Había pasado ya casi una semana desde la fiesta y no había vuelto a hablar con Dallas, cuando le veía por el instituto el simplemente pasaba por mi lado y ni me miraba.
Además de eso no había tenido tiempo de hablar con el porque esta semana habían sido los exámenes finales y hoy era el último día del trimestre.
También en mis tiempos libres me iba con Cristine y Rochelle para enseñarle la ciudad y fuimos a un partido de fútbol americano y otro de beisbol, así que no tuve mucho tiempo libre.
Estaba saliendo de mi última clase cuando me encontré con un círculo de gente gritando "¡Pelea!¡Pelea!".
Me acerqué con curiosidad para ver quienes se estaban peleando, me asombré al ver a Dallas y Mike, me acerqué hasta que estaba en primera fila y Dallas me miró.
En su mirada había rabia, me miraba fíjamente mientras se alejaba de Mike y lo peor de todo es que toda esa rabia iba dirigida hacia mí.
Sin pensármelo dos veces fui detrás de él, quería saber por qué se estaba peleando con Mike. Corrí para alcanzarlo, hasta que finalmente nos separaban unos centímetros.
Le iba a tocar el hombro cuando se paró en seco y me choqué bruscamente con él. Se dió la vuelta y me miró, su mirada no había cambiado nada. Me armé de valor y finalmente le pregunté.
- ¿Por qué peleabas con Mike?
No me contestó, siguió mirándome y cuando creía que no me iba a contestar, habló.
- Por nada que te interese.
Me quedé callada unos segundos ante su fria respuesta.
- Pues a lo mejor si me interesa, porque si es por... - en ese momento Dallas soltó una carcajada.
- ¿Por tí? - preguntó todavía riéndose - ¿de verdad crees que yo me pelearía por tí? Eres muy ingenua si piensas eso, que crees que todo el mundo gira a tu alrededor, ¿pero sabes una cosa? Eso es mentira, porque tu no vales lo suficiente como para que yo me pelee por alguien como tú, alguien a la que sus papis le pagan todo con solo decírselo y...- no le dejé terminar, ya me estaba yendo de allí, no iba a permitir que me viera llorar.
¿Quien se creía que era para hablarme así? ¿Acaso me conocía o algo? Lo que más me enfadaba era lo que dijo de que mis padres me pagaban todo, eso no era verdad. Vale, no éramos pobres precisamente, pero yo estaba aqui viviendo mi sueño porque me lo he ganado, él no sabe la de noches que he estado en vela estudiando para sacar las mejores notas y así conseguir la beca, no sabe la de fiestas que me perdí con tal de estar estudiando y no sabe nada de lo que me pasó en mi antigüo instituto como para querer irme tan lejos de mi casa.
Sin darme cuenta ya estaba en la puerta de mi habitación, no quería que Ashley me viera así, pero recordé que todavía no había hecho la maleta y me iba mañana a España, así que entré en la habitación rezando para que Ashley no estuviera.
Gracias a Dios la habitación estaba vacía, solo había unas maletas encima de la cama de Ashley, me giré para ir a recoger mis cosas. Pero antes de nada me puse a escuchar música.
No sé cuánto tiempo había pasado, ya me faltaba poco para terminar de hacer mis maletas, casi no me acordaba de Dallas, y sinceramente ya me importaba menos, si eso era lo que pensaba de mí me daba igual.
Estaba cantando Don't you go de All time low a todo volumen cuando escuché que alguien entraba en la habitación y me serené un poco, pero cuando me dí cuenta de que solo era Ashley seguí bailando.
- Kate, me tengo que ir ya - me dijo Ashley haciendo un puchero - te voy a echar de menos.
Ashley se iba a Miami de vacaciones con su familia y no nos veríamos hasta que empezara el segundo trimestre.
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Las casualidades, ¿existen?
Genç KurguKate, una chica normal, pelo y ojos marrones, alta, no estaba todo lo delgada que ella quisiera, pero no se deprimía por ello, nunca había salido fuera de la ciudad sin sus padres , y ahora se encontraba en California, sin nadie de su familia cerca...