MOTH TO A FLAME

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tw: contenido sexual.

Los golpes rítmicos contra el saco de boxeo resonaban en el aire, acompañados por los jadeos de Mike mientras descargaba toda su fuerza contra el saco

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Los golpes rítmicos contra el saco de boxeo resonaban en el aire, acompañados por los jadeos de Mike mientras descargaba toda su fuerza contra el saco. Sin camisa, su torso brillaba con el sudor que corría por su piel, marcando cada músculo tenso y definido. El día estaba extraño, había sol pero hacía un poco de frío.

Cada repetición era un esfuerzo por despejar su mente, por olvidar la discusión con Will, pero era inútil. Cada movimiento lo llevaba de regreso a Will, a sus palabras, a su mirada.

Cada golpe era un estallido de energía, una liberación de la frustración acumulada. El ritmo constante de sus puños impactando contra el cuero del saco era casi hipnótico, un reflejo de su necesidad de mantenerse en movimiento, de mantener su mente ocupada. Finalmente, tras un golpe particularmente fuerte, Mike se detuvo, respirando pesadamente. Sus nudillos enrojecidos latían con una mezcla de dolor y satisfacción.

Decidió que era momento de tomar un respiro y se dirigió hacia la casa. Abrió la puerta de la cocina y entró, el aire fresco del interior ofreciendo un alivio bienvenido. Se dirigió al fregadero y llenó un vaso de agua, bebiendo profundamente. Mientras bebía, escuchó el sonido de una bocina desde el exterior. Frunciendo el ceño, dejó el vaso en el mostrador y se acercó a la ventana.

A través de la ventana, vio un auto aparcado frente a su casa. Reconoció inmediatamente al conductor: Will. Estaba apoyado contra el capó del coche, luciendo un par de gafas de sol que reflejaban el resplandor del sol. Lucía imponente en un abrigo verde adornado con detalles de estampado animal, sus manos estaban enfundadas en guantes negros.

Will levantó la mano y tocó la bocina una vez más, impaciente. Confundido, Mike se limpió el sudor de la frente y abrió la puerta principal.

—¿Will? .-preguntó, su voz cargada de sorpresa y una pizca de irritación—. ¿Qué estás haciendo aquí?

Will, sin apartar la vista, bajó ligeramente sus gafas de sol para mirar a Mike de arriba abajo. Sus ojos se detuvieron momentáneamente en el pecho sudoroso de Mike, antes de volver a subir las gafas y responder con una sonrisa despectiva.

—Tranquilo, no estoy aquí por ti .-dijo Will con un tono casual—. Vine por Nancy.

Mike frunció aún más el ceño, la confusión aumentando. Antes de que pudiera responder, oyó pasos rápidos detrás de él. Giró la cabeza justo a tiempo para ver a Nancy corriendo hacia la puerta. Llevaba una pequeña mochila y su cabello se movía libremente mientras se apresuraba.

—¡Estoy lista! .-exclamó Nancy, lanzándole a Mike una sonrisa rápida antes de dirigirse hacia el auto de Will.

Mike se quedó en la puerta, observando cómo Nancy se subía al coche y cerraba la puerta de golpe.

—¿Adónde llevas a mi hermana? .- pregunta Mike.

— Vacaciones.- responde Will.— Jonathan la llevará a un hotel. No te preocupes, no te dará sobrinos tan pronto.

HEARTLESS • bylerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora