𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟻: 𝚃𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘

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Me fui de la casa de Sam en la moto de Paul, Embry iría a buscar sus cosas y iría a casa de Paul. Nunca me había sentido incomoda con mi mejor amigo pero ahora estábamos juntos y parecíamos desconocidos. Al llegar a casa de Paul, me llevo a hacia la que sería mi habitación estos días, la casa de Paul solo tenía dos habitaciones y me dió a mi la que había preparado para visitas. Embry y Paul dormirían en el cuarto de Paul.

Antes solíamos usar su casa para pillamadas y dormíamos todos juntos en la sala tirando ahí todos los colchones de la casa. Mientras Jared, Jack y Paul bajaban los colchones yo me encargaba de preparar las botanas y elegir la película. Era la princesa del grupo. Hubo días en los que invitamos al grupo de Jacob, Embry y Quil. Esta casa me traía muchos recuerdos que gritaban que perdone a mis amigos, no tuvieron la culpa de dejarme pero aún dolía.

Deje mi bolso en la cama y sabía que Paul estaba atrás mío.

- Has estado sería todo el día y no has dicho una palabra -dijo Paul.

- ¿Que quiere que diga Paul?

- Nose Jhane pero quiero saber que estás bien, quiero escucharte gritar, enojarte, quiero saber que te pasa -dijo Paul.

- Es que no puedo, no me puedo enojar, nadie tiene la culpa, no quería dejar a Rachel sola y tuve que hacerlo. Simplemente no puedo enojarme Paul -grité con los ojos llorosos.

El se acercó a mí y me abrazó, sentí su cálido tacto, por un momento me sentía de vuelta segura, era mi mejor amigo de toda la vida, porque no me permitía abrazarlo.

- Dejame Paul.

- Shhh ya tendrás tiempo de enojarte conmigo -dijo Paul.

Tenía razón ya tendría tiempo de enojarme con el, de hablar, de alejarlo si quería pero ahora simplemente no podía. Necesitaba ese abrazo tanto en mi vida, había estado lastimada y ahora que tenía a mi mejor amigo a mi lado quería que se fuera. No eso no era lo que quería, el estaba de vuelta a mi lado y si les daba la oportunidad todos estarían de vuelta.

Me permití llorar y sacar toda esa tristeza y enojo acumulados todo el día a través de mis lágrimas. Paul me mantenía aferrada a su pecho mientras me abrazaba. El sabía lo que yo amaba a Rachel, aunque a veces me enoje con ella, esa pequeña era parte importante de mi vida.

A la mañana siguiente me levanté y fui directo a buscar dos vasos de agua para despertar a los lobos en la otra habitación. No iba a tocar la cocina en una casa que no es mía y esperar a que Paul se levanté no era una opción, tenía que ir a entrenar con Sam. Cuando entra al cuarto Paul estaba durmiendo en su cama y Embry en una colchon en el piso.

Me acerque lentamente y me puse en medio de dónde estaban durmiendo la víctimas y les tire un vaso de agua a cada uno. Ambos se levantaron asustados de golpe y me miraron mal cuando se dieron cuenta que había sido yo.

- Tengo que desayunar y está no es mi casa, recuerden que tengo entrenamiento niñeros.

- Te has cansado de cocinar aquí Jhane -dijo Paul mirándome con los ojos entrecerrados.

- No se que me hablas pero tengo hambre.

Me fui de la habitación, sabía que era cruel con ellos pero bueno yo también había sufrido mucho por ellos, porque después de todo los amaba. Me fui a sentar en el living a leer un libro mientras ellos se cambiaban. Paul preparo el desayuno y Embry se puso a mirar un partido que estaba dando. Una vez que Paul termino de cocinar no llamo a desayunar.

Me senté a el lado de Paul en frente de Embry. Desayunábamos callados hasta que Embry decidió acabar ese silencio.

- ¿Porque nos sigues odiando si sabes que no fue nuestra culpa? -preguntó Embry.

- Yo nunca los he odiado Embry ni mucho menos me creo capaz de poder llegar a hacerlo.

- Pero no nos hablas Jhane -dijo Embry.

- Porque me dolió todo esto Embry, me acostumbré a vivir sin ustedes, a salir de fiesta, dejar de comer pero ahora no se porque mi estómago parece no tener fin y sinceramente se fueron convirtiendo en desconocidos para mí. Incluso mis hermanos.

Ambos me miraron sin decir una palabra, ellos se habían enterado de esa parte de la historia, sabían de el tema con salir y beber todos los días para no llorar pasándolo mal. También habían visto el cambio de mi cuerpo por dejar de comer.

- Denme tiempo para poder entender todo y acostumbrarme, pero yo no los odio, no podría hacerlo.

- Está bien -dijo Paul.

- Ten en cuenta que nosotros te amamos Jhane, nunca dejaste de ser la princesa -dijo Embry.

- Yo también los amo, a todos.















Nose si será porque es de noche y todos duerme pero ando con una inspiración tremenda, espero les guste, los quierooooo.

𝑳𝒐𝒔 𝒕𝒓𝒊𝒍𝒍𝒊𝒛𝒐𝒔 𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌¹ | Emmett Cullen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora