Fui a la salida del colegio a por Ashley - ya que íbamos a ir al centro comercial, pero me paré al verla con un chico, me acerqué lentamente para ver quien era.
No lo había visto en mi vida, era muy guapo, moreno, ojos verdes, de estatura media, pero le sacaba una cabeza a Ashley, ya que ella era algo baja. Me quedé un rato mirándoles hasta que se fue,
- Buenooo, pero ¿qué tenemos aquí? Me parece que alguien estaba ligaando - dije con un toque de risa en la voz.
- ¿Qué dices? Si solo es un compañero de historia - le dirigí una mirada incrédula.
- Si, si, un compañero de historia, bueno, ¿cómo se llama? - se le plantó una sonrisa tonta en la cara, pero después la cambió mirándome con indiferencia, aunque la pillé en seco, pero hice como si no me hubiese dado cuenta.
- Se llama Liam, ¿a que es guapo?
- La verdad es que es muy guapo - me miró como diciendo " es mio" y solté una carcajada.
- Esta cogido ya, así que estate alejadita de él o nos las veremos - puso cara de enfado pero no aguantó más y a los pocos segundos ya nos estábamos riendo.
- Que sí, bueno ¿nos vamos de compras ya? - asintió con la cabeza y nos dirigimos a su coche.
En realidad me gustaba ir de compras, pero no que ella me eligiese la ropa, porque a mi algunas cosas no me gustan como me quedan y me las tengo que comprar a la fuerza porque ella dice que estoy divina y esas cosas...
Al final me compré un vestido rojo pegado hasta mas o menos la cintura y después era como una falda de vuelo hasta los pies, no estaba nada mal. Ashley se compró uno pegado hasta las rodillas y de un color rosa palo.
Fuimos a la residencia donde nos pintamos y nos arreglamos el pelo, yo me hice una coleta alta y me la ricé, Ashley se quedó con su pelo liso rubio, pero estaba guapísima así que no importaba que lo tuviera como siempre.
Justo habíamos acabado cuando sonó mi teléfono, era Adam, que ya estaba fuera esperándonos. Bajamos corriendo y nos subimos en su coche, nos dimos besos y abrazos, como siempre, y condujo hacia la casa donde se hacía la fiesta.
Antes de entrar vi a Liam entando en la casa y me acerqué a Ashley.
- Nena, mira quien esta ahí - y señalé a Liam.
- Kate, lo he visto desde que estábamos en el coche - me dijo guiñándome el ojo.
Me empecé a reír fuerte y Adam se acercó para ver que pasaba.
- ¿Por qué te ríes como si fueras una foca con retraso? - me preguntó Adam con una cara entre divertida y confusa.
- ¿Qué me has dicho? - le pregunté con mi mejor cara de enfado. Seguidamente corrí y me subí en su espalda intentando tirarle al césped de la casa, pero ¿a quién quería engañar? Yo no tenía a penas fuerza y él estaba en fútbol americano.
- ¿Crees que puedes conmigo pequeña? - me dijo con un aire divertido. Se dio la vuelta muy rápido y me dejó tirada en el suelo y él encima.
- ¡Suéltame idiota! ¡Que me manchas el vestido! - le dije riéndome. Se levantó de un salto y me tendió la mano para levantarme del césped.
- Nunca me ganarás, eres demasiado pequeña para mí - me dijo con un guiño. - por cierto, ¿ dónde esta Ashley?
- Pues no tengo ni idea, te recuerdo que hace unos segundos estaba aplastada por ti - le dije frunciendo el ceño. - entremos para ver si está dentro.
Nada más que entré la vi bailando con Liam, se veía que no ha perdido el tiempo, me miró y me sonrió. Yo negué con la cabeza divertida y me puse a bailar.
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Las casualidades, ¿existen?
Teen FictionKate, una chica normal, pelo y ojos marrones, alta, no estaba todo lo delgada que ella quisiera, pero no se deprimía por ello, nunca había salido fuera de la ciudad sin sus padres , y ahora se encontraba en California, sin nadie de su familia cerca...