Capítulo 35

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—¡NO ME INTERESA! ¡NO SOY TU AMIGO! ¡NO ME HABLES COMO SI LO FUERA! — Definitivamente a Genya no le agradaban las personas tan alegres como Kamado, quizá porque no sabía como lidiar con ellas al estar acostumbrado a no tener a alguien tan alegre dando saltos a su alrededor. 

—¿Pero si somos amigos? 

—¡YA VETE!  ¡ME ROMPISTE EL CONDENADO BRAZO! ¡NO TE OLVIDES DE ESE DETALLE! 

—Oh, no sabía que podías llegar a hacer eso — Shiemi miró a su alfa con burla, quien hizo un puchero negando y luego miró a Genya antes de hablar nuevamente.

—Pero estabas lastimando a una chica, tuve que hacerlo, fue tu culpa Genya — el chico sonrió sin mostrar indicios de burla o algo parecido, solo provocando más furia en Shinazugawa 

—¡NO ME LLAMES POR MI NOMBRE! — Lo miró con lo que se podía interpretar como odio puro y refunfuñó algo que apenas se pudo entender para los dos presentes 

—Estas galletas de arroz son riquísimas ¿Quieres una? — Kamado estiró su brazo hacia el alfa azabache, sonriendo emocionado antes de que este último le diera un manotazo a la galleta, mirándolo feo. 

Ay Alfa baboso...  

 Shiemi miró toda la situación con  una pequeña mueca porque su pareja no parecía perder el ánimo al intentar que Genya bajara la guardia, al menos hasta que el ojirubi mostro un diente que le pertenecía al mayor de los tres. 

—¡QUE ASCO! ¡¿POR QUÉ LO TOMASTE?! —Genya hizo una mueca de horror al ver su diente, alternando la mirada entre este y el rostro de Kamado

—Tan-... ¡¿Qué mierda?! ¡OYE! ¡ESO NO SE RECOGE! — el omega hizo una mueca hacia su mayor. —¡SUÉLTALO! 

—¡ERES UN ASQUEROSO! 

—Pero quería devolverlo, Lo dejaste caer — Hizo un puchero sin dejar de estirar el diente, recibiendo reclamos de parte del Shinazugawa menor y posterior a eso ser echado del cuarto de una patada.

Al menos Shiemi salió por su cuenta, pues a pesar de lo enojado que estaba Genya no se atrevió a tocar al hermanito menor de Iguro, quien sabe porqué.

—Me pregunto porque siempre estará enojado... ¿tendrá hambre? — Tanjirō hizo un puchero mirando a su novio, aún manteniéndose arrodillado en el suelo a lo que Shiemi solo puso su mano en su cabeza dándole pequeñas palmaditas.

—Supongo que es algo en lo que no debemos involucrarnos. — Shiemi dejó que su mayor se levantara, entrelazando sus dedos con los ajenos y tirando suavemente de él para llevarlo al cuarto que estaban compartiendo.

. . .

Tanjirō no tardó nada en dormirse, había estado jugando con Nezuko hasta que la pequeña se quedó dormida también. En cambio el omega se había quedado sentado, apoyado contra una de las paredes mientras tenía entre sus manos una cinta de color negro que normalmente Nezuko usaba para trenzar su cabello.
Solo estaba jugando con ella, en realidad no podía dormir por más que quisiera así que se había rendido y estaba haciendo una especie de guardia.

—¿Tokito-kun? — Shiemi miró al pilar de la niebla algo confundido al verlo entrar al cuarto, no solo por la hora a la que llegaba, sino también porque el adolescente se acercó directo a Tanjirō a taparle la nariz y así hacer que despertara ignorándolo por completo

—¿Conoces al forjador Kanamori? — Muichiro preguntó al alfa con una expresión neutral apenas su "víctima" despertó, esto mientras Tanjirō cubría su nariz con sus dos manos haciendo reclamos a nivel bajo.

—¿Me picaste la nariz?

—Sep, Reaccionas muy lento, tú y el omega también — El niño los miró a ambos sin cambiar su expresión

—¡Hey! — Shiemi frunció su ceño mirándolo con los ojos entrecerrados —Es solo porque eres tú.

—¡Ah! ¡Lo hubiese hecho más rápido si hubieses tenido malas intenciones! — Kamado lo miró algo alarmado, aunque el semblante del pilar se mantuvo igual
—Bueno... si lo conozco, creo que está con Haganezuka-san ¿Por qué preguntas?

—Es mi nuevo forjador ¿Dónde se encuentra Haganezuka? 

—¿Quieres venir a verlo conmigo? — Preguntó con una sonrisa amable

—¿Porqué te interesa tanto? ¿No tienes nada más que hacer? — Preguntó ladeando su cabeza un poco.

—Bueno... Ayudar a las personas también termina siendo de utilidad al final del día, Iba a ir a verlos de todas formas mientras Shiemi se quedaba con Nezuko. —Tanjirō sonrió de forma tan bonita y sincera que casi podía haber iluminado la habitación con ese simple gesto.

Y después me preguntan porqué me enamoré de él

Shiemi miró a su alfa con ojos de tonto enamorado, ignorando por completo el resto de la conversación, al menos hasta que Nezuko se levantó para darle un cabezazo en la mandíbula a su hermano mayor.

—Esa criatura es extraña — Muichiro miró a Nezuko manteniendo su expresión seria —¿La conozco de alguna parte?

—¿L-Lo es?

—Sí, bastante — El pilar ladeó su cabeza hacia la derecha, siendo imitado por Nezuko.

—Tan-... — Shiemi iba a hablarle a su mayor cuando se escucharon rasguños en la puerta.

—¿Eh? ¿Alguien llegó? — Los tres giraron a la puerta curiosos

—Parece que sí. — Muichiro habló de forma suave y despreocupada, al menos hasta que por la puerta se asomó un demonio realmente grotesco. El cual venía arrastrándose y murmurando quién sabe qué porque no se le entendía nada.

Pero... era una luna, a pesar de no ver el número podían sentirlo.

—Mierda — Shiemi se levantó sin si quiera dudarlo, no obstante solo estaba estorbando ahí porque aún no recibía su Katana, ni si quiera había podido hablar con el herrero que iba a ocuparse de esto.

—¡Mantente fuera de esto! — Kamado no tardó ni dos segundos en reaccionar mientras atacaba a la luna junto a Muichiro, quien no tardó en cortarle la cabeza.

—¡¿Y qué quieres que haga?! ¡No pienso irme y dejarte así como así! — Shiemi miró la cabeza del demonio rebotar en el suelo, pero no desvanecerse.

Esto es malo, muy malo

—¡TOKITO-KUN NO TE DESCONCENTRES! — El ojirubi miró horrorizado como de la cabeza de la luna superior crecía un cuerpo y el que antes era un demonio se transformó en dos.

—¡Tanjirō No-...!

—¡Que te vayas! ¡Sin Katana eres inútil ahora! — Gritó sin querer ofenderlo o hacerlo sentir menos, estaba siendo sincero y tenía toda la razón, sin Katana Shiemi estaba indefenso frente a dos demonios que no se veían para nada débiles.



1 de 4, por todo lo que tardé en actualizar 

Enamórate de mi [Kamado Tanjirō]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora