Cuando mis ojos conectaron con los suyos cai de rodillas ante el, fue como si la gravedad se moviera de repente. Ya no es la tierra que me retiene aqui, es el quien lo hace, te conviertes en lo que el necesite que seas, ya sea una protectora, o una...
Caminábamos por el camino de velas hacia la mesa completamente adornada y con comida que por el momento se veía riquísima. Miré a Emmett sorprendida nunca creí que alguien haría algo así por mi. El corrió la silla para que yo pudiera sentarme y luego se sentó en frente mío.
- ¿Te gusta?
- Emmett hablas encerio esto es bellísimo, nunca nadie hizo algo tan lindo por mí -dije mirándolo con una sonrisa.
- Te vas a tener que ir acostumbrando porque no pienso dejar de hacerlo.
- Te quiero osito.
- Yo también te quiero hermosa.
Emmett no comía pero en la mesa había diferentes tipos de comidas que parecían riquísimas y al probarlas definitivamente lo confirmé.
- Emmett esto está riquísimo.
- Me alegra que te guste.
- ¿Quien cocino este plato tan rico?
- El chico que tiene en frente -dijo con un sonrisa triunfante.
Lo miré sorprendida- Está buenísimo Emmett, gracias por todo esto.
- No tienes que agracer nada Jhane.
Comimos o bueno comí mientras estuvimos riéndonos y hablando de muchas cosas, era tranquilo estar con Emmett podía ser yo. Luego de eso Emmett dijo que la sorpresa no terminaba fuimos a recorrer la cabaña por completo, era hermosa, todo era con un toque hogareño.
- Emmett está cabaña es presiosa.
- Si tanto te gusta, es tuya.
Me gire a verlo confundida y estaba parados con una de sus manos estiradas hacia mi, unas llaves se encontraban en la palma de su mano.
- ¿Que?
- Es tuya Jhane.
- No no puedo aceptarla Emmett, todo está hermoso pero es demasiado.
- Nunca había creído que la vida pudiese ser tan bella, hasta que tú apareciste y empezaste a formar parte de ella. No es mucho, muchos años estuve muerto no sabía que sería de mi, pero desde que te conocí todo cambio Jhane.
Se fue acercando a mi, hasta que ya en un momento lo tuve a tan solo unos centímetros de mi rostro.
- Muchas veces me sentí perdido Jhane y tú me ayudaste a encontrar mi camino, acepta mi regalo, que sea para ambos podriamos venir cuando quisiéramos. Solo se que por ti haría todo en este mundo y si pudiese regalarte la luna que tanto te gusta o inclusive la misma tierra lo haría Jhane, porque con solo estar en mi vida yo te amo y eres lo mejor que me pasó en la vida.
En ese momento me lance sobre el, uni nuestro labios, fue un conjunto de emociones pude sentir sus labios fríos y el sabor de los mismos, no voy a negar que lo he soñado pero la realidad es mejor. Fue un beso lento, algo en mi sabía que ambos habíamos esperado ese momento.
La mano de Emmett viajo hacia mi cintura y las mías hacia su cuello, en ese momento deje de sentir el suelo, la manos de Emmett habían bajado a mis piernas y me mantenían en el aire. Nos separamos un momento y al mirarnos a los ojos sonreímos, todo para volver a unir nuestros labios una vez más.
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Habíamos decidido quedarnos una noche en según el mía y según yo nuestra cabaña nueva. Si bien Emmett no dormía estábamos acostados en la cama de la cabaña, yo estaba acostada y el se había acortado boca abajo cerrando los ojos mientras yo le hacía caricias en el pelo.
En ese momento llevo su brazo a mi cintura para hacer que me acerque más a él, cuando me tuvo cerca levantó la mirada quedando a centímetros de mi rostro. Ambos deseábamos volver a juntar nuestro labios, pero está vez fue el quien tomo la iniciativa. Acercó mi cara a su rostro uniendo nuestros labios una vez más. Sentía el ambiente diferente ya no era un beso lento como nuestro primer beso, ahora demostraba deseo y necesidad, hace mucho tiempo nos necesitabamos.
Nos separamos un momento, Emmett se sentó ya que estaba incómodo y volvimos a besarnos con el mismo deseo que el beso anterior, para poder estar cómodos me senté en sus piernas mientras nos besábamos, pero iba subiendo la tensión en la habitación.
- Tu hermano pidió que vuelvas a casa aún con tu aroma Jhane.
- ¿Te importa lo que mi hermano diga? -Pregunté en susurró agitado.
- Jack y Jacob me matarían, pero en la primera cita si voy a hacer caso a su pedido.
Lo mire con una ceja enarcada, pero me dió un tierno beso en los labios y me abrazó mientras aún permanecía sentada en su regazo.
- Tranquila que quiero que pase tanto como tú y si va a pasar -susurró en mi oído.
