CAPÍTULO 5

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Llegamos a la residencia sin hablar, habíamos estado callados todo el camino, Adam estaba cansadísimo, Ashley estaba llorando y yo no tenía ganas de empezar una conversación.

Nos dejó en la residencia y se despidió de nosotras con un abrazo y dos besos, a Ashley le susurró algo, pero tenía la mirada perdida y solo asintió.

Cuando llegamos a la habitación se tiró a la cama, mientras que yo estaba lavándome los dientes y poniéndome el pijama la escuchaba sollozar.

La dejé para que se desahogara, y a la mañana siguiente ya le preguntaría.

No pude aguantarlo más y nada más que me desperté fui a hablarle.

- Ashley, cariño, ¿me vas a decir lo que te pasa? - le pregunté mientras me sentaba en la cama y le tocaba el pelo. Al ver que no me contestaba seguí, sabía que estaba despierta - mira, no sé qué te pasa, pero solo se que el mundo te romperá el corazón de todas las formas inimaginables, eso está garantizado, y yo no lo puedo explicar, como tampoco puedo explicar la locura que llevo dentro, ni la que llevas tú, ni la que llevan los demás. La vida nunca es justa, pero debes afrontar los golpes y seguir adelante - se dio la vuelta para mirarme con los ojos llenos de lágrimas - y cuando tengas el corazón roto tendrás que volver a construirlo, y no solo eso, tendrás que volver a confiar, y esta es la parte más difícil. A pesar de todo esto, aunque la vida rompa todas tus ilusiones debes seguir soñando, ¿sabes por qué? - negó con la cabeza - porque si no sueñas, porque si no te ilusionas, porque si no amas, ¿qué clase de vida estas viviendo? ¿Para qué quieres una vida si no la aprovechas? No se puede vivir con miedo a la vida. La vida es así, te caes, te levantas y te vuelves a caer.

- Pero si me quedo quieta no me voy a caer - dijo con la voz rota.

- Cariño mio, si ni siquiera te mueves por miedo a caer es que ya estas hundida, y yo no voy a dejar que eso ocurra.

Se me quedó mirando, casi podía escuchar los engranajes de su cabeza procesando todo lo que le había dicho. Al rato me abrazó, nos quedamos un rato así, hasta que decidió hablar.

- Me he encontrado con Jake - me dijo separándose y secándose los ojos - yo creía que lo había superado, que eso ya era del pasado, si incluso estaba con Liam bailando, pero me miró y se empezó a reír de mí, y no puedo aguantar más, esto es demasiado, ese cabrón me jodió y aún sigue riéndose de mí. Me tuve que ir diciéndole a Liam que iba al baño, pero en realidad iba a buscarte para que nos fuéramos - me quedé un rato callada pensando que decirle.

- Mira Ashley, ese niño solo es un tonto que se ha reído de ti, pero piénsalo bien, ¿alguien más se ha reído? - negó con la cabeza, lentamente, como si lo estuviera pensando - en efecto, nadie, ¿lo ves? Solo se ríe él, y ¿a quién le importa lo que piense ese tarado? - le dije riéndome.

- Pues la verdad es que no le importa a nadie - me dijo sonriendo.

- Pues venga, arréglate que he llamado a Liam para que venga a recogerte en, exactamente, una hora.

-¡¿Una hora?! ¿¡estás loca?! - me dijo levantándose corriendo de la cama y dirigiéndose al baño.

Treinta minutos después sonó mi móvil.

De: Mike :)

Hola, quería preguntarte si vendrías esta tarde al partido.

Fruncí el ceño, ¿Por qué querría Mike que fuera al partido?
Pasaron los minutos y le contesté.

Para: Mike :)

Sip, era a las 7, ¿no?

Al segundo ya tenía la respuesta, si que era rápido.

De: Mike :)

Sip, hay una fiesta después, ¿te vienes? Te puedes traer a Ashley si quieres. Por cierto, ayer la vi, estaba llorando, ¿le pasa algo?

Pensé en qué contestar, pues claro que iría a la fiesta, pero no sabia que decirle sobre Ashley. Al final me decidí

Para: Mike :)

Okei, vamos a la fiesta. Y lo de Ashley, no era nada importante, envíame la dirección de dónde se hará la fiesta.

A los dos minutos me la envió junto con un guiño, yo le respondí con otro guiño.

En ese momento salió Ashley del baño.

- Wow Ashley, estás guapísima, Liam se va a caer a tus pies nada más te vea - le dije con una sonrisa.

- Gracias por lo de Liam, te debo una - me dijo abrazándome con fuerza.

- No me debes ninguna, para eso están las amigas - le dije mientras me zafaba de su agarre, si que apretaba la condenada.

Al rato sonaron unos golpes en la puerta y seguídamente una voz.

- Ashley, ¿estás ahí? Soy Liam - miré a Ashley y ella me devolvió la mirada con una sonrisa radiante.

- Buena suerte Ashley - le dije abrazándola.

Salió por la puerta y la cerró de golpe, no me iba a poner a escuchar su conversación a través de la puerta, ella seguro que me lo contaría todo después.

Miré el reloj, eran las 12:30, me tiré a la cama y seguí durmiendo.

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Jake en multimediaaa ⬆⬆⬆⬆

Las casualidades, ¿existen?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora