Capítulo 37

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—¡Nezuko! — Shiemi había llegado hace apenas unos segundos a la escena, viendo como su pareja le cortaba la cabeza a tres demonios de una sola vez, su espada estaba en llamas y él parecía... distinto, no sabía que era, pero algo era diferente.

Negó varias veces sin preocuparse por eso, ayudando a la chica a salir de debajo de todos los escombros, recibiendo un abrazo de parte de la pequeña y escuchando de fondo los gritos desesperados de uno de los demonios. Algo realmente irritante. 

—¡No me puedo regenerar! ¡es como si me estuviera quemando por dentro! 

—¡Por la mierda, cállate! Nos estamos regenerando pero es muy lento — Habló el demonio de la ira mientras se mantenía arrodillado con su cabeza reposando en su regazo. 

¿Esos son los que han estado causando problemas en toda la villa? Se ven distintos a los peces de antes

—¡Shiemi! — Kamado apretó entre sus brazos al ojiverde por unos segundos sacándolo de sus pensamientos y siendo seguido por su hermana, quien también se notaba asustada por toda la situación. 

— Hola alfa bobo...  — Sonrió ligeramente a su mayor, dejando escapar un pequeño suspiro de alivio al verlo entero, con unos pocos rasguños, pero entero. — Y... Adiós alfa bobo — Susurró al ver que Genya tomaba el cuello de su pareja, metiéndose entre ellos dos. 

El alfa azabache tenía sus ojos por completo negros, como los de un demonio y su cabello tenía puntas amarillas además de los colmillos que resaltaban ahora en su boca. 

—No tientes tu suerte... yo derrotaré a la luna superior— El Shinazugawa menor estaba completamente decidido a lo que iba a hacer y se notaba lo enojado que estaba. 

—Genya-... 

—Tu  no venciste a la luna seis, entonces nunca serás un pilar... 

—Es verdad y... ¡Genya estás babeando! 

—Yo seré quien se convierta en pilar primero ¡Soy el único que se volverá pilar! 

—¡Ya veo! ¡Entonces nosotros te ayudaremos a conseguirlo! — Kamado sonrió con ojos brillantes, sin ni un deje de burla o sarcasmo, provocando que en un principio Genya se enojara más, pero luego se desconcertara. 

—¡Solo debes darnos algo de chance! ¡Hay un quinto demonio, si me dejas buscarlo podemos ayudarte! — El ojirubi mantuvo su sonrisa mientras miraba a su mayor, quien solo podía boquear sorprendido. 

—Solo... dile que si Genya — Shiemi tenía una de sus manos en su frente mientras suspiraba, realmente Kamado y Mitsuri se parecían demasiado en lo energéticos que eran. —¡Y... DEJEN DE ESTAR HABLANDO QUE SE VAN A MORIR! — El omega se apresuró a repeler un ataque que llegó a distintas direcciones, casi dándole a Genya y Tanjirō.

—¡Te avisaré cuando encuentre al quinto demonio! ¡Asegúrate de no cortar a Nezuko! ¡es mi hermana pequeña! — Kamado se movió rápido en un intento de percibir algún aroma que delatara el quinto cuerpo, consiguiendolo a los pocos segundos — ¡Al Noreste! ¡Se esconde cerca del suelo!¡Ve nosotros vamos a cubrirte! 

—¡Procura hacer picadillo a ese cobarde! — Shiemi empujó a Tanjirō cuando casi le llega un rayo directo a la espalda, cayendo ambos al suelo. — No sé que mierda pasó aquí, pero ese idiota está empezando a hacerme enojar — Miró los raspones en sus manos con el ceño fruncido y se levantó para enfrentar al tipo que estaba parado a unos metros de ellos, al menos hasta que una ráfaga de viento lo desequilibró y lo lanzó varios metros hasta que pudo enterrar la katana en el suelo aunque no era lo suficientemente fuerte como para mantenerse quieta, pues comenzó a arrastrarse aún estando clavada hasta un poco menos de la mitad.

El tiempo que Tanjirō había ganado al cortarlos se había agotado y ahora los 4 demonios estaban regenerados casi por completo. Uno peleando contra Nezuko y otros dos estaban yendo en contra del ojirubi, bueno, solo el que tenía una hoja gigante en la mano, pues el otro que tenía alas estaba cortado en trozos apenas regenerándose. 

—¡Genya! ¡A tu derecha! ¡Se está moviendo hacia el sur! ¡Atrápalo!— Tanjirō jadeó luego de recibir una patada en el estómago.

El omega miró al demonio que tenía el báculo, este no se movía, solo estaba analizando la situación y cuando iba a moverse Shiemi se le lanzó encima para poder atacarlo y cortarle la cabeza. 

—¡Hijo de tu perra puta madre! — ni si quiera pudo reaccionar cuando el báculo atravesó su pierna derecha a la altura de la mitad del muslo, no supo si le rompió el hueso, pero mierda, dolía horrible. 

Shiemi blandió la katana intentando cortarlo antes de que lo electrocutara pero esta no cortó, no supo si fue el filo o porque estaba desconcentrado, pero no hizo más que llegar a la mitad de la carne del demonio antes de detenerse. El tipo solo sonrió victorioso antes de activar su técnica. 

Sintió una horrible descarga electrica en el cuerpo, fue corta, pero fue suficiente como para dejarlo inmovil, sus músculos estaban más que tensos y sentía su corazón latir con mucho esfuerzo; casi como si fuera a detenerse en cualquier momento. 

¿Me voy a morir? 

Eso fue lo único que pensó, viendo al demonio alejarse para ir en busca de Genya, pues este último estaba por matar al quinto cuerpo que casi era un chiste de lo pequeño que era. 

Ni si quiera se defendía, solo corría por su vida, chillando y llorando de forma patética mientras  sus secuaces lo protegían. Al final de cuentas Genya tuvo que cederle a Tanjirō el cortarle el cuello al demonio, pues él mismo no pudo cortarlo a pesar de la fuerza que empleó en esto. 

—¡Tanjirō cuidado! — Shinazugawa iba a disparar en la dirección de un sexto demonio, sin embargo no podía hacerlo sin dañar a su compañero por lo que solo pudo observar como el nuevo adversario que tenían murmuraba cosas sobre atormentar al débil mientras los miraba a ambos. 

Un golpe 

los árboles alrededor de ellos se movieron transformándose en serpientes de madera que se movían rápido y de forma errática, como si no estuviesen siendo controladas por nada, al menos hasta que el ¿niño? golpeó el tambor otra vez y los ataques comenzaron. 

Kamado tenía una pierna completamente destruida y debido a uno de los ataques había quedado sordo temporalmente, no había rastro de Nezuko o Genya, mucho menos de Shiemi y eso estaba comenzando a preocuparlo. Aunque no tuvo demasiado tiempo para eso porque la serpiente se lo tragó, dejándolo aprisionado entre las paredes de madera, provocando gritos angustiados de parte de su hermana pequeña.

Si no hubiese sido por la llegada de Mitsuri, seguramente el ojirubi hubiese terminado muerto por asfixia y aplastamiento. 

—¿¡Qué se supone que es eso?! — La pilar llevaba en su espalda a Kamado luego de haberlo salvado, mirando al manojo de serpientes de madera — ¿¡Estás bien!? ¡Hiciste un gran trabajo! ¡Ahora descansa! —La pilar dejó a Kamado a varios metros de la pelea, yendo a enfrentar a la luna superior 

—¡OYE! ¡fuiste demasiado lejos con tus bromas! ¡Ahora tomaré a Nezuko y a Genya de regreso! 

—Cierra la boca, perra. Solo recibo órdenes de una persona en este mundo 


















































Enamórate de mi [Kamado Tanjirō]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora