Al llegar a la puerta de entrada el guardia me detuvo, apagué la moto y me quité el casco.
Carlota: ¿Algún problema?- pregunta confusa.
El guardia desvió la mirada, lo que me confundió más. Su estado de ánimo era bajo, parecía que estaba apagado.
Guardia: No le puedo dejar entrar, ordenes de la princesa de Asturias
¿Cómo qué mi madre no me deja entrar?. Bajé de la moto y me acerqué a él para hablar más cómodamente.
Carlota: ¿Por qué?- confusa.
Guardia: No me dieron órdenes para que se lo explique- trata de sonar formal.
Justo ahí llega el coche de Mar, el guardia apartó mi moto y dejó pasar al coche. Se detuvo un momento para preguntar si estaba todo bien ya que veía que no entraba, el guardia dijo que sí y ella siguió su camino. Ahora estoy sentada en una silla plegable, que me dejó el guardia, esperando a que den las órdenes de que entre. Yo ya no me creía la situación que estaba viviendo, nunca me ha pasado y se me hace muy extraño, algo debió de pasar como para que no entre.
Después de unos mintió esperando aparece un coche fúnebre perseguido por la policía, me levanté de la silla al ver como paraba para entrar al recinto, ya tenía algunas hipótesis de lo que podría haber sucedido, y espero que no sea lo que me imagino porque acabaría muy mal mentalmente. Me acerqué al guardia harta de que no pueda entrar.
Carlota: Déjeme entrar o me veré obligada a despedirle- le señala como advertencia.
Guardia: Lo siento pero no puedo, son órdenes de la princesa- dice en tono serio.
Bufé frustrada, ¿por qué no me dejaban entrar? ¿Acaso no quieren que vea algo?. Volví a sentarme en la silla cansada de esperar tanto, la moto la había aparcado en una zona de la cera para que no moleste. Lo que el guardia no tenía en cuenta es que tenía el móvil para comunicarme con los de dentro, sé que si les pregunto a mis madres no dirán nada, las únicas personas de confianza es Charlotte y Mar, probé con ambas y compararé la respuesta de cada una para ver sus similitudes y diferencias. La primera en responder fue Charlotte, un minuto después del mensaje que le envié.
Charlotte: Yo tampoco lo sé han entrado policías al cuarto de tu abuelo, pero no me dejan entrar
Vale, en esa situación podemos restar algunas opciones, las más importantes son: que alguien ha robado, que le había pasado algo, o que simplemente venían a ver su estado. La última me parecía un poco extraño pero nunca hay que descartar una hipótesis. Mar fue la que más tardó en responder, como se tenía que cambiar y preparar seguro que fue eso lo que le hizo llegar más tarde.
Mar: Corre un rumor del estado de tu abuelo, es lo único que sé, acabo de llegar
Vale, de las tres opciones más importantes nos quedamos con la del medio, que le ha pasado algo. Médicos no ví entrar, solo la policía y el... coche fúnebre, ahora todo tiene sentido. Creo que al no querer aceptarlo busqué muchas posibilidades pero quedaron descartadas por la realidad, mi abuelo acababa de morir... lo que más temía ha sucedido, y yo estoy aquí fuera sin poder haber estado en su último aliento. Me sentía muy culpable, quiero estar ahí y se me ocurrió una idea para lograrlo. Le escribí a Mar pidiendo que venga para que le mienta al guardia diciendo que me dejen entrar.
Al cabo de unos minutos estaba con la moto acercándome a la puerta del edificio, ni siquiera me molesté en aparcarlo en el garaje. Lo dejé rápido en frente de la puerta y mientras entraba me quitaba el casco. Nadie me iba a detener, ni me iban a impedir que entrase al cuarto de mi abuelo. Por mi desgracia me encontré a mi madre Marta, parecía bastante triste y apagada pero al verme cambió a estar sorprendida.
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That Girl
RomanceEstá es la segunda parte de mi primer libro "That woman" Carlota, hija de las princesas Leonor y Marta, desde muy pequeña se ha hecho amiga de Charlotte, la hija mediana de los príncipes de Gales. A medida de que pase el tiempo comenzará a sentir co...