eso porque su trabajo es cuidar la ciudad pero tampoco es mala idea, por probar nada se pierde.

Lo llevamos a la estación de policía más cercana, al saber de quien es la ropa aceptaron de inmediato, y me propusieron que ellos lo enviarían al palacio. Nos quedamos más tranquilos y pudimos aprovecharlo al máximo. Salimos casi corriendo para no perder más tiempo, teníamos que ver muchas cosas todavía. Lo primero que hice fue llevarla a la plaza del ayuntamiento, allí es donde hacen las campanadas cuando es año nuevo. Ella no paraba de hacerle fotos al enorme ayuntamiento de la ciudad, le fascinan este tipo de edificios.

Charlotte: Podría ser uno de los mejores edificios que he visto- sonríe emocionada.

Carlota: Aún te quedan edificios por ver- la toma de la mano- los arcos del triunfo también están muy bonitos.

Charlotte: ¿Y si vamos al parque del retiro? Así tendremos más privacidad

Carlota: Pensé que querrías ver la ciudad- la ve.

Charlotte: Y quiero pero podemos verlo después

Carlota: Está bien- sonríe- lo que quiera mi princesa- besa su mano.

Charlotte desvió la mirada sonrojada y comenzamos a caminar dirección al parque. El Retiro es uno de los mejores sitios para encontrarse a escondidas, mis madres cuando nadie sabía de su relación se veían allí. Me puse unas gafas de sol para que en el camino no me reconocieran, por lo que se vé salió a la luz que nos habíamos escapado de la ceremonia y que nos estaban buscando por toda la ciudad. De esta noticia mi novia no tenía ni la menor idea, es decir, que prefiero que no sepa nada por disfrutar más del momento, aunque creo que comenzó a sospechar cuando me vió ponerme las gafas.

Al llegar al retiro miré alrededor por si alguien nos había descubierto, traté de hacerlo disimuladamente pero se me daba muy mal y Charlotte ya se olía algo. Nos fuimos a un lugar más apartado donde no se veían caminos. Me conocía muy bien el parque así que no tenía miedo de perdernos, no había nadie, como se notaba que es la hora de comer. Charlotte se sentó sin que le importase que luego podría tener la ropa manchada, la ví un poco confusa pero después hice lo mismo.

Charlotte: Sé que te pasa algo y me lo estás ocultando- alza una ceja.

Carlota: No es nada, te lo aseguro- sonríe un poco- no quiero arruinar nada.

Charlotte: Tú nunca arruinas las cosas, además, prefiero que me lo digas a que no lo hagas y que acabé mal- Carlota suspira.

Carlota: Saben que nos escapamos y nos están buscando- la ve- sé que te prometí que lo pasaríamos bien sin ningún adulto pero me da que va a ser difícil- cabizbaja.

That GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora